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EL Bullying


Enviado por   •  30 de Octubre de 2013  •  5.963 Palabras (24 Páginas)  •  239 Visitas

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Introducción

El bullying es un fenómeno que se ha empezado a estudiar como respuesta a la creciente violencia escolar, específicamente el maltrato e intimidación que se manifiesta cotidianamente, entre niños, niñas y adolescentes. Este comportamiento violento se da con la intención de dañar a otras personas; es persistente y repetitivo ya que puede durar, semanas, meses o incluso años. El bullying se caracteriza porque quien lo ejerce, ostenta un abuso de poder y un deseo de intimidar y dominar a otras personas, en lugar de al otro. El bullying se da entre pares y sucede entre una o varias personas, aunque por lo general, se lleva a cabo entre varias personas, dejando a la persona que recibe el maltrato totalmente indefensa. La persona que intimida causa en ésta última un daño físico y/o emocional, que se manifiesta con un descenso en la autoestima, estados de ansiedad e incluso depresión, dificultando su integración en el medio escolar y el desarrollo normal del aprendizaje. A su vez la persona que ejerce el maltrato aprende que por medio de la violencia puede llegar a lograr sus metas, tomando decisiones impulsivas y poco asertivas. De igual manera esto afecta a los demás compañeros y compañeras que observan el maltrato, ya que empiezan a ver este fenómeno como “natural”, lo cual con el tiempo, finalmente ocasiona que la población se insensibilice ante la violencia.

¿Qué Entendemos por “Bullying”?

“Bullying” (“bull”, toro) es un término inglés aceptado por todos los países, para el que no existe una palabra castellana que lo defina literalmente. La que más se aproxima es “matonismo”, pero como se trata de una traducción inadecuada, se utiliza “intimidación”, “maltrato”, “acoso” y “abuso”. En definitiva, se trata del poder que unos alumnos ejercen sobre otros en determinadas etapas educativas, y que produce una victimización psicológica. Se trata de una forma de maltrato, generalmente intencionado y perjudicial, de un estudiante hacia otro compañero, generalmente más débil, al que convierte en su víctima habitual. Suele ser persistente, y puede durar semanas, meses o años. Otra posible definición haría referencia a un grupo de personas, que se dedican al asedio, persecución y agresión de alguien, o bien, una persona que atormenta, hostiga o molesta a otra. Aparecen varios aspectos claves:

a) Ataques o intimidaciones físicas, verbales o psicológicas, destinadas a causar miedo, dolor o daño a la víctima. b) Abuso de poder, del más fuerte al más débil. c) Ausencia de provocación por parte de la víctima. d) Repetidos incidentes entre los mismos niños o jóvenes, durante un tiempo largo y sostenido. e) Maltrato físico, como las diversas formas de agresión o los ataques a la propiedad. f) Abusos sexuales, intimidaciones y vejaciones. g) Maltrato verbal, como poner motes, insultar, contestar con malos modos, hacer comentarios racistas. h) Maltrato social, especialmente manifiesto en la propagación de rumores descalificadores y humillantes, que pretenden la exclusión y aislamiento del grupo. i) Maltrato indirecto, cuando inducen a agredir a un tercero. En un primer momento, el “bullying” no parece un problema demasiado grave, pero la realidad demuestra que, en ocasiones, puede degenerar y terminar en verdaderas tragedias. De hecho, este anglicismo comenzó a tomar fuerza en los años 70, a través de un investigador de la universidad de Noruega, el cual se tomó muy en serio el asunto cuando dos alumnos suyos se suicidaron por no poder soportar la presión y la victimización a la que estaban siendo sometidos por varios de sus compañeros

Perfil del Agresor.

Estudios diferentes (Olweus, 1998; Ortega, 1994) señalan como agresor principalmente al varón. Otros estudios señalan a las chicas como protagonistas de actos que utilizan más elementos psicológicos en sus intimidaciones, de forma sutil y poco evidente.

A) Personalidad. Olweus señala al agresor con temperamento agresivo e impulsivo y con deficientes habilidades sociales para comunicar y negociar sus deseos. Le atribuye falta de empatía hacia el sentir de la víctima y falta de sentimiento de culpabilidad. También, denota falta de control de la ira y nivel de los sesgos de hostilidad, que hace que interprete su relación con los otros como fuente de conflicto y agresión hacia su propia persona. Serían, según el autor noruego, violentos, autosuficientes, y demostrarían un bajo nivel de autoestima.

B) Aspectos físicos. Los “bullies” son, por lo general, de sexo masculino (45%), y tienen mayor fortaleza física. Dicha fortaleza física se produce respecto de sus compañeros en general y de sus víctimas en particular.

C) Ámbito social. García Orza (1995) señala que estos sujetos padecen un problema de ajuste en sus reacciones, con una carga excesivamente agresiva en las interacciones sociales. En este sentido, suelen ser chicos que están ubicados en grupos en los que son los mayores por haber repetido curso. Por tanto, su integración escolar es mucho menor. Son menos populares que los bien adaptados, pero más que las víctimas. Su contacto con los padres es inferior y, generalmente, carecen de fuertes lazos familiares y están poco interesados por la escuela.

D) Tipología. Olweus define dos perfiles de agresor: el/la activo/a que agrede personalmente, estableciendo relaciones directas con su víctima, y el/la social indirecto/a que logra dirigir, a veces en la sombra, el comportamiento de sus seguidores, a los que induce a actos de violencia y de persecución de inocentes. Además de estos prototipos, se identifica a otro colectivo que participa pero no actúa en la agresión, que son los agresores pasivos.

Perfil de la Víctima.

Mooij (1997) señala como rasgos frecuentes en la víctima, niveles altos para ser

intimidado directa, regular y frecuentemente, y para ser intimidado indirectamente y ser excluidos por sus compañeros (especialmente, en el caso de las chicas). También acostumbran a ser sujetos identificados fácilmente como víctimas, y ser menos apreciados. El papel de la víctima se reparte en porciones iguales entre sexos, o similar número, excepto en las realizadas en Japón, en las que las intimidaciones se dirigen, mayoritariamente, a las chicas o hay más chicas entre las víctimas. Sin embargo, según Olweus, la agresividad intimidatoria entre chicas se ha estudiado mucho menos.

A) Personalidad. Se suele señalar a las víctimas como débiles, inseguras, ansiosas, cautas, sensibles, tranquilas y tímidas, con bajos niveles de autoestima. Especialmente, se ha valorado,

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