Identidad Profesional De Los Asesores Del INEA
iessuae28 de Diciembre de 2012
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Identidad Profesional de los Asesores del INEA
Fany Lessly Vazquez Cruz.
Facultad de Educación, UADY.
iessuae@hotmail.com
Problemas y tendencias de la formación docente
Resumen
El propósito del trabajo fue fortalecer la identidad profesional de los asesores del INEA por medio de un taller humanista. Se identificó el perfil profesional de los asesores consultando la literatura. Se llevó a cabo un diagnóstico mediante cuatro instrumentos con enfoque cualitativo y se distinguió la necesidad de trabajar con las creencias que tienen del alumno y de sí mismos, la responsabilidad con la que enfrentan su labor, el enfoque con el que manejan su didáctica educativa, entre otras.
Se elaboró e implementó un taller humanista, centrando el objetivo en sensibilizar al asesor acerca del papel que realiza en el INEA y el impacto que tiene su labor; durante la implementación se experimentaron ejercicios vivenciales que los llevaron a la reflexión y al encuentro de sí mismos; compartiendo con sus compañeros miedos, debilidades y fortalezas así como metas a futuro. Logrando el objetivo de sensibilizar al asesor; dando la pauta para en un futuro alcanzar el propósito de fortalecer la identidad profesional de los asesores del INEA, trabajo que requiere de seguimiento para concluirse involucrando no sólo al asesor sino a los mismos alumnos y autoridades.
Palabras clave: identidad profesional, asesores de adultos, Educación de adultos.
Antecedentes
La educación de personas jóvenes y adultas (EPJA) se ha vuelto un tema con repercusiones importantes, debido a que cada vez son más los jóvenes de 15 años que abandonan la escuela regular y se ven en la necesidad de ingresar al sistema abierto para terminar su educación básica. Como ejemplos, del 2007 al 2008, aproximadamente el 11.3% de los alumnos regulares en Coahuila desertaron de la escuela al igual que el 9.3% de los alumnos en Yucatán (Sistema Educativo de los Estados Unidos Mexicanos, 2008).
También se observa el crecimiento de la población adulta interesada en obtener su certificado de nivel básico por solicitud de sus trabajos o por la necesidad de obtener mejores ingresos; tan sólo en el 2005 se entregaron 810,147 certificados de secundaria y en el 2007 la cantidad ascendió a 1, 573 604 (Sistema Educativo de los Estados Unidos Mexicanos, 2008). De igual manera, se considera a la EPJA como una alternativa para disminuir el rezago educativo en el que México se encuentra, tema al que hace alusión la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), a través de sus conferencias internacionales que consideran el objetivo de explorar el potencial y el futuro de la Educación de adultos (CONFINTEA V, 1997).
La educación de adultos puede ser definida de diversas maneras, sin embargo a la que se hace referencia en este caso es la modalidad educativa que provee atención a los jóvenes y adultos mayores de 15 años que no han concluido su educación básica y su importancia radica en que contribuye al desarrollo familiar, comunitario y social (Pieck Gochicoa, 2005; Torres, 2002).
Considerando que la EPJA cuenta con distintos factores que la integran, tales como el modelo educativo, la institución, los alumnos y los educadores, es importante aclarar que en este trabajo el énfasis se centrará en las personas encargadas de apoyar a los educandos en su proceso educativo: los asesores de adultos.
Se hace referencia a los asesores del INEA que tienen a su cargo la tarea de apoyar, impulsar y facilitar el proceso de aprendizaje de los jóvenes y adultos que acuden con ellos, para tomar sus asesorías y cuyo trabajo es distinto al que puede realizarse con los niños en un salón de clases. Elaboran material didáctico, dan seguimiento a los procesos que se generan en los círculos de estudio y resuelven problemas sobre ellos.
Campero (2001), menciona, que la falta de formación específica sobre la educación de la EPJA, así como las condiciones laborales que existen en esa área, son factores que tienen un impacto considerable y que influyen en la identidad profesional de los asesores de adultos y dificulta su construcción.
Planteamiento del problema
El asesor es un elemento fundamental en la educación de los adultos; sin embargo, existen pocos estándares de incorporación de las personas que participan en la tarea y no establece los parámetros de selección de perfiles más allá de la “voluntad” por apoyar a otros a aprender. Según Campero (2004) los asesores del INEA, en su mayoría, no han sido formados para ser docentes, provienen de distintas carreras, algunos son estudiantes y se dedican parcialmente a esta labor.
