Enfoque Lengua Extranjera
rogertijerina16 de Mayo de 2012
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Lengua extranjera. Enfoque
En nuestro sistema educativo, los niveles de educación preescolar y primaria enfatizan el desarrollo de la capacidad para comunicarse en español, dando así al educando un valioso recurso para interactuar con su medio y apropiarse de la cultura.
La escuela secundaria, como parte importante de la educación básica, al mismo tiempo que continúa profundizando en el manejo del español, considera necesario ampliar los horizontes lingüísticos de los alumnos, familiarizándolos con una lengua extranjera.
En el mundo actual de constantes cambios y avances sociales, científicos, tecnológicos y culturales, donde las relaciones entre los países se estrechan cada vez más, se hace necesario que los individuos desarrollen la habilidad para comunicarse, en una o varias lenguas extranjeras, además de la materna.
Enseñar una lengua extranjera en este nivel tiene como propósito fundamental que el alumno la utilice como instrumento de comunicación; es decir, que tenga la posibilidad de adquirir conocimientos a través de ella, de expresar y comprender ideas, sentimientos, experiencias y no sólo la considere como objeto de estudio.
La enseñanza de la lengua extranjera debe contribuir a que el alumno:
• Desarrolle estrategias de aprendizaje que le permitan reflexionar y conocer las técnicas que le son más eficaces en su aprendizaje.
• Interactúe con el grupo, la escuela y la comunidad, desarrollando el respeto por las ideas de los demás y la responsabilidad ante el trabajo.
• Reconozca valores de su propia cultura al ponerse en contacto, a través de la lengua, con algunos aspectos culturales de otros países.
• Participe activamente en su aprendizaje al proponer nuevas situaciones de comunicación (dramatizaciones, diálogos, cuentos), favoreciendo con esto su creatividad.
• Obtenga las bases lingüísticas que en niveles de estudio subsecuentes le permitan avanzar en el dominio del idioma.
Por lo anterior se considera que el enfoque comunicativo reúne las características metodológicas necesarias para apoyar efectivamente el desarrollo integral del educando. Este enfoque se adoptó tomando en cuenta la experiencia del quehacer docente y diversas teorías sobre cómo se aprende una lengua extranjera (aspecto cognitivo y aspecto afectivo) y sobre el funcionamiento de la lengua (competencia comunicativa, registro de lengua, gramática funcional).
El enfoque comunicativo traslada la atención de lo que es el lenguaje a lo que se hace con el lenguaje, determinando así los contenidos a enseñar, el papel de los alumnos y del maestro, el tipo de materiales y los procedimientos y técnicas que se utilizan.
En este enfoque el alumno es el eje del proceso educativo. Se privilegian las relaciones maestro-alumno, alumno-alumno, alumno-entorno. La construcción del aprendizaje se lleva a cabo a partir de situaciones significativas.
El enfoque comunicativo retoma varias de las técnicas ya conocidas por el maestro, pero ahora con un objetivo comunicativo.
Es necesario señalar que el programa anterior constituyó un avance importante en la enseñanza de la lengua extranjera; introdujo las teorías lingüísticas de aquella época, principalmente el estructuralismo que consideraba la adquisición de la lengua como una asociación de estímulo-respuesta. El programa tenía por objetivo alcanzar una competencia lingüística en la cual la corrección gramatical de los enunciados era indispensable y suficiente. El maestro proponía una serie de frases gramaticales (estructuras) y pedía al alumno que sustituyera una de las partes de esa estructura, según cambiara el estímulo que podía ser un objeto, una imagen, una palabra, etcétera.
Se insistía en que estos enunciados fueran significativos para los alumnos, pero se establecía un control tan drástico en estructuras y vocabulario que la mayoría de las veces las frases resultantes eran artificiales y difícilmente podrían ser producidas en una situación real de comunicación. Se esperaba que luego de la adquisición de una serie de estructuras, la capacidad para comunicar apareciera espontáneamente al contacto con la realidad; cosa muy difícil, ya que en muchos casos el alumno no contaba con los elementos de cohesión para ligar una estructura con otra.
La nueva propuesta tiene como objetivo principal desarrollar la competencia comunicativa, por lo que toma en cuenta dimensiones lingüísticas y extralingüísticas (gestos, actitudes corporales, distancias culturales) del idioma. En el enfoque comunicativo la corrección gramatical no es tan importante. Para comunicarte en una lengua extranjera no es necesario que las frases gramaticales sean perfectas, puede haber errores y sin embargo el mensaje se comprende.
