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El rol de la mujer en el siglo de XIX


Enviado por   •  20 de Noviembre de 2015  •  Ensayos  •  1.805 Palabras (8 Páginas)  •  163 Visitas

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Jaymi Nettleton

Dr. Landrus

28 Octubre 2015

El rol de la mujer en el Siglo XIX

        Uno de los eventos más importantes en la vida de una mujer es el día de su boda. Una niña sueña del día cuando es su turno de caminar por el pasilla y llegó al fin dónde ella se encuentra su amor perfecto. Es el día precioso cuando el padre da su princesa a un hombre que está cometiendo a protegerla para siempre. Es el día mágico que ella no podría olvidar nunca. Quizás este es el caso de una mujer en el siglo XXI si ella tenga suerte, sin embargo el día de la boda para una mujer del Siglo XIX provocaba emociones diferentes o opuestos.

        Para la mujer en este siglo, en el lugar de un cuento de amor, vestidas magníficas y celebraciones es la realidad de su posición en la sociedad. Las expectaciones de una mujer ideal eran submisa, silento, y siempre contenta.  Ella tiene un rol específico y no debe ser roto nunca. Sí la mujer sigue su rol que la sociedad da a ella, todo en el mundo está bien y los hombres son contentos. Mientras el hombre está contento, la felicidad de la novia está limitada. Carolyn Heilbrun, una autora feminista de la Universidad de Colombia, dice

 “ In literature and out, through all recorded history, women have lived by a script they

    did not write. Their destiny was to be married, circulated; to be given by one man, the  

    father, to another, the husband; to become the mothers of men.” (Heilbrun, 108).

 Emilia Pardo Bazán, escritora femenina de Galicia, estaba en acuerdo con ella que la mujer está una actriz en el escenario de la vida y no tiene su propio voz. .

Emilia Pardo Bazán escribió muchas obras sobre las mujeres y expresó su opinión fuerte en sus cuentos. En sus obras “El encaje roto” (1897), “Champagne” (1898), “La boda” (1909) y “Punta de cigarrillo” (1914), ella usa los cuatros mujeres distintas y sus maridos para explica y se muestra las injusticias o límites de la mujer en cada matrimonio. Ella cree que la mujer debe tener su voz propia y no conforme a las expectaciones del mundo. Ella demuestra en sus obras que hay otros opciones para la mujer que solo el matrimonio sumiso. La mujer puede tener el poder escoger su futuro. Cada mujer en sus obras no escoge lo que los hombres o la sociedad anticiparon. Lo que era normal para la mujer de este época es ser pasiva, pero Bazán cree la mujer no puede tener ser pasiva y se casa un hombre dominante o un hombre que no ama, pero puede sobrevivir afuera matrimonio.

  En cada obra, el día de la boda es el punto de foco. Éstas mujeres roto lo que es normal y sus vidas cambia por eso. Ellas tienen consecuencias de la sociedad. En “El encaje de roto”, la protagonista, Micaelita Aránguiz, está preparada para un día de la boda perfecta. Su vestido fue una reliquia de su familia, y según todos “a los novios satisfechos y amarteladísimos”. Hasta “el momento fatal”, cuanda ella dice la más fuerte palabra no.  Ella rechaza el hombre elegible, Bernardo de Meneses, con un “no” “seco como un disparo” sin explicación. Ella no solo rechaza un hombre eligible, pero también un hombre que ofreció un “magnífica herencia” y seguridad para el futuro. Su rechazo a este hombre roto todo que era normal. La mujer no tiene permiso para hablar francamente o da su opinión, ella debe ser silento y pasiva.

El hecho de que ella está en un balneario con su madre significa que ella está bien. Ella está contenta y libre del hombre. Y está aquí que ella confiesa la razón de su rechazo de su novio. Micaelita práctica el autodeterminismo en ésta situación.  Ella no era pasiva, pero fuerte en su decisión con el matrimonio. En este ejemplo de Micaelita, Pardo Bazán demuestra que una mujer está bien sin un esposo y que ella puede tiene su voz propia cuando ella  dice “no” aunque ella recibe criticismo. El tono de chisme y el sentimiento de sorpreso de la narradora confirma que las acciones de la novia no son aceptable en la sociedad.

En su cuento “Champagne”, Doña Emilia escribió de un otro novia en el día de su boda que tiene similitudes con Micaelita Aránguiz. La prostitute sin nombre también se siente el peso de las reglas social. En el primer párrafo de este cuento, el narrador, quien es su cliente, piensen a su mismo “por qué una hembra que hacía profesión de jovialidad se permitía mostrar sentimientos tristes, lujo reservado solamente a las mujeres honradas”. Esta oración indica la mentalidad de todo la sociedad en el Siglo XIX. Es extraño para él que una mujer que no tiene honra porque ella es una prostitute tiene sentimientos porque no es permisible. Si una mujer tiene sentimientos, una mujer tiene un opinión.

Pardo Bazán usa el personaje del cliente masculino para demuestra un otro (parte) de matrimonio injusto en este época. Cuando la mujer expresa sus preocupaciones con el hombre del matrimonio que fue demanda de su padre y madrastra mala, el hombre dice, “Hija, por ahora no encuentro mucho de particular en tu historia. Casarse así rabiando y por máquina, es bastante frecuente.” Bazán critica el instituto del matrimonio con mucho fuerza en este parte. El hombre habla muy despreocupado y indiferente con la mujer quien habla con mucho preocupación. La falta de preocupar significa el dominio de un hombre sobre una mujer y la expectación que ella existe para satisfacer el hombre.

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