Floricultura
alvarezclaudia14 de Mayo de 2014
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FLORICULTURA.
APORTE TRABAJO COLABORATIVO 1
Claudia alvarez tellez
UNIVERSIDAD NACIONAL ABIERTA Y ADISTANCIA
ESCUELA DE CIENCIAS AGRÍCOLAS, PECUARIAS Y
DEL MEDIO AMBIENTE
MARZO 19 DE 2014
CEAD SAHAGUN CORDOBA
INTRODUCCION.
En la actualidad el sector Floricultor Colombiano cuenta con 7.290 Has dedicadas al cultivo de flores frescas de corte para la exportación , de las cuales el 79% se encuentra ubicado en la Sabana de Bogotá, el 17% en Antioquia y el 4% en otros departamentos, entre los que se incluyen Valle, Cauca ,Caldas, Risaralda y Quindío. El 32% de las flores exportadas por los productores colombianos corresponde a rosas, un 15% a claveles, el 8% a mini claveles, el 13% a crisantemos y el restante 32% corresponde a la denominación “Otras” en donde se incluyen todas las demás especies y bouquets. (ASOCOLFLORES, 2008). En el rubro Otras se incluyen las especies bulbosas como Zantedeschia elliottiana. La Asociación Colombiana de Exportadores de Flores ASOCOLFLORES, reporta que el volumen de flores exportado en 2007 fue de 231.943 toneladas con un valor de 1,114 millones de dólares. En 2008, pese a la revaluación del dólar, Colombia exportó un total de 1.094 millones de dólares.
Realizar una investigación y/o visita a una finca de flores, en donde pueda identificar los principales aspectos relacionados con el establecimiento, producción y comercialización de los principales cultivos de flores de corte tradicional y/o no tradicional de su región.
A partir de la investigación y/o visita realizada, prepare un informe, que subirá al foro para su discusión, teniendo en cuenta Identificación del cultivo:
ORIGEN.
La rosa era considerada como símbolo de belleza por babilonios, sirios, egipcios romanos y griegos. Aproximadamente 200 especies botánicas de rosas son nativas del hemisferio norte, aunque no se conoce la cantidad real debido a la existencia de poblaciones híbridas en estado silvestre.
Las primeras rosas cultivadas eran de floración estival, hasta que posteriores trabajos de selección y mejora realizados en oriente sobre algunas especies, fundamentalmente Rosa gigantea y R. chinensis dieron como resultado la "rosa de té" de carácter refloreciente. Esta rosa fue introducida en occidente en el año 1793 sirviendo de base a numerosos híbridos creados desde esta fecha.
TAXONOMÍA Y MORFOLOGÍA
Perteneciente a la familia Rosaceae, cuyo nombre científico es Rosa sp.
Actualmente, las variedades comerciales de rosa son híbridos de especies de rosa desaparecidas. Para flor cortada se utilizan los tipos de té híbrida y en menor medida los de floribunda. Los primeros presentan largos tallos y atractivas flores dispuestas individualmente o con algunos capullos laterales, de tamaño mediano o grande y numerosos pétalos que forman un cono central visible.
Los rosales floribunda presentan flores en racimos, de las cuales algunas pueden abrirse simultáneamente. Las flores se presentan en una amplia gama de colores: rojo, blanco, rosa, amarillo, lavanda, etc., con diversos matices y sombras. Éstas nacen en tallos espinosos y verticales.
MATERIAL VEGETAL
Las cualidades deseadas de las rosas para corte, según los gustos y exigencias del mercado en cada momento, son:
Tallo largo y rígido: 50-70 cm, según zonas de cultivo.
Follaje verde brillante.
Flores: apertura lenta, buena conservación en florero.
Buena floración (= rendimiento por pie o por m2).
Buena resistencia a las enfermedades.
Posibilidad de ser cultivados a temperaturas más bajas, en invierno.
Aptitud para el cultivo sin suelo.
MULTIPLICACIÓN
La propagación se puede llevar a cabo por semillas, estacas, injertos de vareta e injertos de yema, aunque es este último el método más empleado a nivel comercial.
La reproducción por semillas está limitada a la obtención de nuevos cultivares.
Las estacas se seleccionan a partir de vástagos florales a los que se le ha permitido el desarrollo completo de la flor para asegurar que el brote productor de flores es del tipo verdadero. Además, los brotes sin flor son menos vigorosos, por lo que poseen menos reservas para el enraizamiento.
Pueden utilizarse estacas con 1, 2 ó 3 yemas, dependiendo de la disponibilidad de material vegetal, aunque son preferibles las de 3 yemas, ya que presentan mayor longitud y más tejido nodal en la base, disminuyendo así las pérdidas debidas a enfermedades.
