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El Reto De La Eficiencia Interna Del Sistema La Mejor Visión Del Futuro De La Educación, Los Mejores Programas, Estrategias Y Financiamiento No Alcanzan Las Metas Si No Se Ataca La Mayor Debilidad Del Sistema: La Ineficiencia De La Gestión Educativa. S


Enviado por   •  19 de Junio de 2013  •  2.631 Palabras (11 Páginas)  •  701 Visitas

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El Reto de la Eficiencia Interna del Sistema

La mejor visión del futuro de la educación, los mejores programas, estrategias y financiamiento no alcanzan las metas si no se ataca la mayor debilidad del sistema: la ineficiencia de la gestión educativa. Sus vicios, como la politización en los nombramientos y en los traslados, los procedimientos ineficientes, la excesiva tramitología, la monopolización de la información y el centralismo burocrático, entre otros, impiden que la voluntad de los educadores y educadoras alcance el objetivo supremo de la enseñanza, el cual es la formación integral de las personas que habitan Costa Rica.

Es preciso centrar gran parte del esfuerzo futuro en el aula, que es el espacio en el que convergen todos los componentes del sistema: las personas, los contenidos que se enseñan, algunos materiales educativos y el ámbito en que se construye el conocimiento. Fortalecer el aula es fortalecer la principal célula de este sistema, es darle importancia a lo realmente relevante, es brindar un respaldo al principal espacio y acto educativo.Retos de la Educación en la Sociedad del Conocimiento

Nunca, como en los tiempos más recientes, y especialmente a partir de las últimas décadas del siglo pasado se han sentido con más celeridad e intensidad los cambios de todo orden, porque todo está conectado, como sostiene la holística, pero especialmente de la ciencia, la tecnología y los desarrollos sociales que son finalmente los impactados por aquéllos.

Durante los últimos veinte años, escribió Barker en 1995, “...toda la sociedad occidental ha vivido tiempos excepcionalmente agitados. Vivimos una época en que las reglas fundamentales, las formas básicas como se hacen las cosas, han sido dramáticamente alteradas. Es decir, lo que era correcto y apropiado a comienzos de la década de los años sesenta, ahora en la de los años noventa, en muchos casos es erróneo e inconveniente. O, por el contrario, lo que era imposible, desquiciado o simplemente no tenía cabida a inicios de la década de los años sesenta, hoy en día resulta tan común en muchos casos que olvidamos que no siempre fue así. Estos cambios drásticos son muy importantes porque han creado en nosotros un especial sentido de transitoriedad que genera una enorme inconformidad”.

Pero esa ola de cambios o de ruptura de paradigmas de que hablara el mismo autor, siguiendo los pasos de Khun, no se ha detenido y así es como cada vez nos sorprendemos con múltiples hechos e innovaciones que presentan, además de inestabilidad e incertidumbre, grandes desafíos para todas las personas, pero especialmente para las organizaciones y los Estados, pero más acentuadamente para quienes los lideran, cuyo compromiso tiene que ser en la actualidad abandonar el viejo estilo de resolver los problemas reales después de que han ocurrido y adoptar el nuevo estilo consistente en anticipar los problemas potenciales antes de que sucedan y, en primer lugar, evitar que ocurran, como lo prescribió Drucker y el mismo Barker.

Este último, señala a este respecto: “La siguiente metáfora ilustra el punto de vista de Drucker de una manera diferente. Piense en un río: tranquilo, cristalino, de fondo y orillas arenosas, cuya corriente fluye lenta y constantemente. Si alguien le dice: “Deseo alcanzar la otra orilla”, lograrlo no representa un gran reto. Todo lo que necesita es encontrar un bote y la manera de accionarlo. Cruzar un río semejante no requiere mucha anticipación, puesto que toda la información que necesita está inequívocamente frente a usted. Ahora pensemos en un río diferente: muy turbulento, lleno de remolinos y cambios de corriente. La turbulencia ha removido gran cantidad de la suciedad del fondo y el agua está turbia y llena de cantos rodados que no pueden verse. Las riveras del río han sido erosionadas por la turbulencia y son rocosas e irregulares. Cuando alguien le pide cruzar este río se trata de una proposición esencialmente diferente. De hecho en este caso la anticipación establecerá una gran diferencia en el resultado que pueda obtener. Si usted puede anticipar la presencia de rocas debajo del agua, los remolinos y los cambios de corriente, así como el desembarco en la otra orilla, tiene mayor probabilidad de atravesar con éxito ese río. El tiempo que vivimos se parece mucho al río turbulento. Y en tiempos de agitación la habilidad para anticipar aumenta notablemente sus posibilidades de éxitos”.

Pero antes que sólo comprender la realidad y que usar el pensamiento y el conocimiento para esa anticipación, está también la tecnología y aquí es donde hace presencia la revolución de la información, en la era del conocimiento y el capital intelectual.

A este respecto Cruz afirma: “Si la era industrial ya ha muerto, la era de la información ha llegado a su clímax, estamos en los albores de una nueva era; ya no será la era de la creatividad, la era del conocimiento, ahora será a través de los sistemas de software como las entidades económicas sobreviven a las grandes empresas del mundo, las más poderosas e importantes producirán software, lo mismo ocurrirá con los países altamente desarrollados del mundo, ahora vivirán del software. Una nueva era de colonialismo surge ante los ojos de la humanidad, se trata del colonialismo propio de la nueva era del conocimiento, de una era de la ciencia, la era del software. Ahora serán los países que tengan los mejores científicos, universidades, centros de investigación, centros de alta tecnología, los que dominan, ya no a partir de la producción, como en la era de las chimeneas, hoy el poder está en bienes intelectuales, bienes del espíritu, bienes del conocimiento, sistemas de información; la era de los súper ordenadores comienza, la era del software se desarrolla, las verdaderas economías poderosas y las naciones más avanzadas industrializadas como las siete grandes, norman este nuevo poder, el poder de la inteligencia. El poder del conocimiento convertido en el proceso del desarrollo del software, será la esencia de las regalías en el manejo del dinero en el siglo XXI. A partir de este proceso de creación inteligente se desarrollarán las grandes fortunas del futuro, las grandes compañías del mundo serán productoras de software, la alta tecnología capaz de mover el siglo XXI y tendrá que ser el eje que dirija los destinos económicos de la tierra. En la aldea global, el software se convierte en la sangre que vitaliza la esencia del futuro”.

El anterior es, entonces, el escenario de la que se ha denominado en estos albores del Siglo XXI, sociedad del conocimiento; es decir, se debe pasar de la “manufactura a la mentefactura”.

Esta sociedad la definió Mella “...como la estructura presente en la sociedad,

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