El problema con la educación a distancia

EL PROBLEMA CON LA EDUCACION A DISTANCIA.

Introducción

En una situación como la que se vive actualmente, los agentes educativos se han visto obligados a emplear estrategias que les permitan continuar los eventos de aprendizaje, pero a distancia. Sin embargo, estas estrategias no son las mismas que las que se necesitan para las clases presenciales además de hay muchos en desventaja.

Según datos de la ENCAA en México, 257,146 niñas, niños y adolescentes (1.08% de la población de entre 7 y 17 años) no tiene acceso a televisión (4.47%), a radio (54.72%), ni a internet (24.84%), por lo que no pueden estudiar a distancia.

Desarrollo

Un estudio de la Oficina en México del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) dice que el sistema de educación en línea que instrumentó la SEP dejó fuera al (55.7%) de los niños.

De los principales problemas con las clases en línea son el uso de contenido irrelevante que no tiene implicaciones de la vida real o ninguna relación con los objetivos de aprendizaje. Además de que el psicoterapeuta Homero Soto indicó que con la modalidad en línea se han aumentado los problemas mentales en niños y adolescentes lo que lleva al aumento de casos de ansiedad y depresión.

Independientemente de si es pública o privada, un aspecto particularmente desventajoso de la educación a distancia es que el sistema puede crear problemas emocionales. Debido a que los docentes están muy preocupados por cómo generar mecanismos o procesos ideales de transferencia de conocimiento de manera virtual, los estudiantes se convierten en grupos desfavorecidos e inestables, dejando atrás el aspecto básico de la docencia: la interacción cara a cara. En este sentido, cuando los estudiantes recuerdan las relaciones sociales que tuvieron en la escuela, muy pocas interacciones interpersonales les causarán problemas emocionales.

Por lo tanto, este nuevo sistema virtual no tiene tiempo de entretenimiento, solo hay estudiantes aislados en la sala, y siempre hablan con la computadora o la pantalla del teléfono móvil, lo que provocará una carga emocional negativa muy pesada.

Junto a la falta de experiencia para trabajar en un entorno online, el profesorado también se ha encontrado con otros problemas: mayor carga de trabajo y estrés por la realización de las tareas diarias o una permanente conectividad que ha hecho más difícil la compaginación con la vida familiar, por ejemplo. Unos problemas provocados por un traspaso del horario ‘literal’ del aula a la pantalla y que no era viable para una sociedad que se vio confinada en sus casas de un día para otro. Por esta razón en los primeros días la tendencia giró en torno al envío de tareas y deberes de lo último explicado en clase.

Hay que reconocer las diferencias de cada modalidad y aceptar que cada una tiene sus ventajas y sus desventajas. No se puede decir que una es mejor que otra, no se trata de una comparación en la norma, sino en el criterio, aceptando que hay habilidades que requieren un componente, pero también que hay habilidades que se pueden trabajar a distancia, involucrando a los alumnos no sólo con su cognición, sino con sus sentidos y sus emociones

Conclusión

La educación a distancia como escenario educativo no está exenta de suceder en un contexto social y económico, por lo que es necesario reconocer, por una parte, las características de cada nación y de la región en cuestión, y por otra, las características del contexto familiar y comunitario, para no acrecentar una brecha de acceso y una brecha de apropiación a los recursos, donde el aprendizaje pasará a segundo plano y sólo se buscará el reporte de resultados en cifras que muestren logros en hacer y no logros en aprender.

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