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ESTADO DEL ARTE APROXIMADO DE LA INVESTIGACIÓN EDUCATIVA EN VENEZUELA

Ivonne7217 de Marzo de 2014

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INTRODUCCIÓN

Las modernas clases sociales responden en su mayoría a la intensa exigencia del hombre por perfeccionar, redefinir, mejorar y evolucionar las técnicas, programas, métodos y procedimientos para adecuarlos a la nueva realidad social del país. A tal efecto, la Investigación Educativa juega un papel preponderante en el crecimiento y desarrollo de cualquier actividad, debido a que lleva inmersa la capacidad para propiciar cambios en el comportamiento de las personas que participan en un proyecto de reflexión y construcción del pensamiento que en el corto, mediano y largo plazo, para que se puedan reflejar en el producto final de los planes trazados en un principio.

De esta manera, las acciones a ejecutar, los escenarios previstos, los organismos públicos y privados que tienen inherencia directa en las estrategias y la intencionalidad para lograr el factor modificador. Por ello, deben tener presente diversas variantes que promuevan desde la raíz a enriquecer la producción científica para que emerjan planes coherentes, cónsonos e idóneos al contexto y tiempo de ejecución en una nueva concepción metodológica de pertenencia y profundidad sobre la problemática educativa en base a la razón socializadora.

En esta misma dirección, cabe preguntarse si la Investigación Educativa está directamente relacionada con la objetividad, factibilidad, funcionalidad, estrategias y alcances, con la intencionalidad de aplicar lo teórico en concordancia con lo práctico. Por una parte, permite la praxis de una multiplicidad de procesos crear la flexibilidad necesaria que conlleva la abstracción de ideas y experiencias aplicables a otras áreas del saber con un sentido que le devuelve el valor al ser con un enfoque humanista. Por la otra, se cita la perspectiva del investigador que encuentra satisfacción de bienestar general del prójimo a partir del valor agregado que representa el producto de su investigación. De allí que Fayol (1916) señale que: “una de las más vivas satisfacciones del hombre inteligente es concebir un plan y asegurar su buen éxito y que esta posibilidad de concebir y ejecutar descansa en la iniciativa”, lo cual subraya la capacidad que posee y pone en práctica el investigador como planificador para prever las decisiones, acciones, el resultado que las mismas tienen en el tiempo y la forma en que puede traducirse este efecto transformador, cosa que no sucedió cuando en un principio cuando la Investigación Educativa estaba asociada a la planificación.

En este sentido, se presenta el binomio investigación y planificación como la combinación tecnológica, humana y de recursos que surgió y evolucionó a partir de la Revolución Industrial en la Alemania a principios del siglo pasado y que tiene cierta presencia en nuestro país en el marco de los últimos sesenta años con la finalidad de facilitar y ampliar la capacidad de investigación hacia el logro de objetivos y posibilitar los cambios necesarios de ese proceso.

Newman (1988) hace mención que: “Investigar es determinar qué se ha de hacer”. Partiendo de lo anteriormente expuesto, se crea el compromiso de interpretar los escenarios y posturas que pueden permitir cumplir con lo pautado en el proceso de investigación desde lo social en el campo educativo, por lo que se debe tener presente si en la práctica el deber ser es tener un sentido coherente, racional y secuencial que permita reducir los márgenes de error en las tomas de decisiones, en la administración de los recursos, del tiempo, el espacio y sobre todo del impacto social que dicha transformación pueda producir y si ser parte de un proceso global que abarca irremediablemente un buen número de variables brinda la flexibilidad suficiente para promover el crecimiento sobre la base de diagnosticar las necesidades, establecer los objetivos, definir el plan y presentar propuestas.

ESTADO DEL ARTE APROXIMADO DE LA

INVESTIGACIÓN EDUCATIVA EN VENEZUELA

La realidad latinoamericana nos inicia en un proceso que relata los principios y alcances que los planes de la investigación educativa deben alcanzar para lograr atender el desarrollo de la expansión lineal de la educación, para encontrar los medios que permitan armonizar los principios educativos de la investigación con la sociedad, para contribuir a la renovación de los sistemas educativos y mejorar el proceso de aprendizaje. No obstante, la investigación educativa es concebida por Delgado (2002) como:

“...acto sustantivo y comprometido que tiene el propósito de abordar las problemáticas y situaciones que afectan un contexto socio educativo particular, con el fin de producir o descubrir nuevos elementos teóricos y realizar las acciones que modifiquen o transformen la realidad estudiada”.

