El Afrontamiento en la infancia.

Afrontamiento en la infancia

El capítulo que decidido elegir hace referencia al afrontamiento del estrés infantil, capítulo dos. Tal y como apunta el autor, el estrés demanda acción y la acción ha de ser una conducta de afrontamiento, es decir cuando nos sentimos estresados o ligeramente preocupados por algo, nuestro cuerpo tiene un exceso de activación. Ese exceso activación o de energía debe ser canalizada de algún modo. ¿Cómo la canalizamos? Realizando una conducta que requiera un coste de energía, pero que no nos suponga demasiado esfuerzo cognitivo; por ejemplo, una persona que está estresada por los exámenes, puede ser recomendable que haga ejercicio físico. De esta forma podrá quemar ese exceso de energía y, a la vez, le servirá para despejarse mentalmente.

En definitiva se denomina afrontamiento al proceso que el sujeto pone en marcha para hacer frente al estrés, empleando numerosas estrategias y mecanismos psicológicos, bien sea para anularlo o reducirlo.

Un afrontamiento completo supone cierta transformación tanto exterior como interior. De aquí la distinción de Lazarus, el cual concibe dos funciones de afrontamiento, una dirigida al problema objetivo y otra dirigida a la propia emoción para modificar el modo de vivir la situación.

Las estrategias de afrontamiento están presentes en la vida diaria de los niños y niñas, ya que se ven obligados a recurrir a ellas ante los problemas cotidianos de los dominios familiares, escolares, sociales y de la salud. Podemos definirla como el conjunto de acciones que pone en marcha en niño para hacer frente a las situaciones de estrés.

Se ha llegado a diferenciar distintos tipos de estrategias: estrategias adaptativas, son estrategia que se emplea para adaptarse a una situación, y estrategias desadaptativas, en lugar de realizar actividades para mejorar la capacidad de adaptarse, el sujeto interfiere en el problema provocando que éste se mantenga con una duración mayor en el tiempo.

Por ejemplo, un niño o niña con depresión en el caso de querer salir, hacer ejercicios, etc. Estaría utilizando una estrategia adaptativa, sin embargo, si este niño o niña decide estar en su casa aislado, sin contacto social, etc. Estaría empleando una estrategia desadaptativa. Por lo que lo más adecuado en este caso sería poner en marcha las estrategias adaptativas ya que ayudaría al niño a salir o a reducir dicho problema.  

Los recursos de afrontamientos engloban dos dimensiones complementarias de la persona, pueden ser internos, de carácter hereditario, edad y sexo, y externos, aprendidos por la cultura o la sociedad.

Se perciben varias diferencias con respecto al afrontamiento infantil y al afrontamiento del adulto, en primer lugar los adultos tienen mayor repertorio de estrategias de afrontamiento debido a su mayor grado de desarrollo cognitivo/ lingüístico y afectivo/social, mientras que en los niños este desarrollo es mucho menor. En segundo lugar los niños presentan menor experiencia de afrontamiento y menos grado de control sobre las circunstancias. Por último, es evidente que los pequeños se muestran más dependientes del contexto escolar y sociofamiliar que los adultos.

Algunas de las estrategias de afrontamiento infantil propuestas en los últimos veinte años son por ejemplo la estrategia basada en el problema vs estrategia basada en la emoción, el enfoque más conocido es el de Lazarus y Folkman (1984), esta tipología ha sido muy utilizada para estudiar el afrontamiento en la infancia y adolescencia, aunque a pesar de la utilidad de esta estrategia, ha sido criticada por disponer de categorías demasiado amplias que pueden englobar otras categorías particulares. También como otro de los ejemplos que podemos destacar son las tipologías basadas en análisis empírico, este estudio es una muestra de la investigación actual que examina las estrategias de afrontamiento en niños con métodos empíricos y análisis estadísticos. En este análisis empírico, varios autores encuentran que, las estrategias de afrontamiento más utilizadas por los niños o adolescentes son fortalecimiento de la confianza en uno mismo, acción, tomárselo con humor y relajación, etc. Mientras que otros autores encuentran otras estrategias de afrontamiento como por ejemplo acción directa, aceptación, soporte social, relajación, etc.

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