EL JARDÍN MATERNAL

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Diplomado Superior en Jardín Maternal

Gabriela Velazquez

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RESUMEN

El presente trabajo establece un aporte en lo que respecta a los estereotipos del jardín Maternal. Debido a esto es que se propone indagar cuales son las razones de los mismos. Para ello se entrevistaron algunas familias y se han tenido en cuenta diversos datos extraídos de otras fuentes de investigación. De esta manera puede decirse que el tema central de este trabajo es “Los estereotipos sociales del Jardín Maternal, en la provincia de Bs As”.  Del cual surge el inerAdemás, si bien esta es la pregunta principal, aparecen otros interrogantes secundarios que sirven para definir mejor el objeto de estudio tales como: ¿Cuáles son los mitos que siguen estando presentes en la ideología de la sociedad sobre la Educación del rol docente en los primeros años de vida? ¿Por qué se los sigue llamando guardería? Y ¿Por qué aún hoy en día su denominación sigue haciendo referencia solo a la función materna?. Finalmente, a través de los datos recabados y el análisis de esa información en contraste con el marco teórico se elabora una conclusión en la que se confirma la presunta hipótesis mencionada en el presente trabajo.

SELECCIÓN DEL TEMA

 Los estereotipos sociales del Jardín Maternal, en la Provincia de Bs As

FORMULACIÓN DEL PROBLEMA:  

¿Porque se estereotipa socialmente al Jardín Maternal?

OBJETIVO GENERAL 

Conocer las razones de porque se estereotipa socialmente al Jardín Maternal

OBJETIVOS ESPECÍFICOS

• Identificar los mitos que la sociedad tiene hoy en día de la educación y del rol docentes en los primeros años de vida.

• Investigar porque algunas familias lo siguen denominado guardería.

• Averiguar por qué aún hoy en día su denominación sigue haciendo referencia solo a la función materna

PREGUNTAS DE INVESTIGACIÓN

• ¿Cuáles son los mitos que siguen estando presentes en la ideología de la sociedad sobre la Educación del rol docente en los primeros años de vida?

• ¿Por qué se los sigue llamando guardería?
• ¿Por qué aún hoy en día su denominación sigue haciendo referencia solo a la función materna?

JUSTIFICACIÓN

Decidí elegir como tema, Los estereotipos sociales del Jardín Maternal, en argentina, puesto que en la actualidad resulta sumamente relevante el papel que desempeña tal institución, que hoy en día sigue construyendo su identidad, más allá de que existan Leyes y sustentos teóricos que lo avalan. La sociedad en la que vivimos sostiene diversos mitos los cuales, aún están presentes en ciertos debates respecto a las funciones y estilos de enseñanza que ofrece el Jardín Maternal. Sobre estos mitos que perduran, resulta interesante analizar, por ejemplo, uno de los mitos que la autora Harf Ruth (1999) hace énfasis: el mito acerca de la maestra jardinera, que pone el rol de la docente, como una segunda madre, el cual implica que se deje de lado la función pedagógica y se acentúe más la función asistencial. Sin embargo (cita sobre rol docente en el jardín maternal)

Siguiendo con esta ideología, nace una segunda controversia, como bien se menciona en la Unidad N°3: “El Jardín Maternal en la actualidad”, la dicotomía asistencial versus pedagógica, cuidado versus educación, enseñanza versus construcción individual, enseñanza de contenidos versus desarrollo del juego, consignas docentes versus participación infantil, observación versus intervención, etc…

Por otra parte, al observar las transformaciones por las cuales atravesó el nivel a lo largo de la historia, vemos que socialmente no se han despojado por completo de conceptos pasados. Ya que desde sus orígenes eran guarderías de menores que aportaban una ayuda a la mujer por su ingreso al campo laboral. En dichas guarderías, solo se asistía al menor en sus necesidades básicas, donde no se tenía en cuenta la pedagogía y no existía el rol docente. Con las Leyes establecidas y actualizadas de acuerdo a la realidad social que se estaba viviendo, fue cambiando su denominación y paso de llamarse Sala Cunas a Escuela Infantil (Jardín Maternal /Jardín de Infantes).

Finalmente de acuerdo a lo mencionado se puede decir que para romper con estos mitos, es necesario indagarlos en mayor profundidad para así poder  dejar de estereotipar el Jardín Maternal y adjudicarle los conceptos y valores que amerita y que logró llegar tener a través del tiempo.

HIPOTESIS

Objeto problema: Conocer las razones de porque se estereotipa socialmente al Jardín Materna

El jardín maternal, hoy en día sigue siendo socialmente estereotipado por varias razones, entre ellas cuestiones que arrastra desde su origen, como por ejemplo respecto a su nombre el cual se origina como guardería asociando a este con el solo depósito de niños/as. Asimismo, cuando este se actualiza se mantiene hasta el día de hoy sin cuestionamiento de lo que implica mantener el nombre “maternal”, asociando a este a la figura y funciones solo maternas, que conlleva a su vez el estereotipo de las docentes dentro de este nivel educativo. Considerándolas como encargadas de brindar actividades asistenciales. Asimismo, la falta de información masiva al respecto desde los medios y del estado sin apoyo brindando mayor cantidad de instituciones, refuerzan socialmente estos estereotipos.

