Entre Lo Humano Y Lo Divino Se Encuentra El Hombre
misael1723 de Noviembre de 2014
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ENTRE LO HUMANO Y LO DIVINO SE ENCUENTRA EL HOMBRE
José Luis Cristian Heredia Rojas
Dedicado a mis hijos
Acompañar a Daniel en esta, su historia a sido hermoso y he aprendido de él, como uno aprende de sus hijos; a la vez que ha sido un acto de liberación al entender que no es una mentira o una exageración, sino un personaje, que vive en esta historia, y es real.
El autor
INDICE
1 Capítulo I. El Sueño…………………………………………..4
2 Capítulo II. La carta…………………………………………..7
3 Capítulo III. Mala enseñanza……………………………10
4 Capitulo IV. Soledad…………………………………………13
5 Capitulo V. La realidad……………………………………..16
6 Capítulo VI. Una historia sin final…………………….19
CAPITULO I. EL SUEÑO
A lo lejos entre la bruma se veía un grupo de gente bailando, el paisaje a pesar de ser frió le entregaba una sensación de mucho placer y familiaridad, a la distancia se escuchaba el mar que sólo lograba ver si se empinaba un poco más, montañas grises con algo de vegetación, una brisa suave cruzaba su rostro y movía su cabello, ese olor, olor a limoneros…miro hacia abajo y miro sus pies descalzos, dio un paso adelante y escucho como el pasto cedía ante la presión, camino y cada vez la música se hacia más próxima, estaría soñando…y ese baile y esa música, con los años aprendería a distinguir los instrumentos y la música que escucho aquella noche, diría una vez que le gustaba la música celta y leería algo de los bruidas magos de aquellas latitudes nórdicas que hiciera suyas de aquel día…antes de llegar a la multitud alguien le cubrió los ojos, de un modo juguetón y cómplice, sintió aquellas manos suaves y percibió un aroma particular, que sólo identificaba en sus sueños y que sólo una vez creyó acariciar, entonces se despertó…un sentimiento desagradable lo embargo, era sólo un sueño, pero tan real, podía escuchar aún la música y como retumbaba en su cabeza, las sensaciones en su cuerpo, en sus pies y sobre todo ese olor que aún quedaba impregnado en su rostro, se dio vuelta trato de dormir nuevamente, para buscar aquel sueño que lo conmovió tanto, luego de algunos intentos volvió a aquel lugar, la gente ya no danzaba, sintió un olor a humo y el entorno le pareció más húmedo y frío…de repente escucho esa voz…¿dónde estuviste?, parecías como si no estuvieras aquí…volteo sin antes sentir un temor y un cosquilleo en el estomago, fue parecido aquel cosquilleo que sintió cuando al correr la cortina de la ventana del colegio, se encontró con aquellos ojos que sólo una vez percibió…nunca me he ido de aquí, contesto y volteo su mirada, se dio cuenta que la persona que acababa de hablarle era una niña, tenia su mirada hacia el suelo y su cabellera caía ondulada en sus hombros, con su mano arrancaba en ese momento un trozo de pasto…Daniel pregunto ¿y quien eres tu y de donde me conoces?, antes de ver aquellos ojos, escucho una risa, luego esos ojos se clavaron en los suyos y sintió otra vez, esa mano, pero ahora en su propia mano, lo incorporo. Lo irguió y su cuerpo sin querer compartió sea breve pero larga distancia entre el lugar donde se encontraba y los restos de una fogata, aquella voz dulce, pero baja le dijo,… entre risas, te voy a bailar una nueva danza que aprendí, dime si te gusta…aquel vestido azul transparente, tan transparente que puedo ver las estrellas y su figura…..pensó… tiene estrellas en el cuerpo igual que yo… ¿te puedo llevar a algún lugar solos?, donde pueda apretarte fuerte, tan fuerte que te ahogue, y que sólo mis besos te den alivio….su cabeza divagó y no entendió por que pensó eso y como llego ese pensamiento, ahí a su mente, tu me has despertado…(continuo) de hecho ahora mismo estoy despierto, despierto de amor….despierto de ganar de no irme más, quiero traspasarte…como mi mente….iluminarte con mi ganas…el tiempo es mi enemigo que me impide tocarte y mirarte, la distancia no me estima ya que lo único que hace es apartarme de ti….hoy quiero unirme a ti, perderme en ti….naufragar….estos días han sido días buenos, es bueno tenerte…cerca….Princesa…
Daniel despertó bruscamente, agitado, emocionado pero confundido, de adonde vinieron esos pensamientos, comenzó a indagar en su mente y en las experiencias que había tenido los últimos días que habían transcurrido, trato de recordar el eco de alguna película, lo que habría leído, de echo había escuchado decir a rodrigo que los sueños eran experiencias que uno tenia, pero que el cerebro no alcanzo a procesar…procesar que era eso, de repente un diminuto rayo de luz se abrió camino desde el techo, acariciando su rostro, se incorporo al costado de su cama y como cada día, su reloj natural le decía que ya debía ir al colegio. Con los años conocería que ese reloj natural era el circadiano.
