Educacion Popular
HEDIGLEZ21 de Febrero de 2014
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Educación Popular
en el Proyecto Fe y Alegría
La Educación Popular es una Educación que parte de un principio de Intencionalidad Transformadora. Es una propuesta educativa que haga a los pobres sujetos de vida digna y ciudadanía responsable capaces de construir en colectivo la propia historia.
Para Pablo Freire consistía enprácticas educativas orientadas a desarrollar la capacidad de leer la realidad, decir la propia palabra y escribir la historia de la liberación personal y comunitaria. La Educación Popular surge de la vida del mismo pueblo, de sus valores y experiencias, de sus expresiones culturales y de su capacidad de lucha y resistencia. Se orienta, en definitiva, a formar personas solidarias y ciudadanos responsables, capaces de imaginar un modelo de sociedad distinto y de comprometerse en su construcción. Es una educación que defiende la vocación histórica de cada hombre y de cada mujer como artífices de futuro, el valor humano y cristiano de la utopía, que impulsa a salir de la mediocridad y a buscar formas de vida cada vez más humanas.
1 La EducaciónPopular enFe y Alegría
Fe y Alegría se caracteriza por ser un Movimiento de Educación Popular. Aquí está contenida la esencia de Fe y Alegría. Al definirse como Movimiento, quedan desbordados los límites de la institución. No se puede reducir meramente a Fe y Alegría a una red de centros y programas educativos. Fe y Alegría es la puesta en marcha de un conjunto de ideales que se siembran en personas y en distintas instancias sociales. Fe y Alegría entiende el Movimiento como “agrupación de personas en continuo dinamismo y crecimiento –contrario al estancamiento, conformismo y aburguesamiento- que camina en busca de nuevas respuestas a las necesidades humanas”.
En cuanto al término Popular, es necesario clarificar su sentido, dado que es de una gran ambigüedad y se presta a muy variados significados. Sin pretender ser exhaustivos y limitándonos tan sólo a los usos más frecuentes, la palabra popular se puede utilizar como sinónimo de totalidad. Pueblo somos todos (“el pueblo ecuatoriano”, “el pueblo boliviano”…). Según esta concepción, toda educación necesariamente sería popular. Algunos definen la Educación Popular por oposición a la privada o “de pago”. La Educación Popular se identifica entonces con la pública u oficial, que suele ser gratuita. En este sentido hay que entender los fervientes llamados que se vienen haciendo a defender la Educación Popular frente a las tendencias privatizadoras. Otros muchos (posiblemente aquí haya que incluir a gran parte del personal de Fe y Alegría) entienden la Educación Popular como la que se imparte a los pobres: los habitantes de los barrios, los campesinos, los indígenas, todos los que se encuentran marginados o excluidos del poder político, económico o social.
Según esta concepción, bastaría con abrir centros o programas en zonas marginales para, sin más, pertenecer a la Educación Popular. Existe también un uso generalizado de lo popular como algo de segunda categoría, baja calidad, precios inferiores, accesible a las mayorías (mercado popular, comedor popular, entrada popular, carro popular…), en contraposición a lo elitesco, lo costoso, lo exclusivo…
Hay quienes siguen todavía identificando la Educación Popular con prácticas educativas no formales, de capacitación o formación, que se dan en contextos fuera del sistema educativo formal y se relacionan fundamentalmente con adultos. Y no faltan los que consideran que hoy, tras el derrumbe del Muro de Berlín, que simbolizó la caída estrepitosa de los socialismos reales, y el triunfo hegemónico del neoliberalismo, no tiene sentido seguir hablando de Educación Popular, término que debe ser definitivamente borrado de las agendas educativas. Para los que vocean el fin de las utopías y de la historia, es inconcebible una educación que no renuncia a la esperanza, a los sueños y a las transformaciones sociales profundas.
Frente a todas estas concepciones, Fe y Alegría define la Educación Popular, no tanto por sus destinatarios o modalidades, sino por su intencionalidad transformadora, y la entiende como un movimiento alternativo, enfrentado a las prácticas educativas tradicionales, que intenta promover una sociedad más democrática y más justa.
