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El sindrome de “burnout” en profesionales trabajando en el campo de la violencia domestica

less2122Tutorial1 de Julio de 2013

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EL SINDROME DE “BURNOUT” EN PROFESIONALES TRABAJANDO EN EL CAMPO DE LA VIOLENCIA DOMESTICA

Maslach y Jackson, especialistas americanas en Psicología de la Salud, han definido el “burnout” como un síndrome de estrés crónico de aquellas profesiones de servicios que se caracterizan por una atención intensa y prolongada con personas que están en una situación de necesidad o de dependencia.

Las personas víctimas de violencia doméstica generalmente adoptan, como parte de su cuadro, una conducta de adherencia, dependiente y demandante hacia quienes tienen a su cargo, la atención médica, psicológica, legal o social de las mismas. Por lo tanto, es una de las actividades que vuelven más vulnerables a las personas que tienen a su cargo dicha tarea asistencial.

Según estas autoras, el Síndrome de Burnout se caracteriza por un proceso marcado por el cansancio emocional, la despersonalización y el abandono de la realización personal.

1. El cansancio o agotamiento emocional constituye la primera fase del proceso, caracterizado por una progresiva pérdida de las energías vitales y una desproporción creciente entre el trabajo realizado y el cansancio experimentado. En esta etapa las personas se vuelven más irritables, aparece la queja constante por la cantidad de trabajo realizado y se pierde la capacidad de disfrutar de las tareas. Desde una mirada externa, se las empieza a percibir como personas permanentemente insatisfecha, quejosa e irritable.

2. La despersonalización (que no es sinónimo del cuadro psiquiátrico del mismo nombre) es un modo de responder a los sentimientos de impotencia, indefensión y desesperanza personal. En lugar de expresar estos sentimientos y resolver los motivos que los originan, las personas que padecen el Síndrome de Burnout muestran una fachada hiperactiva que incrementa su sensación de agotamiento y en esta fase alternan la depresión y la hostilidad hacia el medio.

3. El abandono de la realización personal es la tercera fase del proceso y consiste en el progresivo retiro de todas las actividades que no sean las laborales vinculadas con las actividades que generaron el estrés crónico. En esta etapa hay pérdida de ideales y, fundamentalmente, un creciente apartamiento de actividades familiares, sociales y recreativas, creando una especie de autorreclusión. Los demás comienzan a percibirlo/a como una especie de fanático depresivo y hostil.

La diferencia fundamental entre el estrés simple y el Síndrome de Burnout es que, mientras que el estrés puede desaparecer tras un período adecuado de descanso y reposo, el burnout no declina con las vacaciones ni con otras formas de descanso. Según Bernardo Moreno, de la Universidad Autónoma de Madrid, el burnout puede afectar a todas las profesiones asistenciales, pero especialmente a dos: la docencia y la asistencia a víctimas. Los factores que contribuyen a su aparición los podemos encontrar en el contexto y en la persona.

1. Elementos del contexto: básicamente, el nivel de necesidad emocional de las personas a las cuales se asiste. Mientras más intensas sean las demandas de esas personas y más alto su grado de dependencia del trabajo del especialista, mayor probabilidad de que aparezca el Síndrome. A esto hay que agregarle las condiciones físicas y sociales del trabajo, generalmente poco jerarquizado, con escasos recursos y, adicionalmente, atacado por críticas externas.

2. Condiciones personales: Maslach sostiene que para que el síndrome aparezca, a las condiciones contextuales deben sumarse ciertas condiciones personales. Entre ellas, la investigadora ha identificado las siguientes:

- Deseo de marcar una diferencia con los demás y de obtener resultados brillantes,

- Trabajo muy comprometido con el dolor y el sufrimiento

- Relaciones negativas y antagonismos con los colegas

El perfil de la persona más vulnerable al burnout está caracterizado por elementos tales como elevada autoexigencia, baja tolerancia al fracaso, necesidad de excelencia y perfección, necesidad de control, y un sentimiento de omnipotencia frente a la tarea. Esto hace que estas personas organicen una distorsión cognitiva según la cual “sólo ellas, y nadie más que ellas, pueden hacer las cosas tan bien”. La vinculación con la sobrecarga emocional es evidente. Otro autor, Waring, agrega que son personalidades caracterizadas por la obsesión profesional, la falta de búsqueda de satisfacciones personales, el sentimiento de “indispensabilidad”. Es decir, la restricción personal al mundo profesional. Otros investigadores del Síndrome de Burnout, Modlin y Montes, encontraron que los factores asociados eran insatisfacción marital, relaciones familiares empobrecidas, faltas de tiempo de ocio y supresión de la actividad física, junto con insatisfacción permanente y sobrecarga en la agenda laboral. En síntesis, a estas personas, víctimas del Síndrome de Burnout, les resulta casi imposible disfrutar y relajarse.

