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Ensayo Diez Nuevas Competencias Para Enseñar Pilliph Perrenoud


Enviado por   •  6 de Octubre de 2022  •  Ensayos  •  4.455 Palabras (18 Páginas)  •  61 Visitas

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[pic 1]ESCUELA NORMAL SUPERIOR DEL ESTADO DE PUEBLA

LICENCIATURA EN APRENDIZAJE Y ENSEÑANZA EN TELESECUNDARIA

CCT.21ENL0007J

REPORTE DE LECTURA:

Diez Nuevas Competencias Para Enseñar

Elaborado por:

Lizbeth Hernández Alvarado

Grado: Tercer semestre  Grupo: “B”

MATERIA:

Planeación y Evaluación

DOCENTE TITULAR DE LA MATERIA:

Oscar Domínguez Cuellar

TERCER SEMESTRE

CICLO ESCOLAR

2022-2023

¿Qué es una competencia?

Una competencia es un conjunto de habilidades, conocimientos, actitudes y valores con los que cuenta una persona. Esto le da la capacidad de movilizar varios recursos cognitivos para hacer frente a un tipo de situaciones.

El autor hace mención a las competencias con las que un docente debe contar para conformar un “escenario para un nuevo oficio” las cuales están definidas como la práctica reflexiva, profesionalización, trabajo en equipo y por proyectos, autonomía y responsabilidad ampliadas, tratamiento de la diversidad, énfasis en los dispositivos y las situaciones de aprendizaje, sensibilidad con el conocimiento y la ley; las cuales se definen detalladamente y con ejemplos sobre situaciones en las que un docente puede pasar y su resolución se dará según las competencias con las que cuente.

“Decidir en la incertidumbre y actuar en la urgencia es una forma de caracterizar la experiencia de los profesores, que realizan una de las tres profesiones que Freud llama imposibles, porque el alumno se resiste al saber y a la responsabilidad”

  1. ORGANIZAR Y ANIMAR SITUACIONES DE APRENDIZAJE

Para empezar, esto hace referencia a la capacidad de un docente para organizar situaciones de aprendizaje como herramientas eficaces para integrar los elementos curriculares de las distintas áreas mediante tareas y actividades significativas y relevantes para resolver problemas de manera creativa y cooperativa, reforzando la autoestima, autonomía, la reflexión y la responsabilidad, esto no añade nada nuevo al papel de un profesor y tampoco controlan las situaciones de aprendizaje en las que colocan a sus alumnos ya que esto depende de su capacidad de concentración, lo que le interesa, lo que tiene sentido para él y lo que se relacione con su realidad.

-conocer a través de una disciplina determinada, los contenidos que hay que enseñar y su traducción en objetivos de aprendizaje.

Yo enseño, ¿pero ellos aprenden? –Saint Onge (1996)

Una enseñanza va más allá de la transmisión de conocimientos, se trata del dominio de lo que se está enseñando para dejarle ver al alumno como lo puede emplear y como lo puede utilizar. Volver una clase como una exposición es una idea equivocada de enseñar porque eso te limita y limita a los aprendientes. Esto quiere decir que puedes tratar de aplicar muchas estrategias de enseñanza pero si no dominas el tema, no lograras el aprendizaje en tus alumnos.

“Lo que se concibe correctamente se expresa con claridad y las palabras para decirlo salen con facilidad” – Boileau.

-trabajar a partir de las representaciones de los alumnos.

Trabajar a partir de representaciones de los alumnos no consiste en hacer que se expresen para despreciarles inmediatamente. Lo importante es darles regularmente derecho de ciudadanía en la clase, interesarse por ellos, tratar de comprender sus raíces y su forma de coherencia, debe abrirse un espacio para la palabra, no censurar de forma inmediata las analogías falaces, las explicaciones animistas o antropomórficas, los razonamientos espontáneos, con el pretexto de que conducen a conclusiones erróneas. El profesor que trabaja a partir de las representaciones de los alumnos trata de reencontrar la memoria del tiempo en la que todavía no sabía, de ponerse en el lugar de los alumnos, de recordar que, si no lo entienden, no es por falta de buena voluntad, sino porque lo que al experto le parece evidente a los alumnos les parece complicado y arbitrario. No sirve de nada explicar cien veces la técnica de la división a un alumno que no ha entendido el principio de la numeración en distintas bases.

-trabajar a partir de los errores y de los obstáculos en los aprendizajes.

Se basa en el simple postulado de que aprender no es primero memorizar, almacenar las informaciones, sino más bien reestructurar su sistema de comprensión del mundo. Una verdadera situación problema obliga a superar un obstáculo a costa de un aprendizaje inédito, ya se trate de una simple transferencia, de una generalización o de la construcción de un conocimiento completamente nuevo. El obstáculo se convierte entonces en el objetivo del momento, un objetivo obstáculo, según la expresión de Martinand (1986). En un trabajo colectivo, se inicia la discusión, el choque de representaciones obliga a cada uno a precisar su idea y a tener en cuenta las de los otros. Es entonces cuando el error de razonamiento y estrategia amenaza.

-implicar a los alumnos en actividades de investigación, en proyectos de conocimiento.

Cuando leemos «la utilidad de experiencias de pensamiento para hacer flotar los barcos», sólo podemos retener los aspectos epistemológicos y didácticos de la secuencia descrita. Cada relación de conceptos, cada sucesión de experiencias plantea la cuestión de sus fundamentos y sus alternativas. También se puede debatir sobre el papel del profesor, entre intervenir y dejar hacer. La dinámica de una investigación siempre es a la vez intelectual, emocional y relacional. El papel del profesor es relacionar los buenos momentos, asegurar la memoria colectiva o confiarla a ciertos alumnos, poner a disposición o hacer que algunos alumnos busquen o confeccionen los materiales requeridos para experimentar. Durante cada sesión, disminuye el interés, el desánimo se apodera de algunos alumnos, cuando sus esfuerzos no se ven recompensados o cuando descubren que el problema puede esconder otro, por lo que no ven el final del túnel y abandonan. Un proyecto de conocimiento no es fácil disfrazarlo de proyecto de acción ni tampoco situarlo en una perspectiva «práctica», excepto negando la división del trabajo y el futuro probable de los alumnos. Los alumnos ven claramente que a su alrededor los adultos no entienden cómo funciona la nevera, la televisión o el lector de CD, que forman parte de su vida cotidiana. ¿Cómo hacerles creer que tendrán necesidad de conocimientos científicos en una sociedad en la que las tecnologías funcionan, nos guste o no, con el desconocimiento de sus fundamentos teóricos en la mayoría de sus usuarios? Para fomentar abiertamente un proyecto de conocimiento, luego hay que ser capaz de suscitar una pasión desinteresada por el conocimiento, por la teoría, sin tratar de justificarla, al menos durante la escolaridad básica, por un uso práctico que será el patrimonio de algunos especialistas. ¿Entonces, cómo convertir el conocimiento en apasionante por sí mismo? No se trata solamente de una cuestión de competencia, sino de identidad y de proyecto personal del profesor.

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