Ensayo De Document
2 de Junio de 2014
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Determinar la eficacia de la lectura como estrategia para el desarrollo del léxico de los alumnos de educación secundaria.
Identificar el nivel de desarrollo del léxico de los alumnos de educación secundaria, antes de aplicar la lectura como estrategia.
Conocer los resultados de desarrollo del léxico de los alumnos de educación secundaria, después de aplicar la lectura como estrategia.
OBJETIVOS DE INVESTIGACIÓN
¿En qué medida es eficaz la lectura como estrategia en el desarrollo del léxico de los alumnos de educación secundaria?
¿Cuál es el nivel de desarrollo del léxico de los alumnos de educación secundaria, antes de aplicar la lectura como estrategia?
¿Cuáles son los resultados de desarrollo léxico de los alumnos de educación secundaria, después de aplicar la lectura como estrategia?
PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN
El uso de la lectura como estrategia es efectivo en el desarrollo del léxico de los alumnos de educación secundaria.
El nivel de desarrollo del léxico de los alumnos de educación secundaria es deficiente antes de aplicar la lectura como estrategia.
Los resultados de desarrollo del léxico de los alumnos de educación secundaria es eficiente, después de aplicar la lectura como estrategia porque permite mejorar sustancialmente la permanencia y fortaleza de la competencia y actuación léxica, en cualquier situación comunicativa.
HIPÓTESIS DE INVESTIGACIÓN
El antecente de estudio más próximo es el trabajo de investigación titulado "Desarrollo de la Competencia Léxica en el Tercer Ciclo de la Educación General Básica", efectuado por Marta Lescano (2001) de la Universidad Nacional de Rosario. En el trabajo, la autora presenta una variedad de materiales pedagógicos que facilitan el aprendizaje del léxico desde una perspectiva semántico, cognitivo y discursiva. Después de un proceso de experimentación, se ha arribado a cinco conclusiones importantes:
1º Los inconvenientes en el dominio léxico están, en su mayor parte, relacionados no sólo con las palabras aisladas sino, sobre todo, con su uso en textos concretos. La mejor forma de aprender el léxico es en una estructura textual que de manera aislada.
2º El aprendizaje de estrategias léxicas que trabajan tanto con lexemas sin contextualizar como en sus distintas posibilidades discursivas, favorecen sustancialmente el dominio del léxico.
3º El léxico presentado desde la perspectiva semántico cognitivo, que implica la concepción psicolingüística del léxico mental y las relaciones de las palabras en el entramado de los enunciados, favorece en el sujeto el desarrollo de su competencia léxica.
4º El entrenamiento léxico, abordado no de manera ocasional, sino en forma frecuente y planificada, contribuye significativamente al incremento del dominio léxico en los estudiantes del tercer ciclo de la Educación General Básica.
5º Los alumnos que reciben entrenamiento específico deben incrementar significativamente el desarrollo léxico en comparación con los del grupo control que no han recibido instrucción escolar en ese sentido.
Como soporte a estas conclusiones, la autora agrega que el desarrollo de la competencia léxica depende mucho de tres factores fundamentales: una adecuada selección de materiales didácticos para su proceso de enseñanza-aprendizaje del léxico; desarrollar una adecuada estrategia cognitiva (la lectura) que les permita utilizar el léxico como herramienta para la comprensión y escritura de textos, de lo más sencillo a lo más complejo; y, jamás el vocabulario se aprende de manera aislada o en forma de lista, sino básicamente en relación con la comprensión y producción de textos en un contexto comunicativo determinado; esto implica que el aprendizaje del léxico es más productivo en la comprensión de textos escritos y en la creación de los mismos, que sean breves y pertinentes a las necesidades de cada estudiante.
ANTECEDENTE DEL ESTUDIO
LECTURA Y ACTIVIDADES PARA EL DOMINIO DEL VOCABULARIO O RIQUEZA LÉXICA
FUNDAMENTACIÓN TEÓRICA
La escuela secundaria propicia la enseñanza de la lectura con la finalidad de enseñar a leer de modo que las estrategias lectoras estén al servicio de los objetivos del aprendizaje de las habilidades lingüísticas y comunicativas, específicamente en el desarrollo y dominio del vocabulario o riqueza léxica. La enseñanza de la lectura debe proveer a los alumnos de las estrategias que les permitan abordar diferentes textos académicos y cotidianos, con diferentes intenciones (disfrutar, aprender, resolver un problema concreto, enriquecer el vocabulario, manejar o dominar un tema, adquirir más cultura general, conocer el mundo intelectual) Aquí se trata de que los estudiantes cuando estén frente a un texto, así como lo sugiere Solé (2001), cumplan seis acciones fundamentales:
Comprendan los propósitos de la lectura: ¿Qué he de leer?, ¿Por qué he de leer?, ¿Para qué he de leer?
