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Historia Del Vino

howardfernan10 de Febrero de 2013

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Historia del vino

La historia del vino está, irremediablemente, ligada a la propia historia de la humanidad, manteniendo un sitio especial para gran parte de las culturas actuales y, sufriento los mismos alti-bajos y crisis sufridas por la humanidad a lo largo del tiempo.

El vino de la antigüedad no se parecía en sabor a lo que actualmente conocemos, de hecho, la mayoría de las civilizaciones bebían el vino mezclado con leche y miel para “mejorar el sabor”. Los judíos, por respeto a Dios, eran los únicos que bebían el vino (wainu, en hebreo) al natural, como lo hacemos en la actualidad.

• El desarrollo de la vinicultura inicia casi junto con los orígenes del hombre, quien, al volverse sedentario, inició la agricultura con el cultivo de higos, olivos, trigo y vid; aunque la vid ya existía mucho tiempo antes de que el hombre apareciera. Se cree que la vid, al igual que gran parte de las especies frutales, se originó en Asia, distribuyéndose posteriormente al resto del mundo.

Así pues, los primeros vestigios de viticultura (cultivo de la vitis o vid) se remontan a:

• MEDIO ORIENTE: donde desde el año 8000 a.C. ya practicaba el cultivo rudimentario de uva silvestre.

• EGIPTO Y MESOPOTAMIA: 4000 a.C.

• MAR EGEO: localizado entre Grecia y Turquía; 2500 a.C.

La idea, compartida por diversas culturas de la antigüedad, de que el vino es de origen divino o "milagroso" proviene del hecho de que es una bebida que fermenta por sí misma, ya que las lebaduras del medio ambiente se adieren a la piel del fruto y, al ser aplastado, mezcla el jugo con las lebaduras y da inicio a la fermentación.

EL MUNDO ANTIGUO

La historia del vino es tan antigua como los orígenes de la civilización misma.

Aparentemente, los pueblos nómadas de hace más de 6,000 o 7,000 años ya elaboraban vino a partir de uvas silvestres.

Cuando las tribus nómadas se volvieron sedentarias, la vid, al igual que el higo, el trigo y los olivos, constituyó uno de los primeros cultivos del hombre.

La existencia de cultivos de vid en Egipto y Mesopotamia antes del 4,000 a.C. y en el Egeo antes del 2,500 a.C. es absolutamente comprobable, tenemos indicios de que desde el 6,000 a.C. ya se practicaba en Medio Oriente la viticultura aunque a un nivel muy rudimentario aún.

Al norte del Cáucaso, en lo que actualmente es Georgia y Armenia, se encontraron las primeras herramientas conocidas para la elaboración de vino, mismas que datan del quinto y sexto milenio a.C. En la antigua Persia (Irán) se descubrieron también herramientas, pero estas datan del 4,000 a.C.

EGIPTO

El primer periodo de esplendor de la vitivinicultura.

La vitivinicultura, que debió surgir en el Mediterráneo oriental o en el Cáucaso, tuvo su primer período de esplendor en tiempos de los faraones en Egipto.

Fue en Egipto donde las técnicas de elaboración mejoraron gracias a la meticulosidad científica con que se desarrollaba. Los egipcios fueron los que dieron origen al método de prensado, que resultó tan eficaz que siguió siendo utilizado varios milenios después.

El comercio del vino también se inició en el río Nilo, donde largas caravanas y barcas lo transportaban hasta los principales centros de comercio del Mediterráneo. Diversos historiadores, incluso, opinan que el inicio de la economía moderna y otros desarrollos de la civilización actual se originaron en respuesta a las necesidades derivadas del comercio del vino en la época faraónica.

Gracias a los estrechos lazos culturales y económicos de los egipcios con los minoicos de Creta (Grecia), la cultura vinícola se extendió a Grecia, de donde fue difundida a gran parte de Europa.

EL VINO Y MITOLOGÍA GRIEGA:

El vino fue tan importante para los griegos que incluso le atribuyeron un origen divino:

Dionisios (Baco para los romanos) fue el creador de la cepa (la planta de la vid) e hizo brotar del suelo vino, leche y miel, haciendo proliferar la vegetación, simplificando las labores del hombre; y junto con el efecto embriagador del vino, Dionisio liberó a los hombres de sus preocupaciones.

nLos Minoicos de Creta (nombre dado en honor al rey Minos) fueron quienes, por su contacto con Egipto, difundieron la cultura vinícola egipcia por toda Grecia, donde los Vinos del Mar Egeo fueron los más famosos de la época.

