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El docente y su gestión en los ambientes de aprendizaje de manera exitosa


Enviado por   •  9 de Septiembre de 2019  •  Ensayos  •  2.144 Palabras (9 Páginas)  •  109 Visitas

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El docente y su gestión en los ambientes de aprendizaje de manera exitosa

En la educación encontramos espacios dentro y fuera del aula que nos permiten a los docentes interactuar con niños, jóvenes y adultos; estos espacios académicos van de la mano con la gestión que tiene el docente en el ambiente educativo en el aula, además son algunas de las herramientas que intervienen de manera positiva o negativa en los procesos de enseñanza – aprendizaje; del mismo modo la visión epistemológica de la educación mengua en Instituciones Educativas, donde los docentes se escudan en la carencia de óptimos recursos físicos, tecnológicos y de talento humano, lo cual ha originado que su labor se limite a la transmisión de conocimientos, sin dar lugar a la construcción de estructuras cognitivas que le permitan al estudiante tener un pensamiento activo y que reflexione sobre su proceso de aprendizaje.

En este sentido, se buscan estrategias que sean puente entre el estudiante y la manera como obtienen el conocimiento; entonces se encuentra en el juego un potencial a desarrollar muy significativo en el ambiente de aprendizaje; al igual que el aprovechamiento de las herramientas tecnológicas que también dinamizan el proceso en los ambientes de aprendizaje y permiten estar a la vanguardia y así fortalecer los ambientes educativo.

¿Qué debo tener en cuenta como profesor para gestionar ambientes de aprendizaje de manera exitosa? Para gestionar ambientes de aprendizaje de manera exitosa, el docente debe fijar su atención en el ambiente de aula que está propiciando a sus estudiantes. Para Marchena el ambiente de aula “es una construcción originada por las relaciones sociales que entablan los protagonistas de una clase así como por la forma de pensar de cada uno de ellos, por sus valores, esta es, por la cultura existente en el aula”. (Marchena, 2005, p. 198) de manera que esta cultura le permite al docente formar al estudiante tanto en valores sociales y culturales como en la academia, y al estudiante integrarse y actuar pertinentemente en la sociedad, de ahí que el ambiente de aula propiciado en su gran mayoría por el docente sea acorde y propicie dicha formación.

Los docentes durante dichos procesos de interacción deben tener en cuenta los de tipo socio-afectivo que pueden ser negativos o positivos según la situación de cada clase que se esté viviendo y es a partir de ahí que se forma un ambiente de aula adecuado y por consiguiente una formación académica y de valores en los estudiantes, de acuerdo a la mediación y gestión del docente en el ambiente de aula.

Esta gestión del ambiente educativo debe estar basada en normas de convivencia que permitan entablar limites en los procesos de interacción social dados en el aula de clase, a su vez del papel y cargo que ocupa cada miembro de la comunidad educativa, de ahí que se convierta en uno de los elementos principales de la gestión del ambiente educativo para su ejercicio y formación en la escuela, y luego su puesta en práctica en la sociedad.

Asimismo, en el ambiente educativo median la eficiencia y la eficacia, pues no se deben tener restricciones en cuanto a los recursos que se tienen o no a la mano, porque la utilización de menos recursos para lograr un objetivo o la capacidad para lograr lo que nos proponemos apoyan el desarrollo de un proceso de enseñanza-aprendizaje efectivo, de esta manera Duarte (2003) asevera que:

El ambiente educativo no se limita a las condiciones materiales necesarias para la implementación del currículo, cualquiera que sea su concepción, o a las relaciones interpersonales básicas entre maestros y alumnos. Por el contrario, se instaura en las dinámicas que constituyen los procesos educativos y que involucran acciones, experiencias vivencias por cada uno de los participantes; actitudes, condiciones materiales y socioafectivas, en toda propuesta educativa. (p. 6)

En gran medida las demandas educativas se perciben a partir del uso del aula y de los espacios académicos como instrumentos útiles que sufragan el proceso de aprendizaje de los estudiantes, por ello es pertinente indicar que los ambientes de aprendizaje lúdicos proporcionan agrado y bienestar al mismo, ya que le permite resolución de problemas y desarrollar sus procesos mentales en diferentes contextos, por tanto la relación directa entre el aprendizaje lúdico, el conocimiento y la interacción comunicativa proveen la participación productiva de los actores educativos.

Es así como “El ambiente debe trascender entonces la noción simplista de espacio físico, como contorno natural y abrirse a las diversas relaciones humanas que aportan sentido a su existencia” (Duarte, 2003). De esta manera la visión epistemológica de la educación se ha ido derrumbando debido a la falta de algunos recursos físicos, tecnológicos y de talento humano, no obstante de acuerdo con Jakeline Duarte, el ambiente escolar debe ir más allá de lo físico, de lo simple, de lo tangible y así poder experimentar nuevas relaciones con espacios recreados con los mínimos o máximos recursos al alcance. Duarte (2003) afirma:

Se trata de incorporar la lúdica en los ambientes educativos, pues da lugar a los procesos de construcción de identidad y pertenencia cognitiva, opción que se sustenta desde el reconocimiento de que lo lúdico también reside en el lenguaje y atraviesa los procesos educativos constituyéndose en medio y fuente que permita relacionar pensamientos para producir pensamientos nuevos. Se debe ser consciente que en la formación del niño y el joven interactúan varios factores, y que lo lúdico es un escenario enriquecedor por lo cual no hay que perderlo de vista, si se quiere abordar unas pedagogías propias del imaginario y representaciones de ello. (p. 14)

El planteamiento de Jakeline Duarte, configura en el aprendizaje lúdico la mayor herramienta que brinda a los estudiantes posibilidades activas para lograr que el conocimiento se recree bajo esquemas dinámicos y así que simultáneamente la producción de conocimiento vaya acompañado de su formación como ser.

Del mismo modo, el juego en los ambientes de aprendizaje se ha fijado como un recurso educativo exclusivo de los niveles de preescolar y primaria, no obstante en los niveles de educación básica secundaria y media se van desvaneciendo este tipo de estrategias lúdicas, tal vez debido a la edad de los estudiantes, el cumplimiento por parte de los docentes de los planes de área y la diversidad de intereses de los estudiantes, en mención a ello el juego debe estar presente en toda la vida académica, puesto que le permite al estudiante practicar rutinas parciales, series de comportamiento, seguimiento de instrucciones por medio de situaciones imaginarias, roles múltiples , reglas acordadas, variedad de temas,

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