Aporten a la lectura sus conocimientos previos, sus intereses, sus motivaciones y todo su ser para aprender.
Diferencien la información esencial del texto y la menos relevante.
Valoren la coherencia del texto, su sentido y si responde a las expectativas.
Comprueben el proceso comprensivo del texto mediante la recapitulación, revisión e interrogación: ¿Cuál es la idea principal de cada párrafo?, ¿sigo el hilo argumental?
Intenten y elaboren inferencias de diferentes tipos (interpretaciones, hipótesis y conclusiones): ¿Cuál podría ser la solución al problema que aquí se plantea?, ¿cómo puedo asimilar mejor el tema tratado, y otras interrogantes.
Para dominar estas estrategias, el estudiante necesita participar en variadas actividades de la lectura. Por eso, enséñese a leer en el transcurso de las actividades cotidianas, en el seno de las propuestas que tengan sentido, e integremos las estrategias que permiten aprender a partir de un texto como contenido de aprendizaje, y no como una medida excepcional cuando los estudiantes fracasan o experimentan muchas dificultades para aprender. Por tanto, es una preocupación profunda que el Perú viva un período de emergencia educativa en el área de Comunicación, específicamente en la falta de hábito de lectura. Es oportuna la intervención para facilitar el desarrollo de un léxico adecuado que permita desarrollar convenientemente su capacidad de razonar, abstraer y analizar (Gonzales, 2006).
El desarrollo del léxico es un asunto académico que casi poco o nada se da en las escuelas secundarias. Los docentes están más afanados y enfrascados en la enseñanza de la ortografía, gramática, fonética, estilística, retórica y otros asuntos que atañen a las habilidades y competencias lingüísticas; y se ha descuidado la enseñanza y desarrollo de la habilidad y competencia léxica. En el presente siglo XXI es preciso e importante que todos los escolares posean la riqueza léxica. El bagaje de palabras que posea el alumno va a condicionar su comprensión lectora y su velocidad en leer un texto; es decir, su grado de madurez lectora, ya que reconocerá al instante dichos términos en los textos.
La mejor forma de desarrollar el léxico es haciendo que el estudiante use como herramienta el lenguaje oral y el lenguaje escrito.
El lenguaje oral es una herramienta que le permitirá al estudiante interiorizar los términos y sus significados en su memoria. Esta actividad se puede ejercitar mediante la creación de un cuento, una fábula, una parábola, un refrán, los trabalenguas y otras especies narrativas; después el estudiante lo relata oralmente. Además de esto el estudiante pone en evidencia haciendo una exposición o sustentación de un tema o cualquier asunto académico. Respecto a esto, Mendoza Fillola (2003) recalca que "la conveniencia de la práctica de la comunicación oral por su incidencia positiva en la riqueza léxica de los escolares y, por tanto, en la comprensión lectora. Los alumnos pueden inventar historias orales a partir de las sugerencias que ofrece el título del texto o alguna ilustración". Además, Colomer (2002) sustenta que la discusión colectiva o en pequeños grupos enriquece la comprensión al ofrecer las interpretaciones realizadas por los demás, refuerza la memoria a largo plazo, ya que los alumnos deben recordar la información para explicar lo que han entendido, y contribuye a mejorar el pensamiento crítico si se ven obligados a argumentar sobre las opiniones emitidas.
El lenguaje escrito es un medio que hace posible que el estudiante fije en su cerebro los términos aprendidos. Mediante el lenguaje escrito, el estudiante pone en actividad su motricidad gráfica; puede imaginar o crear, con los nuevos términos aprendidos, algún cuento, una historia, una fábula, una parábola, un refrán, una trabalengua o cualquier especie narrativa.
En las actividades para el dominio del vocabulario o riqueza léxica existen tres etapas en la actividad de la lectura: antes de la lectura, durante la lectura y después de la lectura (Mendoza, 2003). Cada una de estas etapas tiene sus respectivas actividades.
1.1. ACTIVIDADES ANTES DE LA LECTURA
Según J. David Cooper (1990) la enseñanza previa del vocabulario permite alcanzar tres objetivos bien definidos:
Una ayuda para que los alumnos aprendan el significado de las palabras relevantes dentro del texto.
Una ayuda para que los estudiantes aprendan a pronunciar cualquier concepto clave que pueda causarles dificultades a través de la lectura.
Una ayuda para que los alumnos desarrollen una amplia reserva de vocabulario significativo que eventualmente habrá de convertirse
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