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El Dinero Y La Motivación


Enviado por   •  3 de Noviembre de 2011  •  2.092 Palabras (9 Páginas)  •  535 Visitas

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EL DINERO Y LA MOTIVACIÓN

Motivación, implicación, valores, competencias, y una infinidad de calificativos completan toda una extensa bibliografía sobre gestión de empresas y sus recursos, sobre todo los humanos, tal vez los más valiosos y los más complicados de gestionar.

¿Es el dinero la motivación principal en las empresas actualmente?

El dinero motiva a algunas de las personas en determinadas circunstancias, así que el punto no es si el dinero motiva o no motiva, pues la respuesta es afirmativa. La pregunta pertinente es si el dinero motiva a la mayoría de los trabajadores de la actualidad.

Hay que cumplir con ciertas condiciones para que el dinero motive a las personas. En primer lugar, el dinero debe ser importante para el individuo, pero el dinero no es importante para todos. Por ejemplo los mejores trabajadores poseen una motivación intrínseca y el dinero tendría poco efecto en ellos.

En segundo lugar, el individuo debe percibir el dinero como la remuneración directa por su desempeño. Sin embargo, en la mayoría de las organizaciones la relación entre el dinero y desempeño es vaga. Lo más frecuente es que los aumentos de salario estén dictados por factores que no conciernen al desempeño, sino a cosas como la experiencia, niveles salariales del lugar o rentabilidad de la empresa.

En tercer lugar, la suma marginal que se ofrece por el desempeño debe parecerle significativa al individuo. En las investigaciones se indica que los aumentos por méritos deben ser de por lo menos siete por ciento del salario base para que los empleados lo reciban como un aliciente.

Parece como si ese estado de ánimo que perseguimos todos los humanos, la felicidad, estuviese vetado en el entorno profesional y que solo sea alcanzable en el ámbito personal. Parece un razonamiento simple, si el ser humano busca por naturaleza la felicidad de forma general y en todos sus ámbitos, entonces: ¿Por qué no buscarla en el trabajo?

Por ejemplo:

Cuando Henry Ford en 1903 fundó Ford Motor Company y la producción en serie ¿Pensó en la felicidad de sus empleados o en la producción masiva del Ford T? Sin embargo ahora nos preguntamos si conseguir la felicidad o un estado de ánimo similar en el trabajo nos hará más productivos…

Solo existe una forma de conseguir algo similar a la felicidad en una empresa, un estado de satisfacción que engloba tanto el trabajo que haces, como lo haces y los resultados que obtienes, y pasa solo por las manos (o mejor la cabezas) de las personas que tienen la responsabilidad de dirigir, los líderes, jefes o como se les quiera llamar. Todos pueden hacer mucho más de lo que hacen, es más, lo normal es que con sus actuaciones y decisiones solo procuren lo contrario, reprimir, amenazar, controlar. Si dedicas parte de tu tiempo a intentar hacer felices a los demás, conseguirás lo que te propongas.

MOTIVACIÓN MAGIA Y PODER

El Dr. Freud sabe que el ser humano está instintivamente dotado de voluntad para vivir a pesar de los obstáculos (concepto de pulsión).

Relacionó esto con la motivación porque todo hombre es de por sí naturalmente “motivable”, como si estuviera predispuesto a encontrar un MOTIVO para despertar, accionar, vivir. Sin embargo, sólo es posible motivar a otros si uno mismo está incentivado. Caso contrario, todo intento es vano, o por lo menos poco consistente. La regla una vez más se repite: empecemos por nosotros.

Despertar más temprano, no poder dormir pensando en alguna acción o proyecto a realizar, sentirse físicamente bien, son signos de estarlo, independientemente de la recompensa. El estímulo monetario NO es en sí mismo motivador si no va acompañado de algunos factores que cubren las llamadas “necesidades psicológicas”, a saber, seguridad, reconocimiento, sensación de pertenencia, ser tratado con respeto y dignidad, satisfacción con los objetivos cumplidos, competencia (desafío, oportunidad de destacarse) y la posibilidad de desarrollarse y crecer.

La motivación obra milagros, pues obtiene lo mejor de cada colaborador puesto al servicio de un objetivo común, que vivirá como propio. De hecho lo es ya que ha contribuido a esa causa. Y eso es maravilloso. Un grupo motivado va más allá de sus fuerzas para conseguir un objetivo.

Quien tiene a su cargo un equipo que funciona así, recupera rápidamente su energía invertida en ellos, y quien forma parte de él, encuentra sentido a su trabajo de todos los días. Es frecuente ver un buen proceso mientras se desarrolla un proyecto, y con la conclusión de éste sobreviene el desgano porque ha concluido el desafío inicial que le dio sentido a la acción.

Por eso la tarea del motivador, entre otras, es crear nuevos objetivos o convertir circunstancias de las que ni siquiera es responsable en desafíos. Si podemos sentirnos plenos mientras perseguimos un destino y a veces decae cuando lo concretamos, entonces… es el futuro lo que nos mantiene VIVOS hoy. Volviendo a Sigmund Freud, habrá vida mientras haya deseo. A pesar de la revolución que provoca Albert Einstein en el ámbito de la física, parece no haber conseguido reemplazar nuestro modo de vida occidental y fatalmente newtoniano. Incorporemos el concepto de “relatividad” a las técnicas de motivación: nada es en sí mismo bueno o malo. De nosotros dependerá que sea de un modo o de otro para nuestra gente. Los orientales nos invitaron a pensar que crisis es también oportunidad, y que nada tiene un único significado. Esa es la tarea de un motivador: mostrar la realidad y los hechos con la vestimenta que desee para que resulte útil a su equipo.

En nuestro medio damos por sentado que muchas ocupaciones adicionales al trabajo son más importantes que nuestro propio medio laboral, por ejemplo la Universidad es parte importante del desarrollo del individuo, y la puesta en práctica del conocimiento adquirido en la “U” es importante para la empresa, pero no todos los que salen a las 17:00 horas de su trabajo no están inscritos en la Universidad.

¿Pero qué hay de aquellas personas que sabemos que no asisten a los centros de estudios universitarios? ¿Será que les asusta pagar un poco más de pasaje urbano? ¿Les preocupará el gran congestionamiento vehicular de Guatemala? O ¿simplemente quieren salir corriendo del trabajo?

A finales del siglo pasado, Frederick Taylor popularizó los incentivos financieros (recompensas económicas) que se pagaban a los trabajadores cuya producción superan el nivel predeterminado (Standard).

Recientemente realizaron un estudio por parte de Enlace Empresarial en donde determinaron que una persona administrativa

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