EL MALTRATO A LAS MUJERES EN LA NOVELA LA HERENCIA

EL MALTRATO A LAS MUJERES EN LA NOVELA LA HERENCIA.

En esta obra, el escritor Róger Mendieta Alfaro refleja un aspecto que desde la antigüedad ha formado parte de los sociedades, este es el maltrato a las mujeres. Se manifiestan tantos abusos a los derechos de las mujeres, que hasta son tomadas como objetos de apuestas cuando menciona (2009:37) “El juego se tornaba descaradamente apasionante, cuando los gamonales echaban a la suerte como si fuesen de su posesión a jovencitas todavía sin dientes –es decir, el himen en flor-, y en ocasiones, hasta aquellas hembras sensuales y hermosas, que pasaban de los cuarenta”, el escritor menciona situaciones derivadas de la vida real, en este caso de una zona rural, pero también presente en zonas urbanas.

Don Centuriano como el personaje principal de la novela es mencionado como un abusador sexual de las mujeres por su posición socio-económica, cuando el novelista relata (Ob. cit: 16), “Don Centuriano había vuelto a recordar ciertos sonsonetes sobre el sexo que había practicado en sus años de joven verraco, poniendo en practica el consejo de su amigo Chico Morales: cuando se trata de mujer joven, de lagartija para arriba todo es cacería”. Con esto queda mas que claro la posición dominante que tomaban los hombres sobre las mujeres, teniéndolas como objetos para saciar sus deseos carnales y elevar sus orgullos de machos.

El autor relata maltratos ocurridos tiempo atrás, cuando aun no había nacido don Centuriano, y estos ocurren cuando relata la historia de los antepasados relatando (Id: 25) “la yunta de El Tarado fue una india esclava comprada en el tiangue de Rivas por medio doblón de oro bajo, a quien llamó Serafina”, aquí es notable la situación de Serafina como esclava, lo cual indica un estado de carencia de libertad. Esto es un ejemplo del maltrato de las mujeres, y no solo por estar privada de libertad, sino, por ser comercializada como cualquier objeto, como si no se tratase de un ser humano.

Solo con esto ponemos al descubierto el maltrato sufrido por las mujeres en esta obra, pero también están otros abusos como son, el rapto sufrido por Esterlina Aguante, cuando en la obra el escritor cuenta como fue que llego Esterlina hasta Rufino Valdeplomo (Id: 47) “gimoteaba la pequeña Esterlina, quien todavía en la adolescencia, Valdeplomo la había encargado a una bruja y curandera de Nandaime para tenerla como hija de casa”, es triste este relato, ya que, Esterlina es tomada como si fuera un cachorrito, que es encargado por alguien. De este modo la joven es privada de libertad, de vivir con su familia y es llevada a servir a don Rufino quien más tarde la toma como esposa, cuando Esterlina comienza a desarrollar (Id: 47) “-Ya ustedes se pueden imaginar- sonrió Mamotreto a las colegas- las locuritas de don Rufino cuando a la muchachita le comenzaron a salir las chichitas y se le fue poniendo redondo el culito”. Queda demostrado como son tolerados los abusos sufridos por las mujeres y vistos como algo de poca importancia.

El maltrato soportado por Esterlina es tal, que fue notado por otros personajes de la novela, entre estos el más destacado don Pío Prestatore el cual relata, porque llamó a la joven Esterlina Aguante (Id: 47) “A buen consejo del religioso, la joven fue inscrita bajo el irónico nombre se Esterlina Aguante, pues de acuerdo con el buen criterio del cura, como la esposa llevaba una vida de perro, el nombre le venía como anillo al dedo”. Y la misma Esterlina expresa las dificultades que pasaba al lado de su esposo Rufino (Id: 47) “¡Jamás fue fácil soportar al maniático de Rufino, pues aunque tenía montones de billetes, lo que era a mi, le costaba darme un peso para comprar un calzón de los que pasan vendiendo los turcos!”, queda reflejado como las mujeres sufren al lado de sus esposos, como tienen que callar los abusos

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