ENSAYO BLOQUE III, ASIGNATURA REGIONAL I
cynthiaEspitia19 de Marzo de 2013
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.::INTRODUCCIÓN::.
En este presente trabajo doy a conocer la importancia de los temas del bloque III de la materia asignatura regional I, temas de suma importancia, como la educación intercultural, la educación intercultural bilingüe, la educación comunitaria indígena (CONAFE), y por ultimo la importancia de los materiales educativos para un buen desarrollo de la educación intercultural bilingüe.
Elabore este ensayo con la finalidad de tener mas claro el tema del bilingüismo, el por que es importante saber a que se refiere esto, y para tener un acercamiento o noción a lo que me puedo enfrentar hoy en día como futura educadora.
El presente trabajo esta dividido por los 4 temas que mencione anteriormente, una introducción y una conclusión.
En este trabajo presentaré algunas reflexiones sobre las implicaciones de una educación en la interculturalidad de calidad. Mis reflexiones están inspiradas en conocidas experiencias de trabajo docente en el campo de la educación intercultural, en experiencias educativas con pueblos indígenas. Sus lecciones son aplicables a realidades interculturales de distinta naturaleza, como las de muchos países del hemisferio norte.
Para llegar a ello debo compartir, en primer lugar, algunas reflexiones en torno al significado de la interculturalidad. La interculturalidad si hemos de hablar de educación intercultural es importante decir qué entendemos por interculturalidad. Es un concepto en construcción, por eso es imposible dar una definición consolidada, pero sí me propongo al menos caracterizar esta noción para entender lo que está detrás de él cuando lo empleamos vinculado a la actividad educativa.
De hecho, como sabemos, en las realidades multiculturales existen profundas asimetrías, es decir, relaciones de poder que discriminan a unas culturas en relación con otras. Se pueden generar relaciones de segregación y de discriminación cuando simplemente existe una realidad multicultural.
Partimos, respecto de las culturas indígenas, de una historia de opresión y explotación que nos conduce a una realidad de mestizaje de diferente intensidad en los diversos países en la que predominan la segregación y el olvido de las culturas indígenas por parte de la cultura dominante, sin que con ello dejen de existir la opresión y la explotación.
“EDUCACIÓN INTERCULTURAL: REFLEXIONES A LA LUZ DE EXPERIENCIAS DOCENTES”
Silvia Schmelkes.
La interculturalidad, desde su concepción misma, niega la existencia de asimetrías debidas a relaciones de poder. Asume que la diversidad es una riqueza. A diferencia del integracionismo, la segregación o el olvido, que buscan eliminar las diferencias, la interculturalidad asume la diferencia no sólo como algo necesario sino como algo virtuoso. Esta interculturalidad, que supone una relación, incluye también comprensión y respeto entre las culturas. Como punto de llegada, como utopía creadora, no admite asimetrías. La interculturalidad como punto de llegada es un ingrediente de las culturas democráticas. Ninguna sociedad multicultural que aspire a la democracia puede ser verdaderamente democrática si no transita de la multiculturalidad a la interculturalidad, y la interacción entre las culturas es para el mutuo enriquecimiento de aquellas que entran en relación. El concepto de raza se construye 3 en situaciones determinadas y se utiliza en beneficio del grupo que lo construye. La multiculturalidad puede entender al otro como aquel cuya diferencia tiene que borrar. El sujeto diferente tiene que dejar de serlo para poder interactuar con la cultura dominante. No se le deja ser. Se trata de una concepción antiontológica del ser humano porque no se le permite ser. La multiculturalidad puede, por otro lado, reconocer al otro como diferente, pero apartarlo por ser distinto.
La interculturalidad, por el contrario, reconoce al otro como diferente, pero no lo borra ni lo aparta. Busca comprenderlo y lo respeta. En la realidad intercultural el sujeto (individual y social) se puede relacionar desde su diferencia con el que se considera diferente, el minoritario. Pero el mayoritario entiende que el diferente puede crecer desde su diferencia.
Esto es justamente lo que está detrás del concepto de autonomía, que en lo social equivale a la autodeterminación en lo individual.
La relación cultural verdadera florece cuando se van desvaneciendo, como proceso social, las asimetrías. La educación para la interculturalidad Es necesario aceptar que en la realidad multicultural existen tremendas asimetrías. La más evidente y lacerante es la socioeconómica. Las minorías culturales, en general, viven en proporción mucho mayor realidades de pobreza y pobreza extrema.