También fue en Grecia, en la Isla de Lesbos, donde se dieron los primeros atisbos de la producción de jerez.

Rápidamente el vino llegó a constituir un elemento fundamental de la cultura griega; había viñedos por toda Grecia y sus productos vinícolas eran conocidos más allá de sus fronteras, ya que exportaban sus vinos a Egipto, a lo que actualmente es Rusia.

Los vinos propios de Grecia eran bien valorados y sobre ellos se escribió mucho en textos poéticos de la época.

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En Grecia los vinos eran aromatizados con especias, miel y resinas, esto era así ya que el vino de la antigüedad no se parecía en sabor a lo que actualmente conocemos, de hecho, la mayoría de las civilizaciones lo bebían mezclado con leche y miel para “mejorar el sabor”.

La excepción más concida la constituyen los judíos quienes, por respeto a Dios, bebían el vino (wainu, en hebreo) al natural, como lo hacemos en la actualidad.

En cuanto al arte de la vitivinicultura Teofrasto, escritor griego del S. IV a.C., fue el primero en mencionar formalmente la relación entre el tipo de uva, las características del suelo y el clima con respecto a la calidad del vino, elementos fundamentales en la vitivinicultura moderna.

nJunto con su expansión territorial los griegos difundieron la cultura vinícola a todas sus colonias, incluyendo Francia, Sicilia y el sur de Italia, a la que denominaban “tierra de vino”(oinotria; enotria para los romanos, de donde posteriormente derivará la palabra enología),sentando así las bases de la vitivinicultura en dos de los paises que hoy en día ostentan gran fama por sus productos vinícolas.

ROMA

Los romanos atribuían a Saturno sus viñedos.

Con la conquista de los territorios griegos por parte de los romanos, el vino pasó a formar parte de este imperio y fue difundido a través de sus conquistas.

Mucho se especula acerca de la calidad del vino romano, lo que se sabe es que tenía gran potencial de guarda, lo que sugiere que contaba con bastante buena calidad.

Pompeya era fue el principal centro vinícola romano hasta su destrucción en el 79 d.C con la erupción del volcán Vesubio. Desde Pompeya se distribuyeron el vino por el valle del Rhon, llegando posteriormente a Burdeos en tiempos de el emperador Julio Cesar, gran apasionado del vino, quien difundió el cultivo de la vid en los territorios del Imperio Romano, entre galos, celtas y germanos.

Las orillas de los ríos constituyeron las zonas predilectas para la plantación de la vid puesto que eran los ríos el principal medio de transporte; así descubrieron lo bien que la vid se da a las orillas de los mismos. Además descubrieron que los viñedos generaban un efecto “sedentario” y civilizador en la población.

Tras la destrucción de Pompeya, los romanos fomentaron el cultivo de la vid por todos los rincones del Imperio, de manera que si bien lograron difundir el cultivo a otras regiones europeas, también se generó una sobreproducción de vid en el Imperio, obligando al emperador Domiciano a prohibir la creación de viñedos nuevos, prohibición que estuvo en vigor por casi 200 años, hasta que, el emperador Marco Aurelio Probo la levantó porque debía asegurar el abastecimiento de vino para sus tropas. Por ello, ordenó la plantación de cepas a orillas del Mosela y del Danubio, los territorios vinícolas más importantes de Alemania y Austria en la actualidad.

Para el siglo II ya producían vinos en Borgoña; en el siglo III en el valle de Loira; siglo IV en Paris (no progresaron), en Champaña, el Mosell y el Rhin, al igual que Languedoc y Auvergne.

Parece ser que Alsacia es la única gran región de la vitivinicultura francesa cuyos orígenes no radican en la época romana; sus orígenes se dieron hasta el siglo IX.

A medida que los romanos fueron consolidando su imperio expandieron el cultivo de la vid por numerosas regiones importando nuevas variedades de uva y difundiendo sus conocimientos vinícolas y sus avances tecnológicos en la producción de vino, tal como lo fueron el lagar, el ánfora y la barrica.

Por otro lado, los romanos aplicaron nuevos criterios económicos a la vinicultura y la difundieron por Europa Central.

Con la caida del Imperio Romano, casi todos los países europeos productores de vino entraron en una fase de estancamiento y la vinifación se limitó a la realizada en los monasterios durante la Edad Media, dada la importancia del vino, que es indispensable, para la celebración eucarística. De esta manera la propagación de la fe Cristiana difundió por gran parte del mundo la cultura de la vitivinicultura.

El Legado

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