Ensayo Los Conflictos De La Tierra

ENSAYO “LOS CONFLICTOS DE LA TIERRA Y DE LA FIRMA DE PAZ ENTRE EL ESTADO COLOMBIANO Y LA INSURGENCIA”

Para el desarrollo de este tema se debe dar respuesta a la siguiente pregunta: ¿Es posible que el estado colombiano logre firmar un pacto de paz duradero con la insurgencia teniendo en cuenta que uno de los problemas fundamentales y generadores del conflicto ha sido la tierra?

A decir verdad la firma de la paz es uno de los deseos más grandes que hemos tenido los colombianos en las últimas cinco décadas; la idea de que se logre por fin tener la tranquilidad de visitar cualquier rincón de Colombia sin el miedo a ser secuestrados, asesinados o vulnerados en cualquier otro derecho es sin duda la ilusión de cada ciudadano colombiano; existen muchas visiones sobre el tema, para algunos es un sueño, para otros una mentira, incluso paradójicamente hay quienes piensan que sería un error. Cada punto de vista está basado en criterios de tipo político, económico, social, cultural, etc. A esto se puede decir que las condiciones necesarias de seguridad y equidad en cuanto a la tierra tienen que basarse en unos verdaderos compromisos de las dos partes en los diálogos de paz actual esto quiere decir que las FARC no exijan dominio de tierra y que el estado garantice la devolución de las mismas haciendo valedera la ley 1148 de 2011 la cual hace referencia a la restitución de tierras a sus víctimas, con programas y capacitaciones para ejercer un verdadero desarrollo agrario que las Farc con sus desmovilización se comprometan a devolver el control al estado y que busquen las condiciones necesarias para el desarrollo de sus integrantes desmovilizados ya sean como ciudadanos urbanos y rurales con la previa disponibilidad de acatar el cumplimiento de las normas estatales y civiles actuales y pagar las condenas necesarias para así llegar a una resocialización verdadera. Y Que a través del ministerio de defensa el ejército cumpla funciones a través de bases militares móviles que hagan presencia en el campo colombiano estas fuerzas deben tener una preparación administrativa y jurídica para brindar conocimiento y normatividad al colombiano común.

Esto nos da una visión optimista y podría decirse que la paz si es posible, pues esta no es la primera vez que el país se ha enfrentado a una situación similar, no se puede desconocer que ocho organizaciones guerrilleras de diferentes niveles en importancia han dejado sus armas en los últimos años: “el M-19, el EPL (Ejército Popular de Liberación), los Comandos Ernesto Rojas, el PRT (Partido Revolucionario de los Trabajadores), el MAQL (Movimiento Armado Quintín Lame), el CRS, las milicias populares y el Frente Francisco Garnica”

La violencia en Colombia viene dándose desde hace mucho tiempo, para las décadas de los 60 y 70 se dio la lucha entre los partidos de la época: conservadores y liberales; en la década del 60 surgieron las FARC, el ELN, el EPL y el M-19; sin embargo como es bien sabido hoy en día militantes de algunos de estos grupos hacen parte de la política actual desempeñando cargos tan importantes como es el caso de Gustavo Petro Alcalde Mayor de Bogotá.

Si bien es cierto la aparición de estos grupos se dio por el deseo de acabar con la injusticia social de ese momento, este ideal fue perdiendo su esencia con el paso del tiempo, pues empezaron a primar intereses personales de tipo político y económico, efectivamente el desplazamiento es una de las consecuencias más desafortunadas del conflicto después de lo asesinatos y el secuestro de civiles que nada tienen que ver con esta absurda guerra.

A pesar de esto la desigualdad está vigente y sigue aumentando, cada día los ricos son más ricos y los pobres más pobres, los campesinos tienen que abandonar sus tierras y migrar a las ciudades para enfrentarse a situaciones tan agudas como el hambre, la falta de un techo, la falta de oportunidad para trabajar; resulta indignante ver cómo mientras algunos derrochan, otros suplican por una oportunidad.

Hoy en día el campesinado a través de los movimientos populares se ha organizado de modo que puedan ser parte activa en la construcción de la paz con justicia social que garantice las formas de vida comunitaria en los ámbitos sociales y rechace iniciativas legislativas que buscan mantener la desigualdad en función de los intereses de grandes empresas y de unos pocos poseedores de grandes extensiones de tierra.

De otro lado, si se examina quiénes son los actores del conflicto, encontramos que la lista es larga,

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