ESTRATEGIAS DIDÁCTICAS COMO VÍA PARA MEJORAR LA CONVIVENCIA ESCOLAR
milenis2 de Febrero de 2012
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MODELO INNOVADOR PARA LA FORMACIÓN DE LICENCIADOS EN
EDUCACIÓN BASADO EN LA PEDAGOGÍA DE LA EDUCACIÓN POPULAR,
LA SISTEMATIZACIÓN DE LA PRÁCTICA Y LA INCORPORACIÓN DE
NUEVAS TECNOLOGÍAS A LOS PROCESOS DE APRENDIZAJE
Convenio UNESR - FE Y ALEGRÍA
Nº 404 del 7 de febrero de 2007 y firmado el 13 de marzo de 2007
Comunidad de Aprendizaje: EMPRENDEDORES DE OCCIDENTE
ESTRATEGIAS DIDÁCTICAS COMO VÍA PARA MEJORAR
LA CONVIVENCIA ESCOLAR
EN LA U.E. COLEGIO “APOSTÓLICO SAN JOSÉ”
Facilitadora: Participante:
VERÓNICA CARREÑO MILENIS DEL V. RANGEL V.
C.I. V- 12.405.590 C.I. V-11.321.776
Barquisimeto, Noviembre, 2.011
INTRODUCCIÓN
El presente trabajo aborda el tema de la convivencia escolar no sólo por ser una de las realidades que más preocupa actualmente a nivel educativo, sino porque ser educadora popular me compromete a apostar cada día dentro y fuera del aula por estrategias que generen ambientes que motiven a la vida y a la paz, sobre todo en lugares donde lo que se ve es pobreza, violencia, olvido social, pues muy bien lo dice Pernalete (2.010): “La paz hay que encontrarla y hacerla crecer para que le gane terreno a la violencia, que también existe” (p.30); y más adelante, Pernalete (ob.cit) afirma otra gran verdad: “Sembrar y cultivar la paz personal, requiere de un proceso” (p.31)
Adicionalmente, considero necesario reflexionar e investigar sobre este tema, ya que he descubierto por experiencia que la calidad educativa de toda institución evoluciona según el contexto en el que está inmerso. De ser así, no se puede concebir un centro educativo conflictivo y violento, pues sus resultados jamás se aproximarán a la formación integral y en valores de sus miembros, propio de la educación católica, por el contrario, apuntarán siempre hacia el caos, estancamiento y exclusión.
Enmarcado en lo antes expuesto, esta investigación tiene como objetivo aplicar estrategias didácticas a fin de mejorar la convivencia escolar en la Unidad Educativa “Colegio Apostólico San José”, desde un proceso experiencial, pero a la vez sistemático, por ser este uno de los tantos centros educativos que se ve afectado por situaciones de conflicto y agresividad propios de la realidad social actual.
Por las consideraciones anteriores, este trabajo se desarrolla en tres capítulos que abarcan:
En el capítulo I titulado “La Convivencia escolar: una tarea apremiante”, se presenta a grandes rasgos la realidad actual de conflicto y violencia escolar y el caso particular de la Unidad Educativa Colegio Apostólico San José, enfatizando en la sensibilización que se fue produciendo en todos los miembros de esta institución desde unas estrategias pedagógicas llamadas “el ABC de la convivencia escolar”, que ayudó a tomar conciencia de la realidad de conflicto y violencia en el que estaba entrando el centro educativo y la urgencia de asumir un compromiso colectivo por consolidar la paz y la sana convivencia.
En el capítulo II denominado “La Convivencia escolar: un compromiso de todos” se puntualizan los momentos y experiencias vividas por la comunidad educativa para consolidar la Convivencia escolar, resaltando el reconocimiento de que es una tarea de todas y todos los miembros, donde cada uno tiene su parte importante y es responsable del proceso.
En el capítulo III titulado “La Convivencia escolar: un camino iniciado” hace referencia a los logros que se fueron obteniendo a lo largo del proceso y de los retos que surgieron luego de la experiencia vivida, todo dentro del marco formativo, celebrativo y de incidencia en lo social – comunitario.
Así mismo, se presentan las conclusiones del trabajo y algunas recomendaciones, resaltando los efectos producidos por la investigación en el ámbito personal, académico y profesional; además, se incluyen las referencias bibliográficas y algunos anexos que evidencian el trabajo realizado y el aprendizaje obtenido.
Por todo lo dicho, considero valioso señalar que este trabajo está hecho para aportar a cualquier lector(a) interesado(a) por construir paz y sana convivencia en el sitio donde esté y que, por supuesto, no agota el tema, más bien, motiva a profundizar cada vez más en esta realidad tan compleja, pero tan retadora, como es la convivencia escolar.