1.1. La Educación Popular comopropuesta ética, política y pedagógica
La Educación Popular no sólo implica una opciónexclusiva por los más pobres y excluidos, sino que exige lagestación de una propuesta educativa que los haga sujetos de vida digna y de ciudadanía responsable, capaces de construir encolectivo la propia historia. Se trata, en términos de Paulo Freire,educador brasileño en cuyas ideas se enraíza la Educación Popular,de prácticas educativas orientadas a desarrollar la capacidadde leer la realidad, decir la propia palabra y escribir la historiade la liberación personal y comunitaria. La Educación Popularsurge de la vida del mismo pueblo, de sus valores y experiencias,de sus expresiones culturales y de su capacidad de lucha yresistencia. Se orienta, en definitiva, a formar personas solidariasy ciudadanos responsables, capaces de imaginar un modelo desociedad distinto y de comprometerse en su construcción. Es unaeducación que defiende la vocación histórica de cada hombre yde cada mujer como artífices de futuro, el valor humano y cristianode la utopía, que impulsa a salir de la mediocridad y a buscarformas de vida cada vez más humanas.
En definitiva, Fe y Alegría concibe y asume la EducaciónPopular3 como una propuesta ética, política y pedagógica paratransformar la sociedad, de modo que los pobres y excluidos seconviertan en sujetos de poder y actores de su vida y de unproyecto humanizador de sociedad y de nación. Ese proyecto lovisualizamos hoy como de una democracia sustantiva e integral,cimentada sobre la vivencia de los derechos y el cumplimientoresponsable de los deberes y obligaciones. Democracia, enconsecuencia, participativa y social, en la que se respetan ladiversidad y las diferencias, capaz de garantizar a todos el disfrutede los bienes y servicios esenciales y el pleno ejercicio de laciudadanía.
Si decimos que la Educación Popular es una propuesta ética, política y pedagógica para transformar la sociedad, no podemos olvidar que para nosotros, en Fe y Alegría, la raíz fundamental de nuestra propuesta política y pedagógica está en la ética. Porque reconocemos que todos los hombres y mujeres, como hijos de un Dios que es Padre común, somos únicos e irrepetibles, esencialmente iguales, portadores de valores, con una misión en la vida, nos oponemos a todas las formas de dominación y de discriminación y, en consecuencia, no aceptamos una sociedad que excluye y niega la vida a las mayorías.
Por eso, denunciamos el mundo actual y optamos por esas mayorías, cada vez más despojadas de vida y de dignidad, y con ellas, como protagonistas y sujetos históricos, nos comprometemos a transformar la sociedad, a ir transformando nuestras prácticas y relaciones cotidianas, y a irnos transformando nosotros, pues somos muy conscientes de que sólo en la medida en que nos esforcemos por ser hombres y mujeres nuevos, por encarnar en nuestras vidas y prácticas los valores que pretendemos, estaremos contribuyendo a gestar la nueva sociedad. Sociedad profundamente democrática y participativa, de verdaderos ciudadanos con voz y con poder.
En América Latina regresaron las democracias, pero no los ciudadanos. Democracias de baja intensidad, sin participación. Hoy se esgrime la democracia formal como bandera definitiva, como un fin absoluto e irrenunciable, pero cada vez se entiende menos como un medio para una justicia y libertad mayores. Lagenuina democracia debe garantizar los derechos fundamentales de todos; implica igualdad de opciones y de oportunidades en seguridad, educación, vivienda, capacidad de pensar por sí mismo, sin ser esclavo de la autoridad ni de las propagandas. Con frecuencia se utiliza la miseria del pueblo para levantar o manteneremotivamente el poder. El poder, como escribe Sánchez Torrado, “produce esclerosis y miopía. Lo que debería ser un medio, se convierte en fin: mantenerse en el poder. La estrategia sustituye la utopía. Cada vez se hace más amenazadora la perversión del poder y con ella, la perversión del hombre. El poder comopresencia dominante y como valor absoluto contamina la libertad e impide el recto ejercicio de la democracia”.
De ahí la necesidad de superar las meras democracias electoreras, penetradas por la ineficiencia, la corrupción y el clientelismo, que parecen haber renunciado a su objetivo esencial de garantizar a todos los ciudadanos condiciones de vida digna, garantizando el respeto a los derechos humanos, la justicia y laequidad. Hay que avanzar, como nos lo propone Bengoa, de las democracias meramente políticas o formales, a democracias distributivas o fundamentales, capaces de garantizar el acceso a bienes y servicios en igualdad de oportunidades a toda la población, priorizando a los más necesitados; y de ahí ademocracias sustantivas, que garanticen formas de relación, convivencia, comunicación y autoridad, participativas, horizontales y equitativas en todos los espacios cotidianos de la pareja, familia, escuela y trabajo.
La democracia sustantiva rechaza todo tipo de autoritarismo y discriminación y combate la pobreza, la miseria y la ignorancia como atentados contra la humanidad, y como impedimentos esenciales para el ejercicio de la ciudadanía y para un desarrollo sustentable. En palabras de Tedesco5 “ningún sistema basado en la
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