El sentido de la lectoescritura en el aula

EL SENTIDO DE LA LECTOESCRITA EN EL AULA

UNIDAD I

Si examinamos  sobre la necesidad que tuvo el ser humano  para  comunicarse,  expresar sus ideas, pensamientos  y dejar plasmado su paso por el tiempo, afirmaríamos que el lenguaje  escrito y oral ha  sido una habilidad innata que fue  evolucionando a través  del paso del tiempo.

Escribir y leer es vital para  una completa  formación del ser humano  desde cualquier nivel educativo  en vista de que esto será el trampolín a un panorama abierto de aprendizajes,  desarrollo de  la creatividad, promueve el esfuerzo y estimula la capacidad  de atención y concentración, lo que se puede ver reflejado en un mejor rendimiento académico.

Existe la idea distorsionada que la lectura y la escritura son aprendizajes que se adquieren de manera  mecánica   e instrumental, sin embargo son aprendizajes que van de la mano con los procesos cognitivos-afectivos  y que no se adquieren de forma aislada, sino mediante un proceso integrado, dinámico y constructivo, que demandan la puesta en práctica de habilidades como la observación reflexiva, la comparación, la clasificación, la resolución de problemas, entre otros factores.

No obstante la enseñanza de habilidades de lectoescritura en los primeros niveles de educación suele ser todo un desafío,  nos encontramos  con contextos familiares sin hábitos de lectura,  a esto se suman algunas limitantes en las aulas mismas: Niveles de lectura y escritura  y maduración por debajo de las competencias para el grado que cursan, sobrecarga de estudiantes,  la diversidad presente en todas sus facetas y pocos libros interesantes para leer  disponibles en las aulas.

Ante esta situación, los docentes se ven en la necesidad de plantearse toda una gama de estrategias didácticas que sean de interés para los estudiantes y que logren los objetivos. A todo este planteamiento, lo mejor es formar el hábito de reflexionar en torno a cómo mejorar nuestra enseñanza de la lectura y escritura, para que nuestros niños   puedan aprender mejor.

  Por otro lado,  actualmente nos encontramos a diario rodeados de un cúmulo de estímulos  tecnológicos  e innovadores que resultan interesantes  para los niños  y así la enseñanza sea más funcional,  de esta manera nos enfocamos a las bondades del aprendizaje constructivista.

         Para ello debemos partir  de los conocimientos previos  a nivel grupal e individual, se deben plantear actividades de motivación a partir de las cosas cotidianas de la vida en la escuela,  sin perder de vista  cuáles son los objetivos de lo que ya tenían alcanzado y lo que han ido aprendiendo.

Para concluir, los responsables del proceso de adquisición de competencias  en lectoescritura  debemos ser  conscientes de que el proceso de aprendizaje, especialmente en los primeros años, deja en el niño una huella que perdura toda su vida. Por lo tanto,  esta transición  para apropiarse  de las habilidades de lectores, debe ser una experiencia agradable, llena de sentido y significado, donde no se generen angustias frente a las equivocaciones, sino que éstas sirvan para fortalecer el aprendizaje verdaderamente significativo.

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