Se hace necesario revisarlos porque generan ideas erróneas que promueven decisiones y acciones sin sentido en lo cotidiano.

MARCO TEORICO

ORIGEN DEL JARDÍN MATERNAL

El Jardín Maternal hoy en día no posee una identidad propia, ya que la misma es producto de un conjunto de construcciones culturales compartidas por un colectivo social en un tiempo y en un espacio determinado, Y como tal, no aparece de forma espontánea, de la nada; tal como expresa Said (2001, p.38) “todas son construidas de modo colectivo sobre la base de la experiencia, la memoria, la tradición, y una variedad de prácticas y expresiones culturales, políticas y sociales”. Según lo mencionado en el texto “El jardín maternal en la actualidad” (S/F p2) el Jardín Maternal progresivamente se convierte en una institución educativa. En principio fueron creados con una función asistencial, para cubrir las necesidades de las familias.

Para comprender este cambio se puede tomar a Ana Malajovich (1990) que marca una breve historia de las instituciones de la primera infancia en cuatro periodos:

El primer periodo comprende desde fines del siglo XIX hasta la década del ’50 caracterizada por el primado de los aspectos médicos-sanitarios, en el cual se crean las “salas cunas” destinadas a la niñez abandonada y más desprotegida de la época, que quedaban a la espera de ser atendidos en sus necesidades básicas como alimentación, higiene y sueño. A su vez los niños/as eran depositados allí ya que la mujer, quien en esa época era la encargada de la crianza, se incorpora al mercado laboral. Los encargados del cuidado en las salas cunas eran médicos, enfermeras y señoras de beneficencia.

En el segundo periodo, se extiende hasta la década del 70, esta caracterizado por los aspectos sociales y el surgimiento de las guarderías infantiles. Las cuales hacen referencia a “guardar” a los niños/as hasta que la familia los retirara. En estas se realizaban cuidados básicos sin intencionalidad pedagógica.

El tercer período se extiende hasta mediado de los años 80, y esta definido por el primado de los aspectos psicológicos y la aparición de los jardines maternales. Ana Malajovich(2000) señala que por primera vez, la situación de la primera infancia es analizada desde sus propias necesidades, ocupando el lugar de atención que antes se brindaba a la familia y particularmente a la mujer. En este sentido, el niño como objeto de cuidado pasa a ser concebido como sujeto de cuidado.

El cuarto periodo, el cual es atravesado actualmente, esta caracterizado por lo pedagógico y el surgimiento de la escuela infantil. Se entiende por escuela infantil aquella que abarca la formación del niño/a desde los 45 días hasta los 5 años y comprende dos ciclos: el maternal de 45 días a 2 años y el jardín de infantes de 3 a 5 años. Este último es entendido entonces como una institución socioeducativa que atiende al desarrollo global del niño/a de 45 a 2 años inclusive, respondiendo a sus necesidades biológicas, psicológicas y sociales, realizando a su vez una acción educativa integral.  

Con el tiempo se fueron produciendo modificaciones orientadas a la atención pedagógica de los niños pequeños, reconociendo las capacidades infantiles y teniendo en cuenta propuestas estimulantes; que le fueron otorgando una identidad al jardín Maternal, con objetivos que nacen a su especificidad. De este modo fue adquiriendo un perfil propio y conquistando una mayor autonomía. Asimismo, la noción de infancia fue teniendo una construcción socio cultural intensa y cambiante a lo largo del tiempo, pero es a partir de la Convención sobre los Derechos del Niño (Naciones Unidas, 1989) que se modifica el modo de pensar y tratar jurídicamente a la misma.  Esta declaración exigió que los gobiernos garanticen que todos los niños/as sean respetados como sujetos de derechos y a partir de esta consideración, los Estados asumen el rol de garantes de esos derechos. Tal como menciona Khoen.G (2013), esta Convención exige que los gobiernos garanticen que todos los niños sean respetados como personas por derecho propio e impone a los Estados la responsabilidad de garantizar la atención, el desarrollo y la educación. Esto implica ofrecer a los niños/as y a su entorno familiar oportunidades de acceso a espacios de vida y de aprendizaje que aseguren y garanticen un desarrollo integral (p.6). Del mismo modo las autoras Soto y Violante, (2011) mencionan que la responsabilidad social y educativa de nuestra infancia es un quehacer público, por lo tanto, la educación infantil debe ser parte constitutiva de las políticas públicas. Como lo expresa la actual Ley de Educación Nacional Nº 26.206: “El Estado Nacional, las Provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires tienen la responsabilidad principal e indelegable de proveer una educación integral, permanente y de calidad para todos/as los/as habitantes de la Nación, garantizando la igualdad, gratuidad y equidad en el ejercicio de este derecho, con la participación de las organizaciones sociales y las familias”. (p.3).

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