Retos para la educación del futuro

RETOS PARA LA EDUCACIÓN DEL FUTURO

Jesús Hildo Trochez V

La educación del futuro tiene grandes retos que debe empezar a afrontar para quitarles a los problemas su capacidad de gigantes, con la ayuda primordial de los gobiernos que tienen los recursos para tratarlos eficazmente como una empresa que fabrica productos de excelente calidad; además aunar esfuerzos con los países vecinos brindando soluciones que podrían ser impensables a la gran mayoría de las personas. Esta educación mediada por unos pilares que se deben seguir construyendo o en su defecto empezar a hacerlo con el fin de que todos los ciudadanos, desde que tengan uso de razón hasta su muerte estén pensando en las infinitas posibilidades de solución, así para que las personas adquieran estas capacidades en su pensamiento se debe empezar, por hacer que se ponga especial interés en los educandos en el estudio de conocer el conocimiento, porque según Edgar Morin las personas que tienen conocimientos y que saben cómo adquirirlos podrán estar lucidos ante cualquier problema o situación que tengan que afrontar. Es evidente que somos especialistas en aprender de otros, pero no somos capaces de aprender por si solos, si hacemos conciencia que ante la gran avalancha de información es muy fácil que podamos tener conocimientos especializados de cualquier tema con solo tener un celular conectado a una gran red de internet.

Otro de los retos o saberes que según este autor debe tener la educación es “la necesidad de promover un conocimiento capaz de abordar problemas globales y fundamentales para inscribir allí conocimientos parciales y locales” (Morin, 1999, p.6), para que la persona ante un problema pueda recopilarlos desde la inteligencia general a cuestiones específicas. Hoy es muy común ver como las dificultades que son frecuentes para una gran parte de la humanidad siguen allí, porque no se quieren abordar o hay muy pocas personas pensando en ellas, por tanto, las soluciones tienden a ser ineficaces o muy costosas para su implementación.  

Siguiendo con la propuesta de Morin el pide que la condición humana sea reconocida desde su biología y desde su parte cultural donde está su espiritualidad, sus creencias,  las supersticiones, su psicología; para ser valorada como parte del universo que un día estuvo unida y hoy es una parte sin dejar de ser el todo, entender a ese ser como un ser complejo, único que necesita del mundo y el mundo necesita de él, por sus rasgos característicos de su cultura única, que no puede desaparecer sin dejar rastro de su pasado, conocimientos de años, unas costumbres que no son hechas por nadie más en el mundo, necesitándose de el para nutrir esa biblioteca con conocimientos únicos que se necesitan para la multiplicidad, donde el ser siga creciendo haciéndose cada vez más humano, comprendiéndose desde lo objetivo hasta lo subjetivo, desde lo real hasta lo irreal. Este ser humano que ha sido incomprendido debe comprender el espacio, que tiene que optimizar, arreglar y empoderar para que siga siendo el destino de tantas personas que puedan venir a habitarlo, pudiendo prestar el mejor servicio que le está brindando a este ser humano que esta hoy sobre la tierra, utilizándolo, explotándolo y dejándolo en condiciones de irrestauración, de imposibilidad de que la vida florezca espontáneamente. De esta hostilidad marcada se transitara a la “ciudadanía terrestre” donde el autor plantea que la vida en el planeta siempre ha sido solidaria necesitándose de servicios, alimentos, maquinaria y de otros elementos que se han comercializado entre las naciones, viviendo también guerras y agresiones que hacen que este objetivo sea una prioridad, siendo solidarios con él que está cerca, con el que está al otro lado del mundo, que no conozco y que está viéndose afectado por mis acciones en contra o favor del planeta.  

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