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Incontinencia Geriatrica

IvetteMoreno4 de Octubre de 2014

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Instituto de Ciencias Biomédicas

Programa de Licenciatura en Enfermería

Geriatría

Docente. Magdalena Cortez Reyes

EL ADULTO MAYOR CON INCONTINENCIA URINARIA

Ivette Rico Longoria

09 de Abril del 2014

Existe en el personal de salud y en la población general, una escasa y a veces mala concepción sobre que es la incontinencia urinaria. Frecuentemente, se atribuye a una consecuencia normal del proceso de envejecimiento y lo que es aún peor a un trastorno sin solución o irreversible.

La Geriatría a demostrado que dichas suposiciones son falsas y promueve que el médico de atención primaria y los otros especialistas deben tener conocimientos suficientes para detectar y evaluar casos de incontinencia urinaria en el adulto mayor. Todo médico, así como el personal de enfermería a cargo del cuidado y educación del adulto mayor, deben saber cuáles son las posibilidades terapéuticas en cada caso y saber cuándo derivar a tiempo a los pacientes.

En el adulto mayor siempre debemos buscar una solución que mejore su calidad de vida.

En esta investigación nos basamos en la Teoría de las consecuencias funcionales, la cual se propuso para ofrecer pautas para el cuidado de personas mayores con deterioro físico y discapacidad. Miller sostenía que las personas que envejecen manifiestan consecuencias ambientales y biopsicosociales que influyen en su funcionamiento. El objetivo de la enfermería es maximizar el funcionamiento y minimizar la dependencia para mejorar la seguridad y la calidad de vida. Esta teoría propone que la calidad de vida está integrada con la capacidad funcional y necesidades de independencia.

"Un buen cuidador sabe cuidarse a sí mismo."

Tener una persona a cargo implica un gran compromiso y responsabilidad que, aun cuando se hace por gusto y resulta gratificante, puede afectarnos si no sabemos cómo manejar la situación.

Por ese motivo debemos conocer las necesidades específicas de nuestro paciente con incontinencia urinaria, tanto físicas como psicológicas, para así darle los cuidados necesarios.

Padecer incontinencia afecta la autoestima y es probable que nuestro paciente muestre rechazo a ser ayudado, para esto hay que brindarle apoyo: edúcalo, aconséjalo y motívarlo para que se sienta tranquilo y seguro. De ser posible, también buscar que sus familiares se involucren.

A pesar de que algunos grados de incontinencia tienen remedio, no es bueno decirle al paciente que se va a recuperar, ya que no se deben dar o alentar falsas esperanzas y, peor aún, que es normal padecerla.

INCONTINENCIA URINARIA EN EL ADULTO MAYOR

La incontinencia urinaria (IU), considerado un problema médico social y un síndrome geriátrico en el adulto mayor, es potencialmente tratable. Sus secuelas incluyen importante deterioro funcional, alteración en la calidad de vida, fragilidad, institucionalización (reclusión en hospitales, asilos o casas de asistencia) y hasta la muerte.

Su prevalencia se estima de 15 a 65% de la población adulta mayor, la variabilidad de la cifra depende de la difícil detección por el personal de salud de primer contacto.

Las consecuencias y complicaciones de esta enfermedad, si no se tratan adecuadamente, deterioran significativamente la calidad de vida de los pacientes, limita su autonomía y reduce

la autoestima incluyendo aislamiento social y depresión.

Se ha calculado que entre 30 a 50% de mayores de 65 años de edad padecen IU; en mayores de 90 años 73%; y 50% de los ancianos que residen en instituciones geriátricas. Se estima que en México hay 8 millones de personas con incontinencia hombres y mujeres, jóvenes y mayores, 75% de éstas son mujeres.

Definición y prevalencia de la IU

La IU es la pérdida involuntaria de orina, condiciona un problema higiénico-social que el individuo manifiesta, es altamente prevalente en población adulta y de dos a cuatro veces más común en mujeres que en varones.

Mecanismo y clasificación de la incontinencia urinaria

La IU se clasifica en cinco grupos: Hiperactividad del detrusor, incontinencia de estrés, incontinencia por sobreflujo, incontinencia funcional y las formas mixtas.