En cuanto a las habilidades del lenguaje, tanto el estructuralismo como el enfoque comunicativo proponen el desarrollo equilibrado de las cuatro habilidades -comprensión auditiva, expresión ora, compresión escrita y expresión escrita-, pero con algunas diferencias.
Con la metodología estructuralista se estipula una secuencia de aprendizaje determinada, primero la comprensión y la expresión oral, después la comprensión escrita y finalmente la expresión escrita, y el alumno sólo lee o escribe lo que conoce en forma oral.
Con el enfoque comunicativo se reconoce que el alumno de secundaria no es un pequeño que está adquiriendo una primera lengua, ya que conoce su idioma materno, ha desarrollado estrategias de aprendizaje y cuenta con un cúmulo de experiencias y conocimientos; por lo que puede recurrir a la lectura/escritura para fijar mejor lo aprendido. Es por lo anterior que con este enfoque no se sigue un orden único de presentación de habilidades, de tal manera que es posible comenzar por la comprensión auditiva o por la lectura. Por otra parte, es muy importante introducir la comprensión de lectura lo más pronto posible, ya que será esta habilidad la que capacite al alumno para acceder a todo tipo de información en lengua extranjera.
En el programa anterior los contenidos se presentaban en una serie de estructuras gramaticales y no se le daba importancia al contexto del mensaje (¿quién habla?, ¿a quien se habla?, ¿en dónde?, ¿para que?) por lo que se optaba por enseñar una lengua estándar, la misma para todas las situaciones y todos los interlocutores.
Con el enfoque comunicativo los contenidos programáticos se enuncian con base en las funciones del lenguaje (saludar, presentarse, pedir información, etcétera). La gramática y el vocabulario están condicionados por la función, la situación y los roles de los interlocutores. Se concede mucha importancia a las condiciones en que se produce el mensaje y a la situación de comunicación (interlocutores, lugar, momento). En cuanto al registro de la lengua que se enseña, se propone que el alumno se familiarice con dos niveles: el formal y el informal, y aprenda varias formas de expresar la misma idea para que adopte la o las que más se adecuen a su personalidad, pues en una situación de comunicación el que habla elige lo que dice y cómo lo dice.
Por otra parte, el enfoque del programa anterior era mecanicista, establecía que el aprendizaje de una competencia lingüística se llevaba a cabo con base en automatismos verbales. Es por esto que se desarrollaban los reflejos por medio de ejercicios estructurales que eran en realidad ejercicios de condicionamiento (se imitaba un modelo único); se consideraba a la lengua como un conjunto de hábitos, como una asociación estímulo-respuesta.
El enfoque del nuevo programa establece las condiciones para que el alumno induzca reglas referentes a la lengua y a su empleo, por medio de la experimentación y el descubrimiento de funcionamiento (analiza lo que sabe decir, elabora hipótesis, las prueba, las modifica); eso lo conduce a reflexionar por medio de ejercicios de conceptualización que lo llevarán a deducir una regla parcial, que es la que necesita en ese momento.
El papel del profesor en el nuevo programa sufre un gran cambio: se le pide que ejerza un control menos riguroso, que reconozca que el alumno es capaz de participar proponiendo nuevas situaciones, elaborando materiales o creando diálogos, entre otras actividades. El profesor es el "facilitador" del aprendizaje y como tal es el organizador de las actividades de clase, Una de sus principales responsabilidades es proponer situaciones donde se establezca la comunicación y procurarse los recursos para que ésta se lleve a cabo. Aquí cabe señalar que una actividad se considera comunicativa cuando reúne tres requisitos:
• Necesidad de información. Una persona posee información que su(s) interlocutor(es) ignora(n)
• Elección. El que comunica escoge qué decir y cómo decirlo
• Retroalimentación. La verdadera comunicación tiene siempre un propósito. El que habla puede evaluar si su propósito fue alcanzado o no, según la reacción de su interlocutor. El que escribe tiene que organizar su mensaje de una cierta manera para asegurar que éste se comprenda.
En cuanto a la corrección de errores, como la comprensibilidad del mensaje es prioritaria frente a la gramática, mientras lo que el alumno diga se entienda, no se le interrumpe. Cuando se estima que los errores gramaticales dificultan la claridad del mensaje, se le ayuda para que lo exprese de manera que sea comprendido. Posteriormente se proponen ejercicios de conceptualización
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