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INTELIGENCIA EMOCIONAL Y SOCIAL


Enviado por   •  28 de Noviembre de 2015  •  Documentos de Investigación  •  4.448 Palabras (18 Páginas)  •  81 Visitas

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UNIDAD III.

INTELIGENCIA EMOCIONAL.

3.1 INTELIGENCIA EMOCIONAL Y SOCIAL.

Gardner menciona que la inteligencia es “la capacidad de resolver problemas o elaborar productos que sean valiosos en una o más culturas”. Esta definición es importante por dos aspectos:

1.        La brillantez académica no lo es todo; es insuficiente contar con un historial académico brillante para desenvolverse de una forma adecuada en la vida. Existen personas con una gran capacidad intelectual, pero incapaces de mantener relaciones interpersonales eficaces; por el contrario existen individuos menos brillantes pero triunfadores en su vida profesional y personal.

2.        La inteligencia es una capacidad; anteriormente se creía que era algo innato: se nacía inteligente o no. Al delimitarla como una capacidad se convierte en una destreza que es posible desarrollar pero que sin lugar a dudas lleva un componente genético; es decir, los seres humanos nacen con potencialidades definidas, las cuales se van desarrollando de diferentes maneras dependiendo del medio ambiente, las experiencias, el tipo de educación recibida, etc.

En años anteriores se tenía como  supuesto que la inteligencia humana era única y cuantificable mediante la medición del coeficiente intelectual (CI); ahora se sabe que este CI solo contribuye aproximadamente en un 20%  - 23% a los factores que determinan el éxito en la vida; el resto es decir aproximadamente el 80% queda para otras características, destrezas o habilidades a las que Goleman llama inteligencias múltiples  dentro de las que se incluyen la inteligencia emocional.

La mayoría de los seres humanos poseen la totalidad de inteligencias; cada una desarrollada en diferentes niveles y modos;  como resultado de la dotación biológica de cada individuo, de su interacción con el entorno que le rodea y de la cultura en la que se desenvuelve. Esto significa que para que las inteligencias puedan o no desarrollarse dependerá de tres factores:

a)        Dotación biológica: Factores genéticos o hereditarios, así como daños o heridas que el cerebro haya podido recibir antes, durante o después del nacimiento.

b)        Historia de la vida personal: Experiencias con los padres, docentes, pares, amigos, etc.

c)        Antecedente cultural e histórico: Se incluye la época y el lugar en que nació y se crío la persona, así como la naturaleza y estado de los desarrollos culturales o históricos en diferentes dominios.

El Cerebro Truino.

Los resultados de las investigaciones que se han hecho de los primeros vertebrados manifiestan de modo primitivo la conformación del cerebro del hombre de la actualidad; esto significa que la evolución del ser humano a partir de estos primeros vertebrados,  conservó la estructura cerebral de los mismos.

Existe una teoría propuesta por el biólogo Paul MacLean que distingue tres etapas en la evolución del cerebro del hombre: la primera corresponde a las  estructuras que se encontraron en los reptiles, la segunda desarrollada en los mamíferos da lugar al cerebro límbico; la tercera correspondiente a la corteza cerebral conforma el cerebro superior de los humanos; estas tres formaciones constituyen lo que MacLean denomina el cerebro trino, las cuales actúan de manera simultánea y sincronizada como un sistema orgánico y funcional complejo. Las funciones del cerebro reptil tienen que ver con la autoconservación (alimento, casa, territorio), la reproducción y la agresividad. Por encima de éste se encuentra el sistema límbico (o cerebro mamífero) que se relaciona con el temperamento y la emotividad y que está regulado por la segregación hormonal. En la siguiente capa se encuentra el cerebro superior (racional, pensante o neocortex) que comparten los mamíferos superiores y los primates; en el del ser humano se encuentran las nociones cognitivas.

De esta manera la teoría aporta una explicación al porqué en ocasiones los individuos reaccionan de manera instintiva; en otras se dejan conducir por los sentimientos y en algunas más son fríos y calculadores. Por su parte De Beauport con sus investigaciones sobre el funcionamiento de los tres cerebros menciona que en cada uno existen un gran número de capacidades o inteligencias que dan origen la conducta y agrega “la solución de los problemas a los trastornos de conducta y de todo tipo de carencias estaría en activar e integrar el potencial de todas y cada una de las diferentes estructuras cerebrales y dirigirlo responsablemente hacia su equilibrio funcional”.

Goleman por su parte establece que el ser humano posee “dos mentes”: una que piensa  (racional) y otra que siente (mente emocional); dentro de la primera se encuentran aspectos como la conciencia, la reflexión, el análisis y la meditación; mientras que la mente emocional tienen que ver con los sentimientos y con la gama de reacciones que se desprenden de las emociones (cerebro límbico).

La Inteligencia Emocional.

De acuerdo con Goleman la inteligencia emocional se define como “ Habilidades tales como ser capaz de motivarse y persistir frente a las decepciones; controlar el impulso y demorar la gratificación, regular el humor y evitar que los trastornos disminuyan la capacidad de pensar, mostrar empatía y abrigar esperanzas”.

Según investigaciones realizadas en diferentes Universidades de Estados Unidos, se ha comprobado que la inteligencia emocional suele ser tan poderosa y a veces más que el cociente intelectual; como se mencionó anteriormente el hecho de que un individuo posea un CI elevado no es garantía de que vaya a ser exitoso en su vida; por otro lado la parte emocional de una persona es algo tan importante como las matemáticas o cualquier otra asignatura; esto significa que puede manejarse con mucha o poca destreza  y que de igual forma implica desarrollar una serie de habilidades para ponerla en práctica.

Los resultados de las investigaciones dejan como evidencia que los seres humanos con un alto grado de inteligencia emocional (aquellos que controlan sus sentimientos y enfrentan eficientemente los de otros individuos) tienen mayores ventajas en los diferentes ámbitos de su vida personal, mayores posibilidades de satisfacción, así como un mayor control de su productividad individual.

Los estímulos que activan las emociones pueden ser innatos o aprendidos, los bebes sienten temor cuando a manera de juego se les lanza al aire y se les recibe en los brazos (ésta es una reacción innata); sin embargo cuando son un poco mayores, aprenden a sentir los mismos temores que sienten sus padres ante ciertos estímulos. Independientemente de que sean innatas o aprendidas, producen en el cuerpo ciertas modificaciones: aceleración del pulso cardiaco, vacio en el estómago, tensión muscular, sudoración, alteraciones en la circulación sanguínea, cambios en la respiración, etc.; estas son las respuestas fisiológicas de las emociones, también llamadas somáticas o corporales.

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