Vejiga hiperactiva es una patología en la que coexiste alteración en la contractilidad de la vejiga, frecuente en pacientes con diabetes mellitus e hiperplasia prostática, clínicamente se caracteriza

por incontinencia y retención urinaria.

a. Incontinencia de urgencia (hiperactividad del detrusor)

Se presenta en uno de cada cuatro adultos mayores que rebase los 65 años de edad, las co del detrusor ocasionan salida de orina desde pequeña hasta importante cantidad, y posteriormente una urgencia de acudir al baño y se asocia con nicturia, el principal mecanismo es colinérgico y

está mediado por la acetilcolina (Ach) y receptores muscarínicos en la vejiga.

Otro mecanismo relacionado es el ATP (adenosín trifosfato) que media la contracción vesical, y un tercer mecanismo es que probablemente exista una producción local de Ach en el epitelio vesical y subsecuentemente la acción paracrina y local de los receptores muscarínicos.

En 40 a 70% de los casos, esta es la causa más frecuente de incontinencia en el adulto mayor. Además la hiperactividad del detrusor se asocia con inhibición defectuosa del sistema nervioso central que se observa en enfermedad vascular cerebral (EVC), tumores, esclerosis múltiple, Alzheimer, Parkinson.

La etiología es variable y pude incluir: Infección de vías urinarias, hipertrofia prostática benigna, uretritis atrófica, litiásis, tumores vesicales, prolapso uterino e impactación fecal.

b. Incontinencia de esfuerzo o de estrés

El 25% de las mujeres que tienen IU presentan síntomas de incontinencia de esfuerzo o estrés, usualmente es condicionada por una alteración anatómica o estructural del piso pélvico entre el ángulo del cuello de la vejiga y la uretra.

La falla en la coaptación de las paredes uretrales, trae como consecuencia salida involuntaria de orina posterior a un aumento de la presión intra abdominal como por ejemplo toser, reir, correr,

caminar, en casos severos se observa incluso con los cambios de posición; es la incontinencia más frecuente en las mujeres.

Se asocia a los siguientes factores de riesgo: multiparidad, cirugías pélvicas previas, obesidad, tabaquismo y enfermedad pulmonar, antecedentes de histerectomía y durante la fase de menopausia.

En el varón anciano es rara y comunmente está asociada a cirugía prostática previa, transuretral

o suprapúbica.

c. Incontinencia por rebosamiento

Es el derrame intermitente de orina que se origina cuando la presión intravesical supera la uretral en ausencia de actividad del detrusor, existe un residuo posmiccional patológico; los mecanismos

por los cuales se produce son: obstrucción al tracto de salida o pobre contracción del detrusor.

Las personas que la padecen pueden referir malestar suprapúbico por la distensión de la vejiga, es frecuente en el hombre por crecimiento prostático. Otras causas son tumoraciones pélvicas y cistocele en mujeres.

d. Incontinencia funcional

Se manifiesta goteo constante de orina, secundario a una alteración física o cognitiva que interfiere con la independencia de las actividades de la vida diaria e inhabilidad para miccionar en los momentos y lugares socialmente permitidos.

Este problema ocurre frecuentemente en adultos mayores con demencia, depresión, enfermedad vascular cerebral, enfermedad de Parkinson o delirium, así como en aquellos sujetos que están

utilizando narcóticos, sedantes o neurolépticos.

Otros factores que predisponen a este tipo de incontinencia son déficit visual, alteraciones en la marcha o riesgo de caídas.

e. Incontinencia urinaria mixta

Esta es la forma número cinco de incontinencia, es común que se tengan más de uno de los síntomas anteriormente mencionados principalmente componentes de la la IU de urgencia y de la IU de estrés.

Otra forma de clasificación es según su evolución:

A. Incontinencia urinaria aguda

Tiene un inicio brusco, generalmente en relación con una enfermedad aguda o problema iatrogénico y remite tras resolverse la enfermedad o el problema de medicación. Se curan aproximadamente el 75 %. Sin embargo, un mal tratamiento puede desembocar en una IU persistente.

Las causas reversibles más frecuentes de IU aguda pueden recordarse mediante la regla nemotécnica “DRIP”:

D. Delirium (cuadro confusional agudo)Drogas y fármacos (diuréticos, anticolinérgicos, sedantes, hipnóticos, antidepresivos, antipsicóticos, narcóticos, bloqueadores alfa, agonistas alfa y beta-adrenérgicos, antagonistas del calcio, alcohol).

R. Retención urinaria, Restricciones ambientales (institucionales, cambio de domicilio, etc.)

I. Infección urinariaInflamación (uretritis)Impactación fecalInmovilización (cirugía, enfermedad aguda, ACV, etc.)

P.

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