El Liderazgo
Enviado por 24415 • 20 de Junio de 2014 • 2.486 Palabras (10 Páginas) • 296 Visitas
Tema 2.- La formación de líderes para crear la nueva civilización
Introducción
Desde hace mucho tiempo se ha cuidado la formación de dirigentes sociales, políticos, militares o religiosos.
Se les llama líderes a aquellos que favorecen el cambio y dan consistencia a toda una estructura social de pueblos y naciones.
La fortaleza de un grupo humano depende de sus dirigentes ya que el liderazgo es el pivote de la formación y solidez de cada célula social.
Cuando el liderazgo deja de ser una función orientadora que unifica y vincula otros grupos los líderes como tales y ejercen su poder en provecho personal, convirtiéndose en administradores de beneficios y prebendas.
El tejido social se rompe y los líderes pasan a ser caudillos, caciques y autoridades exclusivamente para la fuerza económica, el estatus del poder o la convivencia de subgrupos.
También pasa que cuando los líderes pierden el sentido y la visión de futuro para ellos mismos y su comunidad, cuando se pierde la motivación y compromiso con los ideales y grupos; su liderazgo se debilita y dejando de ser autoridad moral para su comunidad.
El siglo XX nos muestra las pérdidas de liderazgo y de resquebrajamiento de la red social desde los 60’s, con la prosperidad de los países desarrollados y la reducción drástica de solidaridad entre grupos y naciones.
Los problemas que aquejan a la comunidad como las guerras, el hambre, la miseria, “injusticia”, la drogadicción, la sobrepoblación, son por falta de liderazgo, de conciencia, de valores, de decisiones políticas y humanitarias que construyan la paz y una renovada “ética social”.
En el inconsciente colectivo de los países y las organizaciones, se cree que los líderes surgen por generaciones espontáneas y hacen crecer y prosperar a determinada nación o comunidad social o empresarial.
La educación positivista se enfocó a fumar a niños y jóvenes en materias científicas, creyó que formarían a los dirigentes tecnócratas que dirigían al mundo industrial y las instituciones sociales del siglo XX, además se creyó que estarían capacitados para ser líderes políticos y sociales que fortalecerían el tejido humano y comunitario de sus países y localidades; también se creía que los líderes nacen, es decir que la naturaleza dota a la humanidad de dirigentes que mueven a los hombres en una dirección y los conducen a los mejores estadios de desarrollo y que las capacidades de liderazgo se manifiestan espontáneamente a lo largo de la vida de aquellos privilegiados con los dones.
El concepto de liderazgo estuvo ligado solo a las grandes figuras, que fueron en su mayoría carismáticos capaces de mover y cautivar masas.
Como el liderazgo pertenecía a los elegidos se descuidó la formación de bases, de las cabezas de los grupos pequeños. No se educó en liderazgo a dirigentes en pequeñas masas sociales, a los maestros en el salón de clases, a padres de familia, a las autoridades de los pueblos y municipios, a jefes de departamento en empresas y en general se olvidó la formación de los líderes de sí mismos.
También se pensó ¿Qué pasaría si se forman muchos líderes? ¿Quién iba a obedecer? El liderazgo estaba concebido en términos como control, mando, obediencia y sumisión. Los conceptos mecánicos de líder-seguidor, dueño-empleado, el que ordena-el que obedece, el que piensa-el que ejecuta no permita una conciencia distinta para entender que el liderazgo es una función social de aglutinamiento, dirección, vinculación, integración, comunicación, consenso, sentido trascendente, medición de la eficacia, cumplimiento de una misión, y todas esas funciones son iniciadas por una cabeza, pero todos pueden influir para el logro de las funciones. Hoy se habla de trabajo en equipo y se buscaba un liderazgo compartido multilateral y autorregulado.
Sin embargo, las ciencias sociales, la administración, la psicología, han descubierto que la función de liderazgo esta generada en todos los grupos y niveles de la sociedad y las habilidades de liderazgo se enseñan y se aprenden; también nos han enseñado que se requieren muchos líderes para esta sociedad de la era de la información, ya que existe más educación, más preparación técnica y mayor corresponsabilidad. En sí las ciencias sociales han descubierto que el liderazgo es una función social.
El liderazgo es una función social
Sin un liderazgo los miembros tienden a pelearse por el poder, por sus propios objetivos, en perjuicio de los intereses de la colectividad. El líder es el depositario de las expectativas, los valores, las creencias y esperanzas del grupo, por eso es apoyado y respaldado. De esta forma el liderazgo es una función social, es decir un servicio requerido por todo grupo humano.
Entre las cualidades de un líder está el tener una visión amplia de largo plazo y de mayor profundidad que otros miembros del grupo.
-Lograr resultados que requiere el grupo
-El líder se puede beneficiar honradamente de su función siempre y cuando logre dar el servicio esperado y los beneficios necesarios.
-Los líderes auténticos en algunos casos dan servicios altruistas y también logran beneficio legítimo.
Su función es conducir a una comunidad o país, en cuanto a cultura, los valores, las costumbres y las formas de ser de ese grupo.
El líder no es omnipotente para hacer cambiar los patrones de pensamiento, valoración y conductas que se han generado a lo largo de la historia y experiencias.
La cultura particular da identidad y guía a cada comunidad y por último el líder sabio y comprometido será el primero en fortalecer y enriquecer valores esenciales que dan identidad a su comunidad.
El liderazgo es la capacidad de influir.
El líder es capaz de influir en otros para el logro de los objetivos de un grupo. Existen dos funciones básicas que debe desempeñar el dirigente: la primera se relaciona con los objetivos que deben cumplirse. Aquí intervienen las habilidades individuales del líder como las de orientar, guiar, corregir, empujar y alentar a los miembros de la comunidad.
La segunda: relacionada con el funcionamiento mismo del equipo, es decir, con las habilidades de escuchar, reconocer, unir, integrar, buscar consenso, mediar diferencias, negociar, hacer crecer, capacitar, valorar a las personas y celebrar sus logros.
Todas esas capacidades se pueden aprender y desarrollar; si se requieren en mayor o menor grado de acuerdo con el nivel de responsabilidad, magnitud de la tarea y del grupo así como la complejidad de la misma, además son esenciales en todo grupo ya sea pequeño, mediano o grande, tampoco son exclusivas de una persona.
El liderazgo es una decisión
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