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Educacion Superior En México


Enviado por   •  2 de Agosto de 2011  •  2.579 Palabras (11 Páginas)  •  1.182 Visitas

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I. Una mirada al pasado

Es necesario como principio hacer un análisis histórico para poder presentar las tendencias de la educación superior en nuestro país. Son varios factores los que van a marcar el rumbo de la educación superior y sus expectativas para el futuro. Por ejemplo, lo que necesita la sociedad de la universidad, la dependencia que ha tenido la universidad con el Estado, los cambios que se están dando en el escenario internacional, etc.

No es un análisis exhaustivo de la historia referida al campo de la educación superior sino una síntesis de los principales factores que intervienen para que hoy se planteen nuevos retos a las universidades.

A partir de los años setenta se da un incremento en la población universitaria esto gracias a las reformas de 1972 que llevaron a la creación de instituciones de educación superior, públicas y privadas. Era una clara muestra de ampliar los servicios educativos en el país. Además de esto se puso atención en la mejor de los servicios que se brindaban en dichas instituciones. Se impulsaron las especializaciones y posgrados, se inician los sistemas abiertos, etc.

El gobierno tenía una clara preocupación por aspectos cuantitativos sin importarles cuestiones de calidad. Se les daban bastantes recursos a las escuelas superiores públicas sin una clara rendición de cuentas.

“El escenario facilitaba esta actitud benigna y negligente pues había una relativa abundancia de recursos gubernamentales y un alto grado de conflictividad real o potencial debido al síndrome del movimiento estudiantil de 1968, que se deseaba no derivara en mayores tensiones. No sólo existía una postura antigobernante entre los estudiantes sino que apareció con gran fuerza la politización y el surgimiento del sindicalismo entre los trabajadores universitarios.”

También disminuyó la eficiencia en los egresados, el número de los universitarios iba en aumento. En la década de los ochenta se estabilizan estas dos tendencias.

La crisis económica de 1982 fue el motivo de la desaceleración. Las instituciones se vieron afectadas al reducirles el gasto que se les brindaba para instalaciones y equipo, en investigación y en sueldos de los maestros. Muchas familias no tenían como solventar la carrera universitaria de sus hijos. Aparte las presiones que se tenían por parte de FMI y del Banco Mundial favorecieron la desaceleración pero no así en las instituciones privadas. En esta década se abandona la reforma que se había efectuado en 1972. Los cambios en la política afectaron el sector de la educación. Las relaciones de las universidades públicas y el Estado se vieron deterioradas. El rector de la UNAM (Carpizo) propuso unas reformas que tuvieron como consecuencias una huelga como consecuencia de la parálisis institucional que se vivía hasta el momento.

“Esto dio pie a la gestación de un nuevo marco para las relaciones entre el Estado y las universidades, basado en una activa intervención gubernamental en lo que concierne al crecimiento y las orientaciones de las universidades del país –sobre todo de las instituciones públicas-. De la tendencia, en los setentas, de una política benevolente y una planeación indicativa, se fue pasando, a mediados de los ochentas, a las políticas de evaluación ligadas al financiamiento público, lo que significó una participación activa y conducente del sistema educativo superior y de las instituciones universitarias.”

Es hasta este tiempo donde se empieza a tocar el tema de la eficiencia y de la eficacia del trabajo en las universidades públicas, ahora se tendría que evaluar la calidad en las instituciones de educación superior del país.

Lo que pasó a segundo plano fue el tema de la autonomía universitaria quedando opacada la ideología y misión. Los intereses eran otros: los recursos económicos brindados a la educación superior y los criterios de evaluación a estas instituciones. Las universidades buscaron fuentes de financiamiento por su propia cuenta. Recurrieron a la iniciativa privada, a las cuotas de los usuarios del servicio educativo, etc. Para entonces las carreras con mayor demanda eran las carreras que tenían que ver con los servicios (derecho, contaduría, administración) y las que tenían que ver con los servicios de producción de tecnología (ingeniería, electrónica, sistemas, computación) mientras que las que tenían que ver con las disciplinas científicas y sociales se descuidaban. Las que cobraban interés eran las que conducían al trabajo asalariado.

Por tanto en esta década se promueve la calidad de la educación sobre su crecimiento, se resude el subsidio a las universidades públicas, se buscan diversas fuentes de financiamiento, se contiene la matrícula con pretexto de la masificación de la educación, se multiplican las universidades privadas, pero sus población no es mucha. Se puede concluir que en este periodo se disminuye la matrícula de manera general en la educación superior ante un contexto inestable tanto política y económicamente.

En los años noventa se da un proceso de transformación de las relaciones del Estado y las universidades. Se evalúa a las instituciones para otorgarles recursos. Se empieza hablar de globalización y las crisis económicas de algunos países condicionan esta relación. Ahora para asignar recursos a la educación superior es necesario evaluar y controlar la calidad de sus procesos y productos. Así las universidades gozaron de asignación de fondos para proyectos y programas, becas, incentivos, salarios, etc. Surgen procesos de evaluación para la asignación de recursos. Las universidades estaban en relación con las necesidades de la economía y la sociedad.

Hay todo un proceso donde los que interesa es la evaluación y la verificación de los productos. El principio es la vigilancia a distancia y la autonomía regulada del sistema educativo superior y de todas las instituciones que lo integran. El Estado es el evaluador pero con una menor intervención directa y de control, hay más participación de la sociedad en los procesos de evaluación y acreditación, pero tiene mayor injerencia en la conducción y orientación de la misma. Tal parce que el Estado tiende a respetar a la educación superior pero a la vez interviene. Bajo el principio de autonomía regulada las universidades fueron regulando los ajustes y criterios que el gobierno les imponía. Los que importa en esta década era que los egresados de la educación superior fueran eficientes, que tuvieran o aseguraran un trabajo que se relacionara con la industria y la sociedad, etc.

En el año de 1989 se crea la Comisión Nacional de Evaluación de la Educación Superior (CONAEVA) que se encargaba de evaluar a todos los que intervenían en el proceso educativo: profesores,

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