A la educación no le corresponde combatir todas estas asimetrías, pero sí algunas. Si la educación persigue contribuir a la construcción de una realidad intercultural, tiene que abordar estas asimetrías para irlas desvaneciendo, erradicando, para desmontarlas de las relaciones entre los seres humanos. Son dos asimetrías las que creo que debe combatir la educación. La primera es la escolar. En nuestros países las minorías culturales suelen presentar los índices más elevados de analfabetismo, y las escuelas que las atienden tienen índices más altos de reprobación y deserción escolar.
La relación cultural verdadera florece cuando se van desvaneciendo, como proceso social, las asimetrías.
Así, la asimetría escolar tiene causas estructurales y atribuibles al funcionamiento cotidiano de la escuela y el aula. Desde luego, los planteles que obtienen buenos resultados son excepcionales. Lo que suele ocurrir es que el sistema educativo, la escuela singular y el docente reproducen en el aula las desigualdades externas y convierten a la actividad educativa en una causa más de asimetría entre grupos culturales. Para construir la interculturalidad, de lo que se trata es de que la política educativa, cada plantel educativo, y cada docente en el aula, se propongan de manera explícita combatir las asimetrías escolares.
La segunda asimetría objeto de atención educativa es lo que, a falta de un mejor nombre, he llamado asimetría valorativa. Me refiero fundamentalmente a la valoración de lo propio por parte de las culturas minoritarias, a la autoestima cultural, a la necesidad de creer en lo que se es y de reconocerse creador de cultura desde el espacio de lo que se es.
La asimetría valorativa es manifestación de la introyección del racismo y un fuerte impedimento para la interculturalidad como la hemos venido caracterizando. Educación intercultural para toda la población En muchos de nuestros países la educación intercultural se reduce a la destinada a los grupos indígenas. Se habla de educación bilingüe intercultural porque la modalidad educativa para estos grupos busca que los indígenas conozcan y valoren su cultura y dominen su lengua, pero que a la vez descubran la riqueza de los otros grupos culturales que habitan el planeta, en especial la de aquellos con quienes comparten el territorio. Pero en sentido estricto la educación para la interculturalidad no es tal si no se dirige a toda la población. Bolivia se plantea en su reforma educativa reciente una educación intercultural para todos los habitantes.
La educación intercultural tiene que ser para toda la población, de lo contrario no podemos hablar de este tipo de instrucción. Sería una contradicción, un absurdo hacerlo. Si hablamos de una relación entre culturas desde una posición ética distinta, basada en el respeto, la educación intercultural tiene que ser para todos. Tres escenarios de interculturalidad A pesar de lo anterior, en países como México existen al menos tres realidades distintas que, en cuanto a la educación para la interculturalidad, han de ser abordadas de manera distinta. Me voy a referir a tres escenarios, consciente de que se trata de tipos ideales que no se presentan puros en la realidad. Minoritario “homogéneo” Es evidente que ningún grupo, por más aislado que se encuentre, es enteramente homogéneo en lo cultural. No obstante, son grupos culturales minoritarios que viven en territorios circunscritos y asisten a escuelas que atienden sólo a niños y niñas del mismo grupo.
En este escenario la actividad educativa que intente combatir las asimetrías debe proponerse:
• Ofrecer una educación de primera calidad a sus alumnos. En la escuela de nivel básico esto significa asegurar que todos los alumnos logren el pleno dominio de los objetivos nacionales. Las escuelas deben funcionar de manera tal que no se generen desigualdades o privilegios en su interior.
• Además, si estos grupos tienen una lengua propia, a los objetivos comunes se agrega el de lograr un bilingüismo oral y escrito fluido en la lengua nacional y en la lengua materna. • Un elemento central de la educación intercultural para estos grupos es el conocimiento de la cultura propia. El objetivo es que lleguen a valorarla y a entenderse a sí mismos como creadores en y desde su propia cultura.
Estas experiencias persiguen el fortalecimiento de la lengua materna y no sólo su uso instrumental para el acceso al castellano. Al menos en un caso del que disponemos de información se demuestra un logro adecuado de los objetivos nacionales en lo relativo a las habilidades básicas y el conocimiento de su país (historia, geografía y civismo). En los países andinos existen innumerables experiencias similares, gran cantidad de ellas con muchos años de existencia, que apuntan en el mismo sentido.
A pesar
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