Hiperinflacion Alemana

LA HÍPER INFLACIÓN ALEMANA DESPUÉS DE LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL

Como introducción a este tema primero analizaremos el término hiperinflación hace referencia al desorden monetario provocado por la subida rápida e incontrolada de los precios. La moneda del país que la padece pierde su valor. Para adquirir mercancías y servicios es necesario el desembolso de grandes cantidades de numerario. Por su parte, los salarios crecen a menor ritmo que los precios y con ello se erosiona su poder adquisitivo. La masa monetaria circulante es enorme, pero su valor nominal no se corresponde con el real.

El estado que sufre este fenómeno asiste al derrumbe de su sistema productivo, pues los productos que fabrica dejan de ser competitivos en el exterior y las empresas se ven forzadas a disminuir su actividad o a cerrar. La principal secuela social de la hiperinflación es el desempleo.

Las repercusiones políticas se traducen en el agravamiento de las tensiones y en el rápido desprestigio del gobierno que ostenta el poder. Psicológicamente da lugar a un generalizado pesimismo frente al futuro, llegando a modificar los hábitos de vida de amplias capas de la sociedad.

Después de la primera guerra mundial en la que Alemania salió perdedora, a raíz de la cantidad de deudas que tenia el país, se empezaron a emitir y poner en circulación mas billetes, esto con el fin de saldar las deudas y cubrir el déficit de las industrias.

Alemania pasó de tener en circulación 22 billones de marcos en 1919 a tener 400 trillones en noviembre de 1923.

Esta hiperinflación produjo descontrol, desocupación, saqueos callejeros, caos social y finalmente nazismo. Este caos comenzó el 30 de octubre de 1923 cuando el dólar norteamericano que había valido 4 marcos en 1914 se cotizaba en ese momento a 6 billones de marcos.

Los precios aumentaban a cada momento, llegando al punto que alguien empezaba a hacer una fila para comprar un perro caliente a determinado precio y cuando llegaba al mostrador tenía que pagar cinco veces más. Un día de junio un hombre pagó 14.000 marcos por un sándwich de jamón. Al día siguiente el mismo sándwich, en el mismo negocio, le costó 40.000 marcos. Las personas asalariadas veían como su pago semanal cubría únicamente el transporte del trabajo hasta su casa.

Muchos pequeños negocios cerraron cuando habían vendido su mercancía, otros retenían la mercancía hasta el día siguiente cuando el marco costara más, pero tiempo después tenían que cerrar ya que sus proveedores se negaban a entregar mercancía a cambio de marcos que perdían valor tan rápidamente.

El 1 de noviembre de 1923, un famoso músico quiso comprar el periódico pero se dio cuenta que los 28 millones de marcos que llevaba en su bolsillo no le alcanzaban ya que aquel periódico había subido

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