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Enfermedades Infecciosas En El Ganado Bovino Prevención Y Control

ytcamylm23 de Febrero de 2012

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Enfermedades Infecciosas en el Ganado Bovino

Prevención y Control

Med. Vet. Gonzalo Flores

Aproximadamente el 40% de la producción de leche y de los bovinos sacrificados para consumo en el Estado Zulia procede de los rebaños del Distrito Perijá, el cual ocupa una cuarta parte de la superficie total del Estado. Esto revela su importancia productiva y económica en estos renglones, conociéndose la Región Zuliana tradicionalmente como ganadera y de relevancia nacional. No obstante, son cuantiosas las pérdidas económicas ocasionadas a la ganadería por diversas enfermedades. A nivel nacional se estiman anualmente dichas pérdidas en centenares de millones de bolívares.

Se sabe que la mejor forma de evitar las enfermedades, y por cierto la más económica, es prevenirlas. Afortunadamente para muchas de ellas se cuenta con vacunas, bacterinas y otros productos de uso veterinario, que con un buen programa además de normas sanitarias y de manejo, rinden resultados satisfactorios. La asesoría y la asistencia técnica veterinaria constante contribuyen al diagnóstico, prevención y tratamientos adecuado de las enfermedades y problemas que por una u otra causa pudieran presentarse y en combinación con otros aspectos como el manejo de pastizales, la alimentación, el manejo animal y la reproducción, sin el descuido de la administración, aseguran la rentabilidad de la actividad pecuaria. Debe recordarse que registros adecuados, historias médicas y la inscripción del rebaño en el ROPL garantizan la recolección de información necesaria. Una práctica sanitaria recomendable es la eliminación sistemática en los rebaños, de animales viejos o enfermos y los de poca vitalidad y producción; éstos deberán ser sometidos a tratamiento, siempre y cuando sea económico, de lo contrario su destino será el matadero, donde rendirán una utilidad económica, evitándose así la pérdida total.

La prevención y control de las enfermedades deben llevarse a cabo en forma programada, más aún si se tiene en cuenta las múltiples formas de los efectos negativos que ellas producen en los animales, tales como: retardo del crecimiento, trastornos de desarrollo y conformación, disminución de la producción de leche, reducción de las ganancias de peso que conlleva a la disminución de la producción de carne, desmejoramiento de la calidad de los animales, lo cual disminuye el valor comercial de los mismos, abortos y esterilidad que frenan el aumento natural de los rebaños, y finalmente la muerte. Todo esto sin dejar de mencionar el peligro de contagio al humano de algunas enfermedades.

Enfermedades reportadas en el distrito Perijá

Durante el transcurso de los años, mediante diagnósticos clínicos y de laboratorio, han sido reportadas diversas enfermedades infecciosas y parasitarias. Entre las infecciosas se encuentran, las diarreas en los becerros, neumoenteritis (bobita), fiebre aftosa, estomatitis vesicular (chinela), rabia paralítica, brucelosis, leptospirosis, septicemia hemorrágica, tuberculosis, mastitis y otras. Entre las parasitarias han sido reportadas parasitosis internas (gastrointestinales, pulmonares, coccidiosis, tripanosomiasis, anaplasmosis, piroplasmosis) y parasitosis externas (gusaneras, garrapatas, sarna).

A continuación se mencionan medidas de prevención y control de algunas enfermedades infecciosas de importancia en la ganadería bovina del Distrito Perijá.

Enfermedades Infecciosas

1. Inflamación del ombligo: se refiere a la inflamación o infección del cordón umbilical, como también a las gusaneras que se presentan en el ombligo, a consecuencia de una mala práctica de manejo. El origen infeccioso de la enfermedad es muy variado, y puede resultar la puerta de entrada de diversas enfermedades en los becerros, como diarreas, neumonías, enteritis, etc.

Prevención y control: lo más importante en todo caso, es adoptar la medida higiénica de curación y desinfección del ombligo después del nacimiento, aplicando alguna sustancia antiséptica cicatrizante, como la solución de yodo, y un repelente de moscas o cualquier otro producto comercial destinado a este fin.

2. Diarreas. Diarrea blanca (curso de leche): se presentan principalmente en los becerros durante las primeras semanas de vida y con mayor frecuencia en las épocas de lluvia, teniendo como origen una inmensa variedad de gérmenes y como causas predisponentes errores de manejo alimenticio (becerros a toda leche) y deficiencias sanitarias (corrales sucios o inadecuados con exceso de becerros), lo que puede ocasionar la muerte en los casos graves.

