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Evaluación psicométrica Aportaciones de la Neuropsicología Cognitiva al Diagnóstico Diferencial


Enviado por   •  28 de Octubre de 2013  •  1.561 Palabras (7 Páginas)  •  344 Visitas

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Evaluación psicométrica

Aportaciones de la Neuropsicología Cognitiva al Diagnóstico Diferencial

de las Alteraciones del Aprendizaje Escolar

María Jesús BENEDET

Facultad de Psicología - UCM

El fracaso escolar puede tener diversas causas. Una de ellas son las alteraciones del aprendizaje. Dichas alteraciones son mucho más frecuentes de lo que se tiende a creer. Ello se debe a que están infradiagnosticadas.

Por un lado, hay una tendencia generalizada a atribuir el fracaso escolar a situaciones socioemocionales negativas. Debido a que éstas están frecuentemente presentes en la vida del niño, lo más simple es concluir que dichas situaciones lo explican todo.

Por otro lado, una evaluación meramente psicométrica (véase psicológica) de la inteligencia puede y suele enmascarar la eventual presencia de deficit cognitivos que, si están presentes, son las verdaderas causas del fracaso escolar. Un entorno socioemocional negativo sólo contribuiría a magnificarlas; pero el tratamiento de éste nunca resolvería esos deficit ni, por lo tanto, el fracaso escolar del niño.

¿Qué es una evaluación psicométrica? La evaluación psicométrica consiste en la aplicación de “test psicométricos”.

¿Qué es un test psicométrico? Un test psicométrico está constituido por una serie de tareas (o “elementos”), ordenados por su dificultad creciente, que se aplican siempre exactamente de la misma manera a un amplio grupo de individuos (el “grupo normativo”), representativo de la población a la que pertenecen los sujetos (en nuestro caso los niños) a los que luego se les va a aplicar para evaluar su inteligencia.

Un test se usa a modo de instrumento de medida y, en tanto que tal, lo mismo que una cinta métrica, ha de medir siempre exactamente lo mismo. Para ello, es preciso que: a) se aplique a cada niño exactamente igual que se aplicó al grupo normativo, y b) se comparen los resultados obtenidos por el niño al que se está aplicando con el subgrupo normativo de su misma edad sexo y procedencia cultural. Esto permite saber si el niño al que se está evaluando logra resolver correctamente el mismo número de tareas del test que los niños de su edad, sexo y procedencia cultural, o resuelve más o resuelve menos. Es lo que se suele expresar mediante el Cociente Intelectual (CI).

Ahora bien, el CI es la puntuación media calculada partir de las puntuaciones obtenidas por el niño en cada uno de los test que se le han aplicado. Y todos sabemos que una puntuación media sólo refleja la realidad si las puntuaciones parciales a partir de las cuales se obtiene son homogéneas. Si no lo son, esa puntuación media sólo conduce a enmascarar la realidad, por cuanto enmascara tanto las puntuaciones más altas como las puntuaciones más bajas.

Si tenemos en cuenta que, mientras las puntuaciones más altas, siempre y cuando correspondan a tests con una buena validez como tests de inteligencia, reflejan los puntos fuertes del funcionamiento intelectual, las más bajas reflejan sus deficit específicos, comprenderemos la gravedad de las consecuencias que ese enmascaramiento tiene de cara al diagnóstico de las causas del fracaso escolar.

Por este motivo, no se debe dar jamás un CI obtenido a partir de unas puntuaciones que no sean homogéneas.

La alternativa de una evaluación psicométrica consiste en proporcionar un “perfil”, en lugar de un CI.

Un “perfil psicométrico” recoge las puntuaciones obtenidas por el niño en un cada uno de los tests que se le han aplicado. Nos dice en qué tests ha obtenido puntuaciones medias, altas o bajas. Esto nos permite saber si presenta o no algún deficit, pero en modo alguno nos permite saber en qué consiste ese (o esos) deficit.

Esto se debe a que en la ejecución de cada elemento de un test participan toda una serie de funciones cognitivas, además de la que da nombre al test, y cada una de ellas (y no sólo la que da nombre al test) puede ser la responsable del fracaso del niño en ese test.

A título de ejemplo, en un test no escrito de “razonamiento aritmético”, el niño ha de ser capaz de:

a) centrar y mantener su atención a lo largo de toda la presentación auditiva del enunciado

b) comprender ese enunciado a nivel verbal (es decir, comprender cada una de sus palabras y de sus oraciones)

c) comprenderlo a nivel conceptual (es decir, comprender qué es lo que se le pide que haga)

d) mantener ese enunciado en su memoria a corto plazo (MCP) mientras establece un plan para resolverlo

e) establecer ese plan (lo que implica funciones de razonamiento aritmético)

f) aplicar ese plan, lo que implica, además, funciones de control ejecutivo

g) dar una respuesta verbal

Si falla cualquiera de estas funciones, el niño

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