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El liderazgo basado en valores en las organizaciones de hoy dia

sandy31Trabajo18 de Noviembre de 2012

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El liderazgo basado en valores en las organizaciones de hoy dia

1. Introducción

2. Liderazgo ético vigente en las organizaciones de hoy

3. Liderazgo en las nuevas organizaciones

4. Liderazgo basado en el valor

5. Reflexiones finales

6. Referencias bibliográficas

Introducción

En la actualidad, hay quienes piensan que es posible hablar de liderazgo sin vincularlo a los valores. Por eso opinan que Hitler o Pablo Escobar fueron líderes. Desde este punto de vista se desprende el esfuerzo para distinguir entre líderes buenos y malos.

En la opinión de los investigadores o el líder tiene valores o no es líder. Podrá ser un conductor de masas, un tirano que logra dominar a su grupo y crear un conjunto frenético de seguidores, pero el resultado de su acción no beneficia a la sociedad, ni logra convencernos de que aquello sea auténtico liderazgo.

En las próximas líneas se realizara un análisis sobre una visión, que une el liderazgo a la conducta ética, a la participación y a la accesibilidad del mismo en muchas condiciones humanas (el estudiante, el ama de casa, el profesor, el empleado, el directivo de una organización, el deportista, el político, entre otros.

No poner el liderazgo como la culminación de una larga carrera de esfuerzos por conquistar metas muy altas, sino como el despliegue de un potencial que está en todos, con base en las oportunidades que se nos den de ponerlo en práctica. A pesar del desgaste que algunos le atribuyen al término, se cree que sigue teniendo vigencia como tema social no exclusivo del ámbito empresarial.

En este orden de ideas hay que tener en cuenta que cada persona enfrenta la resolución de problemas dependiendo del estilo de liderazgo que este puede ejercer, basada principalmente en su experiencia y en el orden de importancia que le de a los valores que cada individuo y organización posee.

Liderazgo ético vigente en las organizaciones de hoy

Para Yarce (2006) en las organizaciones de hoy día existen muchos líderes sin valores que con valores. Para el citado autor, lo primero es más fácil y más al uso de la terminología corriente. Basta desarrollar un tipo de habilidades físicas, emocionales,

cognoscitivas, de imagen y carisma para lanzarse tras el poder y la influencia y poderse llamar “líder” más por la popularidad que se consigue que por los resultados mismos en bien de los demás y de la sociedad. En ese sentido muchos famosos del deporte o del espectáculo, por citar sólo dos campos, se autoproclaman o los proclama el público como líderes.

El líder busca resultados, y si no los obtiene su condición se pone en duda. Pero esos resultados se manifiestan en un bien para los demás, o en que se acrecienta el bien común de un grupo, empresa, familia o sociedad. El líder con valores obtiene resultados y resuelve problemas precisamente porque no se limita a ejercer el poder como dominio o la persuasión como capacidad de convencimiento sobre otros para que lo sigan ciegamente o dominados por el áurea de una persona. Su liderazgo surge desde dentro, de su capa íntima de valores interiores que lo llevan a servir, a labrarse un prestigio con base en lo que es, no en lo que tiene.

En este mismo orden de ideas, Covey (2002), plantea que el liderazgo basado en valores y principios tendrá como consecuencia un buen trabajo en equipo, éste líder puede enfrentar situaciones difíciles durante su camino o decisiones difíciles de tomar pero lo sacará adelante siempre sus valores. Actualmente, tenemos en nuestro país un sin números de actores políticos, educacionales y religiosos que hablan de liderazgo llevando a su gente a la búsqueda de fines partidistas o propios, sin buscar el bien común.

Sin embargo, Silíceo (2006) afirma que cada día es más fácil observar que la sociedad pasa por una crisis de valores o mejor dicho por una inversión de la escala de valores. Es fácil observar que hoy se da más importancia a los valores científico-técnicos, económicos, pragmáticos, y utilitaristas, sobre valores como la democracia, la libertad, el bien común, y otros de igual o mayor rango como son aquellos relacionados con la dignidad humana y la espiritualidad, es decir derivados de la esencia misma de la naturaleza humana. Se puede resumir este cambio, como una revaloración del hombre y la sociedad donde prima lo material, los sentimientos egoístas frente a lo auténticamente humano, como lo espiritual, lo social, el bien común.

