El siguiente ensayo pretende desarrollar distintos argumentos sobre la importancia de ahorrar para la vejez en Colombia.

“El ahorro para la vejez en Colombia”

Estudiantes:

Miguel Esteban Cáceres Beltrán.

Edgar Esneider Díaz Pulido.

Jhonny Alexander Rodriguez Fonseca.

Docente Asesor:

Leidy Yohana López Pineda.

Colegio:

Parroquial San Carlos

Privado

Mixto

Grado 11

Carrera 18A #53-54 sur

San Carlos

Bogotá DC

(571)7606267

cpsc45@hotmail.com

Contacto del grupo:

Leidy Yohana López Pineda.

lilith131994@gmail.com

El ahorro para la vejez en Colombia

       “Mientras puedas, ahorra para la vejez y la necesidad, porque el sol de la mañana no dura todo el día.” (Franklin Benjamín, sf, sp)

El siguiente ensayo pretende desarrollar distintos argumentos sobre la importancia de ahorrar para la vejez en Colombia.

Ahorrar para la vejez es tan importante como la salud misma, pero para poder cuidar eficazmente nuestra salud debemos darle el valor que merece el ahorrar para el futuro. A lo que se quiere llegar es cuál es la importancia de ahorrar en nuestras vidas, porque en la juventud es cuando la salud está en su plenitud, no hay que esperar a estar adolorido después de muchos años de trabajo, para darse cuenta que esta envejeciendo y llego la hora de comenzar a ahorrar.

Cuando se es joven es más fácil conseguir un trabajo que cuando se está viejo, esto es evidente según la Encuesta de Transición de la Escuela al Trabajo que presentó el Dane y obtuvo como resultado que en 13 ciudades del país, el 49,0 % de la población entre 14 y 29 años hizo el paso completo de la escuela al trabajo con un empleo estable o satisfactorio. (Dane, 2016, SP). Además es mejor ahorrar en la juventud para llegar a la vejez sin preocupaciones económicas, como jóvenes no consideramos pertinente llegar a la vejez  y seguir trabajando para poder tener el pan de cada día, Puesto que en la vejez la salud va en una decadencia acelerada, y la capacidad para realizar cualquier tipo de actividad en (especial ejercicios motrices) comienza a atrofiarse, allí para muchos surge la típica pregunta: ¿Por qué no ahorré cuando era joven? Es ahí cuando nos damos cuenta que  debimos ahorrar desde nuestra juventud para poder tener una vejez plena y tranquila.

Cuando se empieza con una actividad laboral en la juventud, no se piensa en ahorrar para el futuro, ya que la juventud piensa más en vivir el momento y no en lo que pueda llegar a pasar en un futuro, muchas veces se cree que ahorrar es una pérdida de dinero porque hoy en día en Colombia pensionarse es casi una utopía.

La pensión se entiende, en términos generales, como un seguro social frente a un riesgo laboral, es un pago temporal o de por vida que recibe una persona que se encuentra en una situación como la vejez y es establecida por ley en cada país.

Hoy en día en Colombia, para una mujer o un hombre que haya iniciado su actividad laboral a partir del 1° de enero del 2014 la edad para pensionarse es de cincuenta y siete (57) años en las mujeres y de sesenta y dos (62) años para los hombres. Por esto muchas veces se piensa que ahorrar no vale la pena, ya que para los colombianos puede resultar desmotivante el hecho de tener que trabajar tantos años para poder acceder el beneficio de una pensión, que de por sí resulta ser mínima.

Sin embargo la única preocupación de la juventud no es solo la edad para pensionarse, sino también las semanas cotizadas, para poder pensionarse se necesitan de un mínimo de 1300 semanas, muchas veces se llega a la edad requerida pero no siempre se tienen las semanas completas, esto hace que se tenga que trabajar por más tiempo del que debería ser.

Aunque la pensión es tan importante, la mayoría de las personan la pueden tomar como un gasto más, esto hace que la juventud descarte ahorrar para la vejez ya que cuando se inicia la actividad laboral, comenzaran gastos que en muchas ocasiones no se podrán cubrir, o que en su defecto, generen beneficios a corto plazo, y la pensión entraría como una inversión a largo plazo, ya que va ser un ingreso reflejado en un futuro cuando se llegue a la jubilación, por esta misma razón las personas la dejan en un segundo plano.

Usualmente la juventud no piensa en el futuro que los espera, a la mayoría de personas les cuesta aceptar y adaptarse a los cambios, por lo que esperan que sus situaciones laborales o no cambien o mejor aún, cambien para bien, y olvidan que por el contrario su situación laborar puede entrar en una crisis e incluso puedan perder su empleo.  

Cuando se es joven es más factible pero a la vez más complicado, por la experiencia requerida, encontrar un empleo y  ser competente en un ambiente laboral, pero cuando se es un adulto que sobrepasa los 35-45 años, para el ambiente laboral ya no se es competente, esto hace que las oportunidades de trabajo no sean las mismas, las compañías buscan los perfiles de personas maduras pero con sueldos de personas inexpertas. Esto lo confirma una encuesta realizada por elempleo.com, en donde el 55.17% de las empresas tomadas como muestra poseen nóminas que no sobrepasan los 30 años. (elempleo.com, 2011, SP). En esta encuesta se encuentran casos como el de Nidia Patricia Ardila, quien afirma que ahora tiene 39 años, y está aplicando para varios empleos, en los que evidencia las escasas oportunidades que tienen las personas mayores; sin embargo piensa que las empresas están totalmente equivocadas, porque lo más importante es la actitud frente al trabajo, la responsabilidad y los conocimientos que se tienen a esa edad.

El problema radica en que la juventud no le da importancia a su propia vejez, se cree que el empleo durará para siempre o que será igual de factible conseguir un trabajo en el futuro. Pongamos por ejemplo a un egresado de la Universidad Nacional, graduado de un Pre-Grado de Ingeniería de Sistemas que se dispone a conseguir empleo. En Colombia conseguir un empleo estable y rentable no es una tarea sencilla,  así que supongamos que este recién egresado no logra conseguir un trabajo en el que se pueda desempeñar como Ingeniero y estuvo obligado a trabajar en algo que no tenía nada que ver con lo que había estudiado, ganando un salario mínimo. Digamos que duró 2 años en dicho trabajo, y que por fin consiguió empleo como Ingeniero de sistemas con un sueldo de 4 salarios mínimos, por lo que pensó que podía despilfarrar el dinero, en lujos, viajes, excesos, etc., pero nunca pensó en invertir en su pensión, pues nunca se imagino que transcurridos quince años, la empresa donde él trabajaba quebró. Por consecuencia se quedó sin empleo, y debido a su edad ya de 40 años no conseguía trabajo. De nuevo tuvo que aceptar un trabajo informal para cubrir sus necesidades más básicas, y sin ningún tipo de seguro ni prestaciones, si llegaba a sufrir algún tipo de accidente que limitara su productividad, dejaría de recibir algún tipo de ingreso.

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