El caso de los nule

A continuación se presentara un análisis sobre el llamado escándalo del Carrusel de la contratación, el cual radica en la corrupción política que se desarrolló en la ciudad de Bogotá y que se da durante la administración del ex alcalde Samuel Moreno. La polémica estalló el 25 de junio de 2011 cuando salieron a la luz pruebas que evidenciaban la negociación de multimillonarias comisiones por parte de German Olando, ex congresista de la República, al empresario Miguel Nule Velilla, que cuya empresa que llevaba su apellido manejaba gran parte de los contratos de distintas obras públicas que se desarrollaban en la capital colombiana.  La principal obra que se vio directamente afectada por dichas negociaciones irregulares fue la construcción de la tercera fase del sistema de transporte público TransMilenio, la cual ha presentado más de dos años de retraso.

El setenta por ciento de la construcción de la tercera fase del sistema TransMilenio se adjudicó al grupo nule, un conglomerado de empresas encabezado por Guido Nule Marino y sus primos Manuel y Miguel Nule Velilla. Sin embargo, a finales de 2009 dicho grupo presentó graves problemas financieros, algunos de ellos originados por malos manejos administrativos. Como resultado, la primera evidencia de dichas dificultades se vio reflejada en el retraso de las obras que estaban a cargo del ya nombrado grupo. 

Dos de las obras por los que fueron investigados los nule, fueron los de la Calle 26 del sistema TransMilenio y  la doble calzada Bogotá-Girardot, además de esto incumplieron presuntamente en  unos 50 contratos de obras públicas por todos los rincones de Colombia,  400 millones de dólares desaparecidos.

Realizando un análisis a esta situación, se ve claramente que quienes permitieron este tipo de evolución fueron las mismas entidades en manos de funcionarios nombrados por los partidos políticos, quienes manipularon las reglas de la contratación, adjudicando contratos millonarios como los que se ven hoy en día, a un mercado cerrado por el cumplimiento de condiciones técnicas y financieras, en especial a empresas de papel con gran capacidad financiera, pero que a la hora de la verdad no cuentan con el suficiente respaldo para la ejecución de las obras, conllevando a pérdidas millonarias de los recursos públicos, tal como se puede ver en el presente caso.

El fiscal German Pabón, les imputo cargos a Manuel, Miguel y Guido Nule y a Mauricio Galofre, por cinco delitos: peculado por apropiación, fraude procesal, falsedad en documento privado, cohecho y concierto para delinquir. El juez Juan Pablo Lozano les dicto medida de aseguramiento y los Nule y Galofre fueron enviados a la picota.

Según la Fiscalía General de la Nación, en el informe presentado por Noticias Uno el 4 de noviembre de 2001, entre el 2007 y el 2010 desde el IDU se produjo un “descalabro” de 2 billones 235 mil millones 926 mil 997 pesos: “La Dirección del IDU dio luz verde al manejo irregular de anticipos, con lo que benefició a terceras personas, y en ningún momento hizo consultorías permitiendo de esta forma que los contratos se cancelaran en dos ocasiones”

Otro ente interventor en esta problemática es la procuraduría la cual destituyo e inhabilito por 20 años para ejercer  cargos públicos al contralor de Bogotá, Miguel Ángel Moralesrussi, al ex representante German Olano también lo destituyo del cargo y lo inhabilito en la vida pública por 12 años. Por su parte, preparo una cita para dar inicio a un proceso verbal disciplinario al señor Iván Moreno, hermano del alcalde de Bogotá, y al mandatario Samuel Moreno, a quien le abrió una investigación disciplinaria.

Por otro lado la gestión pública, en nuestro país, más que velar por el interés general de una nación, está diseñada para proteger los intereses específicos de un grupo de personas (políticos y contratistas) que manipulan y la ponen a su servicio. Como consecuencia de lo anterior, las prácticas de corrupción hacen más amplia la brecha entre las clases altas y bajas del país, pues mientras los primeros tienen todas las opciones de manejar el Estado para su beneficio (corrupción blanca, de acuerdo a los perfiles profesionales y laborales de los implicados), las clases bajas son afectadas en sus condiciones de vida, la inversión social se ve reducida y la poca que se pueda dar, está afectada por la mala calidad.

 Por último, se considera que no es suficiente el hecho de emitir leyes y procedimientos para su control, la corrupción es necesario atacarla desde el mismo punto en donde se gestan los principios y valores de las personas, es decir desde la familia en donde se desarrolla la moral de las personas y la cultura en la rectitud, pero para tal fin, es necesario entrar a solucionar otro tipos de factores que hacen que tales principios y enseñanzas pierdan su directriz por diversos factores sociales. Sin embargo, es necesario generar conciencia en nuestros hijos, quienes son los representantes de las nuevas generaciones y que asumirán la dirección del país en unos pocos años.

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