En este sentido se puede decir que se vive en una sociedad de masas donde el enfoque de consumo, cientificista, tecnócrata, han creado diversos factores alienantes, donde el hombre vive desplazado y estandarizado. Desde esta perspectiva, se concibe el desarrollo, no como un desarrollo integral sino parcial, y se entiende por desarrollo el tecnológico, el científico, el económico, el urbano, entre otros. Son pocos los que consideran el desarrollo integral en el que las prioridades las constituyen los valores humano-sociales a los que deben servir la ciencia, la tecnología, la economía, la administración y en general las ciencias aplicadas.

De allí que es a través del liderazgo que se puede aplicar estos valores humano-sociales a los problemas, lo que se traduce en calidad, productividad y relaciones fructíferas para todos. Covey (2002), sugiere centrar la vida y el liderazgo en valores que perduren en el tiempo. En este sentido, el liderazgo basado en valores tendrá como consecuencia un buen trabajo en equipo, éste líder puede enfrentar situaciones difíciles durante su camino o decisiones difíciles de tomar pero lo sacará adelante siempre sus valores. Actualmente, se tiene en Venezuela un número de actores políticos, educacionales y religiosos que hablan de liderazgo llevando a su gente a la búsqueda de fines partidistas o propios, sin buscar el bien común.

De lo anteriormente, se desprende que, el verdadero líder no enfrenta a su equipo de trabajo con otro, no cabe en él la imprudencia, antepone la razón sobre las cosas. Da ejemplo de su rectitud y su congruencia con su pensar. El verdadero líder busca el desarrollo de su grupo y a partir de ahí se lanzan a la conquista de sus objetivos, siempre como grupo, sin afectar los derechos humanos y civiles de los otros grupos.

En este sentido, sin lugar a dudas que las creencias y valores originan actitudes; es decir, que las actitudes de una persona son el resultado de sus creencias; entre ellas: sus valores. Las creencias son hechos o verdades aceptados sobre una persona, una cosa o un fenómeno, que se han producido por una experiencia directa o de una fuente secundaria. Mientras que los valores son escalas de importancia que una persona y/o una organización otorga a los factores propios y/o del entorno, que determinan las formas de ver la vida y son influenciados por los padres o los reemplazos físicos de estos líderes, por grupos de personas y de amigos, entre otros. Los valores tienden a guiar las acciones y los juicios de la gente en los diferentes escenarios en donde actúan. De acuerdo con estas ideas, los valores del mundo laboral de quien se desempeña allí se definen como los conceptos, principios, personas, objetos o actividades que él o ella consideran importantes. En el trabajo, factores como: la remuneración, el reconocimiento y el estatus, a menudo se clasifican como valores comunes.

De lo anteriormente planteado, algunos estudiosos del liderazgo basado en valores afirman que esos líderes fomentan las virtudes morales cuando buscan cambiar las actitudes y conducta de sus más cercanos colaboradores. También, el líder carismático tiene un complemento ético. Los líderes inmorales se inclinan a aprovechar su "carisma" para acentuar el poder sobre sus seguidores y dirigirlos hacia sus fines egoístas y despóticos. Se asume que los líderes morales deben poner su carisma al servicio de la sociedad y de los demás y no al contrario.

En este sentido, para los líderes que fundamentan su estilo basándose en valores, conciben a éstos con convicciones básicas de un modo peculiar de conducirse o de estado final de la existencia en lo personal, socialmente, preferible que su modo opuesto o contrario de conducirse o de estado final de la existencia. Sin lugar a dudas que contienen un elemento de juicio por cuanto incorporan las ideas personales sobre el bien, lo correcto y lo deseable. Los valores tienen atributos de contenido y de intensidad. El atributo de contenido asevera que un modo de conducirse o un estado final de existencia son importantes. El atributo de intensidad especifica qué tan importante es.

Por todas las ideas antes expuestas los presentes investigadores llegan a la conclusión de que el liderazgo no es ajeno a los valores. Por lo tanto, antes de juzgar que un líder es eficaz, se deben considerar los medios de que se valió para alcanzar sus metas y el contenido moral de éstos. Conclusión que tiene como soporte lo planteado por Handy (2005), quien plantea que el liderazgo exige tener presente algunos valores tales como:

• Creer en uno mismo: es la única cosa que le da a un individuo la confianza en sí mismo para entrar en lo desconocido y persuadir a otros para que vayan donde nadie ha ido antes. Las empresas de hoy en día necesitan innovar y arriesgarse pues estamos en un ambiente de alta competencia y en la que todos estamos luchando por ser los primeros. Por tal motivo esas empresas que estén liderizadas por este tipo de personas serán las que se destaquen y se impongan como las autenticas.

• La pasión por el trabajo: proporciona la energía y el

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