Educación Ambiental

Educación ambiental e interdisciplina.

Partiendo entonces desde este tópico, es esencial reflexionar de manera muy personal lo siguiente: ¿qué se ha hecho en relación de la interdisciplina de la educación ambiental en el sistema educativo nacional de nuestro país, en la medida que ésta se ha considerado como una de las respuestas más idóneas para enfrentar la crisis ambiental?

Bajo esta interrogante, se considera a la Educación Ambiental como un proceso social, continuo, dinámico y en múltiples direcciones (multidireccional) en él se ponen en juego elementos culturales, valores, formas de pensamiento y acción, conocimientos y prácticas educativas; sobre el ambiente, mediante intercambios recíprocos que posibilitan adquirir nuevas capacidades y reconstruir críticamente enfoques y prácticas. Sin embargo como este tipo de problemas no es tan simple de abordar dada la complejidad y seriedad del mismo, pues se asegura que las sociedades de alto consumo son las principales responsables del deterioro ambiental y su destrucción; además de que han envenenado los mares y ríos, han contaminado el aire, debilitado y perforado la capa de ozono y saturado la atmósfera de gases que alteran las condiciones climáticas con efectos catastróficos; por todo lo anteriormente descrito “se requiere ya la urgente la participación generalizada de todos actores”

empresas públicas y privadas, sectores sociales, políticos, la participación ciudadana y desde luego el Sistema Educativo Nacional.

Le corresponde entonces a este último (Sistema Educativo Nacional) accionar aspectos metodológicos en los planes y programas de estudio para el logro de los objetivos en la Estrategia Nacional de Educación Ambiental pues tiene como encargo social la formación de la personalidad de los ciudadanos en las diferentes etapas de su vida.

Sin embargo aunque de manera propia no estoy tan convencido de esta responsabilidad directa que se nos adjudica a los que formamos parte de este Sistema Educativo (autoridades educativas desde Jefes de sector, Supervisores escolares, directores, docentes, etc.) por otra parte si “La Educación Ambiental implica la responsabilización personal del hombre y su participación colectiva”, entonces es necesario acercarnos al Derecho Ambiental como disciplina con alto valor educativo (Formación Cívica y Ética) que contribuye a disciplinar las relaciones del hombre con la naturaleza y la propia sociedad. Aunque al parecer esto no es suficiente El Derecho Ambiental como disciplina puede convertirse en el enlace del resto de las demás disciplinas entre las que destacan la sociología, la economía, las ciencias de la naturaleza, entre otras y que al enlazarse forman el Currículum o Planes de Estudio y bajo estas disciplinas o disciplinariedad se elaboran los mismos, lo cual es indispensable para poder acercarse al conocimiento especifico del objeto o fenómeno y que en este caso es la Educación Ambiental.

Al priorizar el Derecho Ambiental en la Educación Ambiental dentro de nuestro Sistema Educativo Nacional, se potencializa el desarrollo de la relación valor-virtud-actitud-acción que son premisas de gran importancia en la educación para lograr la formación a que se aspira cuyo objetivo final es alcanzar una formación ética inhibidora (que prohíbe) de conductas indeseables.

Por lo tanto, los principios de la Educación Ambiental se centran es este sentido y al considerársele al término Medio Ambiente como el conjunto de elementos que tienen relaciones y conexiones entre si y que forman una determinada integridad o unidad, en donde se involucran múltiples elementos provenientes del medio ambiente físico, biológico, social y económico. en este sentido la multidisciplinariedad o los multiámbitos de trabajo es otro de los principios de la Educación Ambiental puesto

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