REQUERIMIENTOS CLIMÁTICOS.
Temperatura.
Para la mayoría de los cultivares de rosa, las temperaturas óptimas de crecimiento son de 17ºC a 25ºC, con una mínima de 15ºC durante la noche y una máxima de 28ºC durante el día. Pueden mantenerse valores ligeramente inferiores o superiores durante períodos relativamente cortos sin que se produzcan serios daños, pero una temperatura nocturna continuamente por debajo de 15ºC retrasa el crecimiento de la planta, produce flores con gran número de pétalos y deformes, en el caso de que abran. Temperaturas excesivamente elevadas también dañan la producción, apareciendo flores más pequeñas de lo normal, con escasos pétalos y de color más cálido.
Iluminación.
El índice de crecimiento para la mayoría de los cultivares de rosa sigue la curva total de luz a lo largo del año. Así, en los meses de verano, cuando prevalecen elevadas intensidades luminosas y larga duración del día, la producción de flores es más alta que durante los meses de invierno.
Una práctica muy utilizada en Holanda consiste en una irradiación durante 16 horas, con un nivel de iluminación de hasta 3.000 lux (lámparas de vapor de sodio), pues de este modo se mejora la producción invernal en calidad y cantidad.
No obstante, a pesar de tratarse de una planta de día largo, es necesario el sombreo u oscurecimiento durante el verano e incluso la primavera y el otoño, dependiendo de la climatología del lugar, ya que elevadas intensidades luminosas van acompañadas de un calor intenso. La primera aplicación del oscurecimiento deberá ser ligera, de modo que el cambio de la intensidad luminosa sea progresivo. Se ha comprobado que en lugares con días nublados y nevadas durante el invierno, podría ser ventajosa la iluminación artificial de las rosas, debido a un aumento de la producción, aunque siempre hay que estudiar los aspectos económicos para determinar la rentabilidad.
Ventilación y enriquecimiento en CO2.
En muchas zonas las temperaturas durante las primeras horas del día son demasiado bajas para ventilar y, sin embargo, los niveles de CO2 son limitantes para el crecimiento de la planta. Bajo condiciones de invierno en climas fríos donde la ventilación diurna no es económicamente rentable, es necesario aportar CO2 para el crecimiento óptimo de la planta, elevando los niveles a 1.000 ppm. Asimismo, si el cierre de la ventilación se efectúa antes del atardecer, a causa del descenso de la temperatura, los niveles de dióxido de carbono siguen reduciéndose debido a la actividad fotosintética de las plantas.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que las rosas requieren una humedad ambiental relativamente elevada, que se regula mediante la ventilación y la nebulización o el humedecimiento de los pasillos durante las horas más cálidas del día. La aireación debe poder regularse, de forma manual o automática, abriendo los laterales y las cumbreras, apoyándose en ocasiones con ventiladores interiores o incluso con extractores (de presión o sobrepresión). Ya que así se produce una bajada del grado higrométrico y el control de ciertas enfermedades.
CULTIVO EN INVERNADERO.
Con el cultivo de rosa bajo invernadero se consigue producir flor en épocas y lugares en los que de otra forma no sería posible, consiguiendo los mejores precios. Para ello, estos invernaderos deben cumplir unas condiciones mínimas: tener grandes dimensiones (50 x 20 y más), la transmisión de luz debe ser adecuada, la altura tiene que ser considerable y la ventilación en los meses calurosos debe ser buena. Además, es recomendable la calefacción durante el invierno, junto con la instalación de mantas térmicas para la conservación del calor durante la noche.
Preparación del suelo.
Para el cultivo de rosas el suelo debe estar bien drenado y aireado para evitar encharcamientos, por lo que los suelos que no cumplan estas condiciones deben mejorarse en este sentido, pudiendo emplear diversos materiales orgánicos.
Las rosas toleran un suelo ácido, aunque el pH debe mantenerse en torno a 6. No toleran elevados niveles de calcio, desarrollándose rápidamente las clorosis debido al exceso de este elemento. Tampoco soportan elevados niveles de sales solubles, recomendando no superar el 0,15%. La desinfección del suelo puede llevarse a cabo con calor u otro tratamiento que cubra las exigencias del cultivo. En caso de realizarse fertilización de fondo, es necesario un análisis de suelo previo.
Plantación
La época de plantación va de noviembre a marzo. Esta se realizará lo antes posible a fin de evitar el desecamiento de las plantas, que se recortan 20 cm; se darán riegos abundantes (100 l de agua/m2), manteniendo el punto de injerto a 5 cm por encima del suelo. En cuanto
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