Prevención y control: el becerro debe ingerir el calostro durante las primeras horas de nacido y en caso de encontrarse en becerreras, éstas deben ser higiénicas, cómodas y ventiladas. Debe evitarse la sobrealimentación, así como apartar de inmediato a cualquier becerro enfermo. Se debe revisar a las vacas para verificar casos de mastitis y proceder al tratamiento adecuado en la madre y el becerro. Una buena práctica sanitaria es la aplicación de 1 cc intramuscular (i.m.) de Vitaminas AD3E; de 3 a 5 cc i.m. de algún producto comercial que contenga hierro y Vitamina B12; y una dosis de 2 a 4 cc i.m. de antibiótico durante tres o cuatro días. De esta forma se mantiene al becerro mejor preparado ante cualquier infección que pueda presentarse durante sus primeras semanas de vida.

3. Neumoenteritis (Peste boba o bobita): esta enfermedad de gran importancia económica puede ocasionar numerosas muertes en los primeros dos meses de vida de los becerros, sobre todo en épocas lluviosas. En los que sobreviven a la enfermedad ocurre una detención del desarrollo, que puede repercutir a lo largo de su vida. La causa de la enfermedad es muy variada, siendo responsable de la misma diferentes tipos de virus y complicándose por la acción de varios gérmenes secundarios. Además existen también causas predisponentes como ocurre en la diarrea blanca, que provocan un estado de debilidad en los becerros; tales como una higiene inadecuada, la poca ventilación en las becerreras, hacinamiento, mala alimentación, parasitosis y otras.

Prevención y control: para prevenirla se emplea la vacunación, utilizando bacterinas mixtas comerciales en los primeros tres a cinco días del nacimiento. Debe complementarse con las medidas higiénicas sanitarias preventivas citadas para la diarrea, así como la curación del ombligo después del nacimiento. Los becerros enfermos se tratarán de acuerdo al cuadro que presenten mediante el empleo de antibióticos, sulfas, reconstituyentes, etc.

4. Septicemia hemorrágica: conocida también como fiebre de transporte, es una enfermedad frecuente en el ganado vacuno, que se presenta en animales de cualquier edad y cuya causa predisponente son las situaciones de tensión (traslados, cambios climatológicos y de disponibilidad alimenticia de verano a invierno}, las cuales provocan una disminución de la resistencia del organismo y se desarrolla la enfermedad originada por bacterias en combinación con un virus, pudiendo provocar la muerte en pocos días, sobre todo en los becerros y animales jóvenes. En vacas puede provocar además abortos.

En casos crónicos, el animal presenta diarrea sanguinolenta persistente, no come bien, pierde peso, tose constantemente y finalmente, muere al cabo de dos semanas, sino recibe tratamiento.

La enfermedad suele presentarse de varias formas y en combinación de ellas, así presenta una forma respiratoria neumónica con diarrea sanguinolenta, una forma cutánea edema tosa y otra forma septicémica aguda de evolución mortal muy rápida.

Prevención y control: es necesario la aplicación de una bacterina comercial a los becerros a partir de la segunda semana de vida, y revacunación cada seis meses según la presentación de la enfermedad en la zona. En los casos de brotes, el reconocimiento temprano de la enfermedad y la separación o aislamiento de los animales enfermos, para la administración de antibióticos y otros medicamentos, son esenciales para un tratamiento adecuado.

5. Fiebre Aftosa y Estomatitis Vesicula (Chinela): este par de enfermedades vesiculares caracterizadas principalmente por lesiones pódales, en la cavidad bucal preferentemente en la lengua, y también en los pezones, representan grandes pérdidas económicas para la ganadería. Prácticamente la sintomatología de ambas es la misma por lo que normalmente se confunden, siendo necesario para una segura identificación, el diagnóstico de laboratorio. La Aftosa no ataca a los equinos, lo que si ocurre en los casos de Estomatitis, pero esto no es una prueba contundente, por cuanto puede darse el caso de estar presente las dos enfermedades. Ambas enfermedades son producidas por virus que se encuentran en abundancia en la saliva de los animales enfermos, facilitándose así el rápido contagio entre el rebaño.

Prevención y control: la vacunación es la forma más efectiva para su prevención, a partir de los 31/2 meses de edad, sobre todo en las épocas de lluvia, cuando más se presentan, por estar asociadas en su transmisión con insectos (moscas, mosquitos, zancudos) que ayudan en la propagación de ambas. Debe realizarse cada seis meses para garantizar su efectividad, y podrá acortarse o alargarse este período según la frecuencia en la zona.

El FONAIAP a través del Instituto de Investigaciones Veterinarias, en Maracay, produce las vacunas utilizadas para la prevención de la Aftosa y de la Estomatitis Vesicular, elaboradas con los tipos de virus presentes en el país y con tecnología propia.

Como medidas de higiene al presentarse la enfermedad, deben protegerse los animales sanos de inmediato, y el personal y los útiles empleados

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