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Entamoeba histolytica y su relación huésped-parásito

jlosiro5 de Febrero de 2013

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ENF INF MICROBIOL 2011 31 (2): 63-70 ENTAMOEBA HISTOLYTICA Y SU RELACIÓN HUÉSPED-PARÁSITO

Entamoeba histolytica y su relación

huésped-parásito

Campos Peralta José Manuel*,

Sánchez Monroy Virginia*,** ,

Villalba Magdaleno José D’Artagnan***.

Entamoeba histolytica and it´s

cell/parasite relationship

Resumen

En esta revisión, se describen algunos datos actuales de la serie de eventos que se producen en la relación huéspedparásito

que se establece en la amibiasis, infección endémica en nuestro país. La amibiasis ha sido descrita en la

literatura médica desde los tiempos de Hipócrates, y constituye una de las tres causas más comunes de muerte

por enfermedades parasitarias. La enfermedad presenta diferentes cuadros clínicos, aunque todavía se desconoce

mucho sobre la relación huésped-parásito que conducen a la producción de las lesiones.

En la interacción huésped-parásito, la liberación de mucina de la mucosa intestinal, la presencia de la flora bacteriana

residente en el intestino, el sistema de complemento, y la respuesta inmune representan algunas de las

barreras de defensa contra E. Histolytica. Sin embargo, varios reportes han documentado la modulación de esta

respuesta por la amiba principalmente a través de sus cisteín-proteasas y lectinas. Por lo tanto, probablemente la

patogénesis de la enfermedad se deba a la combinación de efectos de las condiciones que presenta el hospedero

para controlar la infección, así como de las características del propio parásito.

Palabras clave: Entamoeba histolytica, amibiasis, parásito.

Abstract

In this review, we describe some current data from the series of events that occur in the host parasite relationship

that is set to amebiasis, infection endemic in our country, described in medical literature since the days of Hippocrates,

which is one of the three most common causes of death from parasitic diseases. This disease has different

clinical pictures, but even today much is unknown about host parasite relationship leading to the production of

lesions.

In host-parasite interaction of mucin release from intestinal mucosa, the presence of the resident bacterial flora in

the intestine, the complement system and immune response represent some of the barriers of defense against

E. histolytica, although several reports have documented the modulation of this response by the amoeba primarily

through its cysteine proteases and lectins. Therefore, probably the pathogenesis of the disease is due to the

combined effects of the conditions presented by the host to control infection, as well as to the characteristics of

the parasite itself.

Keywords: E. histolytica, amebiasis, parasite.

* Laboratorio Multidisciplinario de Investigación, Escuela Militar de Graduados de Sanidad, Universidad del Ejército y Fuerza Aérea, México.

** Laboratorio de Biomedicina Molecular I, Programa Institucional de Biomedicina Molecular. Escuela Nacional de Medicina y Homeopatía, IPN.

*** Universidad del Valle de México, Campus Chapultepec.

Correspondencia: Virginia Sánchez Monroy,

Laboratorio Multidisciplinario de Investigación, Escuela Militar de Graduados de Sanidad, Universidad del Ejército y Fuerza Aérea, México,

Lomas de San Isidro, México, DF, CP 11620.

Tel. - Fax (55) 55400759

Dirección electrónica: vickysm17@hotmail.com

64 Enfermedades Infecciosas y Microbiología, vol. 31, núm. 2, abril-junio 2011

ACTUALIDADES ENF INF MICROBIOL 2011 31 (2): 63-70

Aspectos históricos

El cuadro clínico por diarrea mucosa y sanguinolenta,

fiebre, escalofríos, estreñimiento de carácter intermitente,

flatulencia, dolor de cabeza y abdominal de tipo espasmódico,

así como fatiga, ha sido descrito en la literatura

médica desde los tiempos de Hipócrates (460-377 a.C.). En

el Viejo Testamento hay varias referencias que recuerdan

a la disentería. Por ejemplo, en las advertencias del profeta

Elías, en el libro de Segunda de Crónicas, 21:15: “Tú

mismo padecerás muchas dolencias, y una enfermedad

maligna te irá carcomiendo las entrañas día tras día”. En el

libro de Deuteronomio 23:14 se habla sobre la higiene de

los campamentos, haciendo referencia a las heces como

fuente de infección: “También llevarás una estaca en tu

equipaje y, cuando salgas afuera para hacer tus necesidades,

cavarás un hoyo con la estaca y luego lo volverás a

tapar para cubrir tus excrementos”. Finalmente, en el libro

de Lamentaciones 2:11 encontramos: “Mis ojos desfallecieron

de lágrimas, rugieron mis entrañas, mi hígado se

derramó por tierra por el quebrantamiento de la hija de mi

pueblo, cuando desfallecía el niño y el que mamaba, en las

plazas de la ciudad”.