Pero también señalan los investigadores que algunas características personales positivas suelen ser un caldo de cultivo apropiado para el Síndrome: por ejemplo, personas entusiastas, idealistas y con gran nivel de implicación personal en el trabajo.

b. Síndrome de Burnout

En Internet:

http://mobbingopinion.bpweb.net/artman/publish/article_638.shtml

La descripción que se ha ofrecido bajo la etiqueta de síndrome de Burnout se puede analizar desde diferentes niveles, entre los que se ha optado por revisar los efectos directamente detectables y hasta ahora demostrados, en espera de los resultados de los análisis que se están realizando a nivel neuroinmonológico.

Las leyes que explican como el trabajo que impide evolucionar provoca tedio y que tanto su mantenimiento forzado como el forzar la atención hacia un gran número de tareas diversas incrementa la fatiga, y las leyes que explican como el trabajo en condiciones de fatiga genera stress, han sido unas de las mejor y más ampliamente demostradas en psicología experimental.

Por ello la redenominación de estas viejas y bien conocidas relaciones con el neo-anglicanismo Bournout en el momento en que se evidenció la subida de las tasas de stress laboral por encima de todos los estándares, siendo que semejantes incrementos estadísticos evidencian la acción de factores causales, que en este caso orientarían la investigación hacia las condiciones y contextos en los que aparecen estos signos de fatiga laboral o la obligación de trabajar en tales condiciones de fatiga por periodos prolongados, no deja de provocar la sospecha de que se intento eludir la indagación de tales factores causales al impedir con la nueva denominación que apelaba a un nuevo fenómeno, las comparaciones con las tasas previas de los mismos indicadores.

De hecho los experimentos para obtener la capacidad de resistencia del efectivo humano son los que iniciaron la investigación tanto en Psicología como en Pedagogía, aunque las evidencias empíricas se remontan a los más ancestrales tiempos en los que el coste de un esclavo convenía no destruirlo sin obtener el máximo rendimiento, como principio económico por el que se optimiza la amortización de cualquier inversión laboral. Fue precisamente con la acumulación de resultados de los estudios experimentales en torno a tal interés como nacieron estas ciencias, a las que pronto les aplicaron el principio de "divide y vencerás" para que no pudieran relacionarse las causas (sociológicas, políticas, educativas o culturales) con las consecuencias (psicológicas o económicas).

Sin embargo la historia de la población siempre se ha beneficiado de los encuentros multidisciplinares, por lo que intentaremos de construir esta nueva denominación de un no tan nuevo efecto, desde la integración psicosociológica, que evidencia como los conocidos efectos psicológicos de la fatiga y el stress laboral es lo que se ha rebautizado con el término Burnout.

Y no tratándose por tanto de ningún fenómeno que no se conociera mucho antes de que las estadísticas empezaran a mostrar la elevación de su frecuencia de forma generalizada, se plantea no sólo la hipótesis de que se evitó con la nueva etiqueta la referencia a las conocidas causas, sino igualmente habría que probar la hipótesis de que las intervenciones que producen estos efectos tan conocidos y experimentados, pudieran obedecer a un plan o estrategia del sector empresarial para conseguir con ellos una reestructuración de sus plantillas a cargo de los presupuestos públicos y de la salud de los trabajadores despedidos. Como se trata de una exploración expostfacto, tan solo se podrán constatar en este estudio las coincidencias en lo hasta ahora ocurrido, para desde ellas establecer predicciones de futuro que de confirmarse, estarían probando que no se pueden rechazar estas hipótesis. Exponemos por tanto la revisión de algunas teorías que pueden demostrar las aludidas coincidencias.

4.3.2. Conceptualizaciones Generales

- Definición

Se trata de un Síndrome clínico descrito en 1974 por Freudemberg, psiquiatra, que trabajaba en una clínica para toxicómanos en Nueva York. Observó que al año de trabajar, la mayoría de los voluntarios sufría una progresiva pérdida de energía, hasta llegar al agotamiento, síntomas de ansiedad y de depresión, así como desmotivación en su trabajo y agresividad con los pacientes . En las mismas fechas, la psicóloga social Cristina Maslach, estudiando las respuestas emocionales de los profesionales de ayuda, calificó a los afectados de “Sobrecarga

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