CAPÍTULO I
LA CONVIVENCIA ESCOLAR: UNA TAREA APREMIANTE
Hoy en día, la escuela, como otras instancias sociales, vive y padece los efectos producidos por la crisis social que se atraviesa, hecho que se pone de manifiesto en problemáticas concretas y observables: una sociedad permisiva (todo se vale, todo se puede), los cambios en el papel de la familia, la pérdida de valores, sobre todo el de la paz y la tolerancia, y podría señalar como otro punto, los modelos emitidos por los medios de comunicación, que en general, son modelos que generan e incitan a la violencia.
Más allá de unos y otros, hay también factores propiamente educativos que no se pueden obviar, como son el tipo de enseñanza y de currículo con que se cuenta, las metodologías utilizadas, los resultados académicos de los estudiantes, la organización de los propios centros, el tipo de relaciones y el nivel de participación que se establece, tanto entre los estudiantes entre sí, como con los y las docentes y entre éstos y las familias. Todo esto hace demasiado compleja y difícil esta realidad de convivencia escolar, más si se toma como referencia lo escrito por Zurbano (1.998):
La escuela no puede reducir su acción educativa a la enseñanza de unos conocimientos científicos. Tiene que contribuir al desarrollo de toda la personalidad. Y una parte esencial de la persona es su dimensión social. Por eso, la convivencia debe ser objetivo fundamental de la escuela. (p.13)
En mi caso particular, me remito a la experiencia que he vivido en los últimos dos años en la Unidad Educativa “Colegio Apostólico San José”, donde trabajo como Coordinadora de Pastoral desde hace cuatro años y diez meses, pues, lamentablemente, no se aleja de la realidad descrita en los párrafos anteriores, por el contrario, pareciera una radiografía de lo que vivimos como institución educativa frente a la Convivencia escolar, que más que una inquietud, no sólo de mi parte, sino de algunos de los que allí laboramos, es una necesidad apremiante, como bien hace referencia el título de este capítulo, ya que se empezó a percibir por parte de algunos miembros del personal, particularmente de algunas docentes, las repetidas situaciones de indisciplina e incluso de violencia en un buen grupo de estudiantes, constituyéndose en una gran preocupación para todos, pues paulatinamente se iba deteriorando la experiencia de convivencia sana y respetuosa que ha caracterizado nuestro Colegio.
Tomando como base lo antes señalado y queriendo dar un impulso al trabajo pastoral de dicha entidad educativa, asumí desarrollar como proyecto pedagógico en el proceso de profesionalización docente, unas estrategias didácticas que titulé: ”El ABC de la Convivencia Escolar” queriendo con ello lograr todo un proceso de mejora de la convivencia de la institución desde tres fases o momentos: “A” de Asumir una realidad de conflicto escolar; “B” de Buscar caminos de mejora de la convivencia tanto dentro, como fuera de las aulas de clase y “C” de Construir entre todos una manera concreta de recuperar la paz y la convivencia como institución AVEC.
No obstante, para dar el primer paso que era ASUMIR que la Institución estaba inmersa en esa realidad de violencia escolar y buscar las soluciones pertinentes, se tuvo que iniciar todo un proceso de identificación del problema, partiendo de un análisis de la realidad, basado en la observación participante, acogiendo lo dicho por Méndez (1.985) que señala: “Como técnica de investigación la observación participante, es utilizada para compartir con los investigados su contexto, experiencia y vida cotidiana, para conocer directamente toda la información que poseen los sujetos de estudio sobre su propia realidad” (p.4).
Así pues, al aplicar esta técnica, logré constatar que era una realidad generalizada, suscitada por un pequeño grupo de estudiantes, que afectaban el proceso de enseñanza – aprendizaje de la mayoría y desviaban de igual modo el ideario de la institución que es el de formar integralmente desde los valores humano – cristianos, por ser un colegio católico; entre las actitudes observadas en algunos de nuestros niños y niñas se resaltan las siguientes: posiciones inapropiadas en formación en el patio, en actos cívicos o celebraciones litúrgicas; igualmente el no acatar normas, negación de las faltas, usar útiles de otros sin su consentimiento, burlarse de las cualidades físicas, emocionales o intelectuales de otros(as), hacer comentarios malintencionados o destructivos de otros, eludir el trabajo escolar y por ende tener un bajo rendimiento académico, interrumpir consecutivamente las actividades dentro del aula, llamar por sobrenombres ofensivos a otros, mostrar actitudes desafiantes a las docentes u otro personal de la institución,
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