Otros datos históricos sugieren que, en 1755, Rösel

van Rosenhof, pintor miniaturista de profesión, tallador de

lentes y microscopista de afición, descubrió un microorganismo

que cambiaba constantemente de forma, por lo que

lo llamó “el pequeño proteo”. Linneo lo designó después

como Chaos proteus. Para 1875, nada se sabía acerca de

la existencia de un organismo parásito del hombre que se

asociara con el conjunto de síntomas que caracterizan a la

disentería amibiana. El Dr. Fedor Aleksandrevitch Lesh publicó

los resultados de las observaciones y experimentos que

hizo en el caso de la disentería que padeció J. Markow, un

campesino de 24 años de edad, procedente de la provincia

de Arcángel, internado en la clínica del profesor Eichwald

en San Petersburgo. El enfermo estaba enflaquecido, tenía

siete a nueve evacuaciones diarias, líquidas, precedidas

por dolor en todo el abdomen y acompañadas de tenesmo,

fiebre, debilidad muscular y edema en los miembros

inferiores. Se quejaba de una sed intensa y de pérdida del

apetito. La palpación de la fosa ilíaca izquierda y del mesogastrio

provocaba dolor. Las evacuaciones eran de poco

volumen, de color pardo rojizo, con grumos purulentos y

mucosos. Su examen microscópico reveló presencia de

abundantes formaciones celulares dotadas de movimiento

propio, las cuales, en palabras de Lesh, inmediatamente

fueron identificadas como amibas. El paciente falleció en

condiciones de anemia avanzada y de agotamiento total.

La necropsia registró edema e hiperemia en la mucosa de

la mitad posterior del íleon; y lesiones semejantes, pero

mucho más intensas, en el ciego donde había una gruesa

capa mucosanguínolenta que cubría zonas engrosadas,

con cicatrices y úlceras. El examen histopatológico de estas

lesiones reveló infiltración celular en la submucosa, con

presencia de amibas como las halladas antes en las heces.

Lesh rechazó la relación directa de la enfermedad con la

abundancia de las amibas Amoeba coli (nombre propuesto

por él) en las heces. No conforme, reprodujo la enfermedad

en perros, con lo que pudo concluir que, cuando estos

parásitos se multiplicaban en el intestino, provocaban una

intensa inflamación que podía llegar a la desintegración del

tejido afectado.1

Un estudio hecho por Quincke y Roos, en 1893, hizo

progresar considerablemente el conocimiento de la biología

de las amibas causantes de la disentería. Estos autores

confirmaron la existencia de más de una especie de amibas

parásitas en el intestino humano. Descubrieron el ciclo evolutivo

de la amiba disentérica con la trasformación de sus

trofozoítos en quistes, y que ésta era la forma infectante. En

1903, Fritz Schaudinn precisó los detalles estructurales de

dos especies de amibas: a la patógena la llamó Entamoeba

histolytica, y a la especie constantemente, desprovista de

poder patógeno, la llamó Entamoeba coli.2 Emile Brumpt,

en 1925, propugnó la existencia de dos especies morfológicamente

similares, pero diferentes desde el punto de vista

clínico: E. histolytica, capaz de ocasionar enfermedad en

humanos, y Entamoeba dispar, sin capacidad patógena. No

obstante, en 1993, la consideración conjunta de varios datos

llevó a una nueva descripción de la existencia de ambas especies

de amibas.

Científicos del siglo XIX y XX establecieron la correlación

etiológica entre E. histolytica y la amibiasis en el hombre,

definiendo la amibiasis como la enfermedad producida en

seres humanos por el protozoario parásito E. histolytica. Las

personas infectadas con este parásito pueden desarrollar

patologías potencialmente fatales, como la colitis amibiana

fulminante, o el absceso hepático amibiano.3, 4

Morfología

E. histolytica se presenta en la naturaleza en tres estadios

morfológicos: trofozoítos, prequiste y quiste (figura 1).

Figura 1

Estadios morfológicos de Entamoeba histolytica.

A. Trofozoitos y B. Prequistes y Quistes. Tomado de

(http://jpkc.sysu.edu.cn/jscx/Textbook/six-2.html).

A

B

Enfermedades Infecciosas y Microbiología,

...

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