El sueño…..eran montañas, tonos grises y verdes, podía sentir la brisa suave y la humedad, un infinito firmamento, espacio y libertad….suena música, pueden ser violines, flautín o tal vez gaita…no me acuerdo, a lo mejor hasta lo invente….puedo sentir el suelo en mis pies, y tu mirada a través de mi, tus manos son suaves y tu piel luz, tus cabellos juguetones rozan y expanden tu aroma, te miro y me inspiras…dulce, pura, este momento fue hecho para mi, fuiste hecha para mi…corres y te alejas, no te alcanzo..se agita mi corazón, no quiero perderte…pero te vas, sólo me queda tu aroma de limonero…te llevaste hasta la música…cuantas veces te busque en mis sueños…en las esquinas, cuantas veces estuve a punto de alcanzarte, pero no eras tu…es verdad soy un hambriento, y mis ojos son ojos dormilones de tanto buscarte en mis sueños…de tanto buscarte y no encontrarte…me he pasado la vida sin ti…no pretendas que no tema, y que mis manos no se humedezcan, que mi boca no se seque, que tenga que apretar el corazón para que no se me salga…vuelvo a casa, vuelvo a sentir el suelo en mis pies…quiero recordar tu aroma, quiero que tu mirada me vuelva a inspirar… paro de escribir, la última hendidura del lápiz, casi rompió el papel, miro aun lado y otro, pudo mirar hacia afuera de la inmensa sala, a través de ese vidrio opaco, y ver a la distancia esos faroles de tonos apesadumbrados y tenues, muchas veces sintió esa sensación de habitualidad al mirar esos faroles nocturnos y camino por aquellos patios de su colegio, que a aquella hora parecía desierta, como si todo aquello fuera sólo para él, pensó habrá sido un sueño o sólo un invento de mi imaginación, habían pasado un poco más de tres años desde que tuvo ese primer sueño y hace más de uno que no soñaba, la carta que escribí al final la deje en el techo de mi casa, levanto un ojo como para hacer memoria y evocar más recuerdos, debe estar toda pegada y desteñida se dijo, en ese momento una voz familiar le dijo vamos te vine a buscar, me imagino que estabas aquí esperándome…miro sin mirar, guardo el papel en el bolsillo de su chaqueta y contesto: por supuesto, te esperaba de hace rato…
CAPITULO II. LA CARTA
Daniel cumpliría mañana 14 años, en unas semanas mas conocería a su padre biológico, siempre fue un soñador, muchas veces soñaba despierto y se imaginaba a ese hombre, el realidad lo conocía en su imaginación y contaba cuando le preguntaban quien era,… que lo que hacia, como había sido su vida y trataba de explicar por que no estaba a su lado…fueron cuestiones políticas decía, como si un niño a esa corta edad entendiera esos conceptos…Daniel, nunca vio sus precariedades, siempre fue feliz, en el colegio le decían sonrisal, aunque muchas veces escondía su risa por que sus dientes no se alienaban como el hubiera querido, en realidad su dentadura era mala, dientes chuecos y muchas caries, una combinación de falta de higiene y de esa genética que al menos en lo biológico no se puede rehuir.
Pensó, mañana será mi cumpleaños, tomo un lápiz y busco un par de hojas, estaban amarillentas, pero igual cumplirían su cometido, recibir las letras de aquel niño que buscaba en sus pensamientos y deseaba expresar todo ese mundo interior que sólo compartía con su amiga, cual era su nombre, nunca no menciono, a lo mejor nunca lo supo, es parte de esa facultad humana de esconder pensamientos en lo más profundo de uno mismo…le saco punta a un lápiz de carbón, era especial ese lápiz, tenia un carbón azul, que cuando lo humedecía con su lengua cobraba un brillo diferente, su cobertura era gris y al comienzo
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