Los asesores de adultos han construido su identidad profesional a partir de sus experiencias personales, de la influencia del contexto, de sus creencias, percepciones y valores lo que a su vez se expresa en su actitud y compromiso hacia su trabajo.
Son pocas las oportunidades que el asesor tiene de evaluar esta identidad profesional, de revisar sus motivaciones e intereses acerca de su labor como asesor de adultos, integrándose a un entorno que lo va llevando hacia la rutina de una práctica cotidiana, donde prevalece la resolución de dudas en serie, la preocupación por la entrega de documentos para certificar o ingresar a más adultos, en lugar del aprendizaje y el desarrollo integral de los educandos.
Marcelo García (2009) explica que la identidad profesional contribuye a la percepción de autoeficacia, motivación, compromiso y satisfacción en el trabajo; por tanto la falta de reflexión personal por parte de los asesores y la poca atención a la identidad profesional da como resultado una práctica laboral desprovista de responsabilidad, con poca claridad de hacia dónde se quiere ir y para qué se quiere hacer.
Los asesores de adultos cumplen con múltiples funciones, tales como asesorar, favorecer las interacciones, apoyar, acompañar y motivar a las personas adultas y por tanto es fundamental su formación. Sin embargo, en el INEA son pocas las acciones emprendidas para tomar y crear conciencia de su labor que finalmente impactan en el asesorado; la mayoría de los cursos de capacitación se centran en aspectos técnicos más que en aspectos de reflexión sobre la labor del asesor.
Objetivo general: Fortalecer la identidad profesional de los asesores de una Plaza Comunitaria del INEA, a través de un taller humanista.
Objetivos específicos
• Identificar el perfil profesional del asesor del INEA.
• Determinar las características de la identidad profesional que sobresalen en los asesores del INEA desde su perspectiva.
• Implementar un taller humanista que permita el fortalecimiento de la identidad profesional de los asesores del INEA.
Justificación
Es importante considerar que el adulto no aprende de la misma forma que un niño, por tanto, la persona que se encarga de apoyarlo en este proceso es una pieza fundamental. Para que los adultos tengan una formación adecuada, es necesario que quien realice la labor del asesor tenga bien identificado su papel y lleve a cabo las acciones que correspondan a esa identidad, trabajar con ella es una parte primordial en este campo educativo. Para apoyar este fortalecimiento es necesario realizar acciones desde una postura humanista, ya que en sus postulados se considera al hombre como un ser capaz de tomar decisiones voluntarias, de elegir su camino, ser consciente de su experiencia, de sus emociones, sentimientos, percepciones y acciones (Ramos, 2002; citado por Druet, 2008), también enfatiza los aspectos afectivos y la dimensión interpersonal; por lo que al trabajar con seres humanos, el asesor de adultos debe tomar consciencia del impacto que su labor tiene en la vida de esas personas, por lo que es necesario llegar a la reflexión interna tanto de las creencias, motivaciones y emociones que los llevan a ejercer ese trabajo.
Para ello, un taller humanista es una herramienta que apoya esta evaluación interna, ya que la experiencia vivencial en torno a sus cavilaciones sobre su labor proporcionó ese encuentro para reforzar su identidad profesional.
De acuerdo a Bélanger y Federighi (2000) ha aumentado la demanda educativa de las poblaciones adultas, esto por la necesidad de incrementar las competencias para enfrentarse al mundo globalizado y por el reclamo de los educandos para tener una formación continua; de tal forma, que se requiere también educadores formados para ese reto y en la medida que el asesor comprenda e interiorice la importancia de esta labor, más apegado estará a encontrar las estrategias que lo lleven a esa meta, es por eso que el trabajo con la identidad profesional de los asesores puede apoyar esa reflexión e identificación.
También señalan que la educación de adultos se considera importante dentro de la comunidad no sólo de manera interna sino incluso a nivel de negociaciones y políticas nacionales e internacionales, trabajar con proyectos que se involucren con la gente directamente puede considerarse el brazo ejecutor de esas políticas. En este caso, el estudio se ha dado a conocer a las autoridades del Instituto de Educación de Adultos del Estado de Yucatán (IEAEY) y se ha considerado como un apoyo para los asesores, el cual puede replicarse para otras plazas con lo que impactaría de forma más extensa.
Revisión de la literatura
Educación de adultos
Se tiene noción de la educación de adultos desde la época de la Revolución Mexicana en 1910, cuando se iniciaron programas dirigidos a la población indígena. En un principio, se crearon las “escuelas rudimentarias” o “rurales”;
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