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Historia Del Vino


Enviado por   •  5 de Noviembre de 2013  •  4.467 Palabras (18 Páginas)  •  214 Visitas

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INTRODUCCIÓN

El vino de nuestros días es elaborado y bebido en todo el mundo. El cultivo de la vid ha recorrido la faz de la Tierra, trasladándose de pueblo en pueblo a lo largo de su historia. Donde iba la civilización, el vino la acompañaba; y donde iba el vino, lo acompañaba la civilización.

El vino es una de las primeras creaciones de la humanidad y ha ocupado una plaza privilegiada en numerosas civilizaciones. Además, representa toda una serie de descubrimientos relacionados con las primeras reacciones químicas efectuadas por el hombre: la fermentación y la oxidación.

Considerado por los antiguos habitantes como una bebida asociada a los Dioses, el vino es tan antiguo como la civilización misma, con numerosos siglos de historia, en la que la religión (divinidades, monasterios, monjes y cultos) ha estado presente desde sus orígenes. El vino es una bebida que forma parte de la cultura mediterránea. De oriente a occidente del mar Mediterráneo, el estudio de los orígenes del vino demuestra que la vid estaba presente desde la antigüedad en numerosos pueblos, como en el egipcio. Prueba de ello es la extensa documentación encontrada sobre la viticultura y la elaboración del vino en el antiguo Egipto.

Como elemento festivo o de ceremonia religiosa, hasta usado como medicamento o antiséptico, el vino ha desempeñado numerosos papeles. Pero uno de los acontecimientos cruciales de su historia se remonta a fechas relativamente recientes: el dominio del arte de la crianza. El hecho de poder guardar un vino durante años, y conseguir mejorarlo en barricas o en botellas, marca el nacimiento del vino de calidad.

La producción de vino debe su mayor desarrollo a la propagación del cristianismo, por ser el vino necesario para la celebración de la misa. Los monasterios, con sus propios métodos de elaboración y extracción, fueron los precursores de la viticultura y vinicultura.

En el presente trabajo, repasaremos la historia del vino desde su inicio según estudios científicos, pasando por su auge comercial, el desarrollo reservado en los monasterios medievales, su época gris con la plaga, el repunte de los viñedos, la revolución de la forma de producirlo con los aportes de Pasteur, hasta el uso de moderna tecnología en la actualidad.

1. ETIMOLOGÍA DE LA PALABRA Y DEFINICIÓN DE VINO

Etimología

 Los latinos llamaron vinum al jugo fermentado de esta uva. De este vocablo se derivó también el griego oinos, que en nuestra lengua dio lugar a la palabra enología, el nombre de las técnicas de elaboración del vino.

 El vocablo latino fue tomado por lenguas prehistóricas germanas, que lo convirtieron en winam, y se originó el alemán actual Wine, el holandés wijn, el sueco y danés vin y el inglés wine.

 En las lenguas romances, el español vino se corresponde con el portugués vinho, el francés vin y el italiano vino.

Definición

Según la definición de la oficina internacional de vino OIV, <el vino es la bebida resultante de la fermentación alcohólica completa o parcial de la uva fresca o mosto>. También podría simplificarse diciendo que <es el jugo o zumo de uva fermentado>. El vino procede la uva y no de otras frutas, que también pueden fermentar obteniéndose los llamados “vinos de frutas”. Es importante llamar sólo vino a todo aquello que viene de la uva. Lo demás serán jugos fermentados, destilados de frutas, etc., pero no vino.

El célebre investigador francés Pasteur estudió la composición del vino hace más de 150 años, a partir del fenómeno de la fermentación del mosto de uva producido por unos microorganismos denominados hongos o levaduras, que de las proximidades de la cepa e adherían al hollejo de la uva y al mezclarse con el jugo provocaba este genial fenómeno en unas condiciones peculiares.

2. La Uva, un comienzo

Se desconoce a ciencia cierta la fecha exacta de la aparición del vino como tal, sin embargo se cree que la parte fundamental del vino, la uva, existió antes que el ser humano.

La uva es un fruto con una tendencia natural a fermentar, por lo cual es probable que existieran viñedos que produjeran vinificaciones naturales y accidentales en aquellas zonas o regiones donde hubiera uvas en estado silvestre y población humana. Esto llevaría a la creencia que el vino fue la primera bebida alcohólica que conoció la humanidad, siendo su descubrimiento algo que pudo producirse por casualidad. Es posible imaginarse a un hombre de la Edad de Piedra depositando unos racimos maduros en algún tipo de recipiente y dejándolos fermentar, quizá por haberse olvidado de ellos. Entonces, al beberlo notó que tenía efectos muy agradables. Nada más descubrirlo, y su consumo fue en aumento. Además, la vid presenta una gran facilidad de adaptación, factor que sin duda ayudó en su expansión.

3. La Edad de Piedra, el Neolítico

Existen indicios de que el cultivo de la vid, al principio salvaje, denominada vitis vinifera sylvestris y la elaboración de bebidas a partir de ellas en forma de zumos con añadido de azúcares ya se realizaban en torno a los años 6.000 y 5.000 a.C.

En los primeros tiempos, el hombre era nómada. En el momento en que comenzaron los primeros cultivos y, más tarde, con la rotación de los mismos y con el barbecho, se hizo permanentemente sedentario y comenzó verdaderamente el desarrollo de las civilizaciones humanas. Se tiene indicios de que lo primero que se empezó a cultivar fueron cereales de ciclo anual, ya que constituían una gran fuente de alimento, y además se podían almacenar durante meses, alargando el tiempo de consumo. Más tarde se empezaron a desarrollar otros cultivos, bulbos, hierbas, frutales, etc. La vid entra entonces en su fase de domesticación, de la que se tienen los primeros indicios que fijan el origen de la primera cosecha de vino en Sumeria, en las fértiles tierras regadas por el Tigris y el Eufrates en el Próximo Oriente, en la antigua Mesopotamia.

La prueba más fehaciente que demuestra esta teoría es la descubierta en el año 1968 por un grupo de arqueólogos de la Universidad de Pensilvania, quienes encontraron en el interior de unas ánforas extraídas de las excavaciones realizadas en un lugar llamado “Hajji Firuz”, al noroeste de Irán, restos de manchas de ácido tartárico con una antigüedad de unos 4 a 5.000 año a.C. Estas, se convirtieron

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