Pese a ello, su evolución ha sido difícil de asimilar por parte de las naciones debido a que no están claros los conceptos, objetivos, misión y visión que se desean alcanzar en esta materia y los caminos que se tienen que arar para la construcción e implementación de un currículo que permita edificar la investigación educativa en un sistema que fije su rumbo hacia el mejoramiento del proceso de aprendizaje en concordancia de las necesidades sociales, ya que lo cotidiano es que se reconozcan como investigaciones científicas relacionadas con los trabajos de grado, las tesis doctorales y de ascenso académico cuantificables, con lo cual se reduce o simplifica significativamente el carácter que tiene la investigación cualitativa, Morlés (2002).

En Venezuela, los últimos setenta años han estado enmarcados en un proceso educativo lleno de necesidades que han motivado el acercamiento de diferentes áreas del saber que no habían calado dentro de la estructura educativa de una nación que no encamino sus esfuerzos y recursos hacia la construcción de una nueva realidad que rompa con todos los paradigmas hasta ahora impuestos por los proyectos curriculares foráneos, tal como lo expone Arend (1999) al afirmar que la Investigación Educativa: “…está condicionada por la concepción positivista de la educación y de la sociedad en la que se imponen teorías y metodologías que predeterminan la realidad contextual objeto de investigación y la forma cómo abordarlas”. Según se ha citado, el ser humano, sus fortalezas cualitativas y el beneficio social pasan a un segundo plano, mientras se privilegian los alcances que en materia tangible y de prestigio aportaban para las instituciones educativas.

En efecto, no existe un solo camino o una sola vertiente para la construcción del conocimiento en cuanto a técnicas, estrategias, métodos y procedimientos respecta, pero si se debe ser asertivo desde el instante que se confronta o asume una posición ante una situación que puede ser adversa o representar un escollo para el colectivo. Es por ello, que la implementación de nuevas estrategias desde el campo cualitativo, se convierte en la herramienta ideal para acercarnos por medio de la investigación para el tratamiento de una realidad social que debe ser abordada más allá del objetivismo y el instrumentalismo, con el propósito de aproximarnos y revelar nuevas propuestas dentro del estado socio-educativo y desde el contexto de lo humano.

De esta manera, se ha venido cosechando el cultivo que conlleva irremediablemente al caos de modelos adoptados que no responden a la realidad venezolana desde el punto de vista profesional y del currículo, tal como lo aclara Delgado (2002) al declarar: “…los proyectos educativos que se planifican, la discusión debe partir de considerar en primer lugar, el carácter doctrinario del currículo”. Por tanto, el perfil y el currículo que cobija la embestidura del investigador en el país, no ha sido edificada sobre la base de cimientos que respondan a los principios epistemológicos, teóricos objetivos, racionales y coherentes desde el punto de vista técnico y social.

Partiendo de la observación anterior, se dilucida que los métodos y sistemas hasta ahora implementados responden a los intereses de los organismos que llevan la batuta del poder en nuestra sociedad, ya que este instrumento determina el común denominador del ciudadano que se desea formar y con ello, las estructuras de las instituciones que la rigen. Delgado (2002) expone: “…la educación y la investigación educativa son utilizadas como instrumentos para alcanzar metas compatibles con los intereses de dichos proyectos”. En consecuencia, es improrrogable definir e identificar cuáles son los elementos que relentecen los procesos de cambio que permita encaminar los esfuerzos hacia la transformación desde la reflexión, para la implementación práctica fundamentada en el pensamiento filosófico de un currículo que no solamente norme los procedimientos, se adapte a la realidad social, técnica, científica, económica de la nación, sino que toque la fibra sensibilizadora del investigador.

Actualmente, la Investigación Educativa se encuentra enfocada desde el punto de vista cualitativo en abordar las problemáticas y situaciones del proceso educativo, para producir o descubrir nuevos elementos que integren las realidades encontradas partiendo de lo cognitivo y lo valorativo para generar nuevos conocimientos que sean la base de teorías, reflexiones y acciones. Sin embargo, Quintero (1980) expone: “…las reformas educativas tienen visos de humanismo, pero son sólo reformas, ya que el núcleo central se mantiene intacto”. Es por ello, que se orientan los esfuerzos por generar un cúmulo de teorías sustantivas que tengan fundamento dentro de la realidad humanista social del objeto de investigación, para establecer el vínculo necesario que permita escuchar, conocer, comprender y descubrir el contexto que envuelve la problemática con

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