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Ensayo La isla de San Lucas


Enviado por   •  20 de Abril de 2018  •  Ensayos  •  1.646 Palabras (7 Páginas)  •  150 Visitas

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La cárcel de la isla de San Lucas en Costa Rica se encuentra en el golfo del Pacífico, a unos tres kilómetros de la costa de Puntarenas. Posee gran riqueza en flora y fauna, tanto terrestre como marítima, hoy día es un centro turístico y una reserva boscosa en la cual se pretende proteger la vida que esta zona alberga.

Sin embargo no es esto lo que hace famosa esta isla, durante los años que funcionaba como centro penitenciario era y es hasta el día de hoy considerada la prisión más brutal en la historia de Costa Rica.

El trato que recibían los presos era inhumano, las condiciones en las que permanecían encarcelados era deplorable, en cada celda se encerraban hasta setenta reos, los cuales tenían una única hora de sol al día. Apenas y comían, el hambre y la inanición podía volver locos a los prisioneros, los pocos intentos de fuga prácticamente terminaban en muerte, los alrededores de la isla se encuentran atestados de tiburones que acababan con la vida de los prófugos, dentro de las muchas historias que se escuchan acerca de este lugar, hay una que habla de un reo que tenía fobia al mar, los guardias lo lanzaban al agua y lo torturaban, lo rescataban y lo volvían a tirar, hasta que un día cayó en una corriente que lo arrastró mar adentro y éste se ahogó.

Los presos permanecían dentro de la prisión encadenados a grilletes con peso, que les provocaban úlceras y llagas en los tobillos que se infectaban la mayoría de las veces, muchos eran víctimas de violaciones y muy pocos lograban sobrevivir a este calvario. El reo podría haber cumplido su pena, pero la sociedad no perdona y más bien estigmatiza; las marcas físicas del presidiario serían permanentes, igual que las miradas que estas marcas atraerían sobre él.

Los guardias eran déspotas y brindaban palizas desgarradoras a los prisioneros, algunos morían en el acto por sangrados internos y otros permanecían durante semanas convalecientes, las torturas se presentaban como pan de cada día.

Cabe destacar que el libro de José León Sánchez “La Isla de los hombres Solos” es una excelente muestra de lo cruda que era la situación de este lugar, explica de manera muy inclemente todo lo que aquí sucedía, él mismo lo vivió en carne propia y relata todas las peripecias que vivió en este “infierno”.

Llegado a éste punto es donde uno debería considerar la prevalencia de los derechos humanos por más difícil que esto sea cuando se trata de criminales; la idea de un centro penal hoy en día es permitir una rehabilitación de las personas y permitirles reintegrarse a la sociedad tras haber causado un daño a la misma, si bien es cierto el castigo es “proporcional” a su delito, se busca restablecer la capacidad de éstas personas a ser parte de una sociedad y ser útil para la misma.

Dentro de los centros penales se busca crear una “sociedad” donde todos deben ser productivos y producir un bien para la misma institución, es decir todos van a realizar un trabajo para poder vivir dentro del centro penal y así reducir costos.

En las cárceles de Estados Unidos, especialmente en las áreas de mínima seguridad se permite a los prisioneros convivir de en cierta forma más libremente, esto para que la rehabilitación sea más rápida.

Sin embargo según estadísticas avaladas por la OMS (Organización Mundial de la Salud), explican que en países en vías de desarrollo el 90% de los ex presidiarios son reincidentes, esto porque no existen programas bien planteados de rehabilitación. En Costa Rica las condiciones carcelarias son precarias hoy en día, nunca como en la isla de san Lucas, pero la sobrepoblación en las penitenciarías y el poco control de las situaciones que suceden dentro son parte de las reincidencias.

El problema radica en que personas que cometen crímenes despiadados contra la sociedad, a la vista y pensamiento de muchos, no deberían tener acceso a “un buen trato”, si bien es cierto estos son criminales, la vida es un derecho inalienable y se encuentra plasmado en La Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Nadie tiene el derecho a arrebatarle la vida a otra persona y a pesar de que un delincuente lo haga, no significa que el resto de la sociedad caiga en su mismo error. Muchos estados mantienen la pena de muerte como castigo y simplemente elimina a quien causa daño a la sociedad.

Llegado a éste punto muchas veces se inicia un debate donde la doble moral de la humanidad se ve en jaque. Se quiere defender lo indefendible, pero es difícil no tratar de hacer un cambio, cuando se habla de personas problema, es complicado no utilizar expresiones como: “Él o ella de lo buscó” “La cárcel es un castigo, no debe ser bonita” “Nadie lo obligó y ahora debe pagar”. Y todo esto es una realidad, pero se entra en debate cuando se ven casos de asesinatos brutales dentro de una cárcel, violaciones a hombres y mujeres que simplemente agravan su situación.

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