Informalidad

“COMERCIO INFORMAL Y EVASIÓN FISCAL: CÓMO AFECTA A LA ECONOMÍA EN MÉXICO”

En este ensayo se hablará de los antecedentes que tiene la recaudación fiscal en México a partir de los tributos que rendían los Aztecas a su rey o Tlatoani, su evolución y crecimiento; así como el comercio informal y las consecuencias que éste trae consigo.

La evasión de impuestos no es nueva y no sólo existe en nuestro país, sino que es un inconveniente que se presenta en todas las economías mundiales, y existen diversos tipos; pero el resultado es el mismo, no cumplir con las obligaciones de dar, de hacer y de no hacer establecidas por la ley.

En México uno de los problemas más importantes es la evasión de impuestos, esto debido al comercio informal lo que ha provocado que asciendan a pérdidas de sumas millonarias que afectan a nuestra economía debido al poco interés de las autoridades hacendarias.

El comercio informal tiene dos vertientes las cuales da como resultado los mismos resultados la evasión de impuestos. La competencia desleal entre los comerciantes legalmente establecidos; y la forma de subsistir ante la falta de empleos en nuestro país.

“Según datos de la Oficina Internacional del trabajo (OIT), un importante porcentaje de la fuerza de trabajo mundial –mujeres y hombres– se ganan la vida en la “economía informal”. En los paí¬ses en desarrollo en particular, entre el 35 y el 90 por ciento del total del empleo corresponde a la econo¬mía informal. Diver¬sos tipos de contratos informales, empleos preca-rios y trabajos sin declarar han ido ganando terre¬no también en establecimiento formales (OIT 2002).”

Resaltemos que el comercio informal impide un crecimiento a futuro a las personas que lo realizan. Al mismo tiempo que no están cumpliendo con sus obligaciones como personas no tienen derechos como lo es la seguridad social y las mismas prestaciones que establece la Ley federal del trabajo.

Las personas que son más vulnerables a participar de esto son aquellas que cuentan con una escaza preparación a nivel escolar, los jóvenes, los ancianos, las mujeres y hasta los inmigrantes

1. Antecedentes de las contribuciones fiscales

Época prehispánica

Los primeros vestigios que hay sobre el pago de impuestos vienen de los llamados tributos que los Aztecas hacían a su Tlatoani, el cual exigía al pueblo que debía entregar: mantas de algodón, plumas de aves, telas de varias fibras, cigarros, bolas de caucho para el juego de pelota y también metales preciosos, águilas, serpientes e incluso mancebos a los cuales se les arrancaba el corazón para ofrecerlo a sus dioses. Como es de suponerse en ese gobierno lo recaudado era destinado para cubrir con las necesidades de los gobernantes o en su caso al pueblo que los gobernaba.

De acuerdo con la Real Academia Española el término tributo se refiere:

a) Carga continua u obligación que impone el uso o disfrute de algo.

b) Obligación dineraria establecida por la ley, cuyo importe se destina al sostenimiento de las cargas públicas.

El registro de ese tributo se hacía en unos papeles llamados “Tequiámatl” registro que se hacía en ese entonces por la Administración Pública del pueblo mexica. Las personas que hacían ese registro y que a la vez pedían el tributo eran los llamados “Calpixquis” personajes que llevaban una vara en una mano y un abanico en la otra.

Época virreinal

No es un secreto que Cortés cuando llegó a México quedó maravillado con la belleza de sus paisajes, sus animales, sus costumbres e organización; así como de todos los materiales preciosos que había en esa época.

Por consiguiente él ambicionaba los tesoros que los gobernantes tenían por lo que exigía que se le dieran; a su vez despojó a muchos indígenas de sus tierras y se las dio a sus soldados. A los indígenas despojados les ofreció que trabajaran para él y así poder sacar provecho de eso, como fue la información para localizar y explotar yacimientos de minerales. Cortés cambió de la forma de tributar a lo que antes eran animales y flores por las piedras preciosas.

Cortés relataba a los reyes regreso a España todo lo que encontró y a eso se le conoce como los primeros documentos fiscal de la Nueva España. A partir de ahí se realizaron varias expediciones para poder tener todo lo que los indígenas poseían. Fue a partir de 1523 que se empezó a recaudar fondos que se ocupaban para la construcción de Iglesias, edificios, haciendas, entre otros.

México independiente

A partir de 1812 se organiza la Hacienda Pública, la cual indicó que en cada provincia debería existir una tesorería que recaudara los caudales o recursos del erario público.

“En 1814, con Fernando VII, se complementó el sistema fiscal para las provincias, estructurándose la Hacienda. Se encargó a cada ayuntamiento la administración para distribución de las recaudaciones, convirtiéndose las diputaciones locales en autoridad suprema.

Al consumarse la Independencia en 1821, México tuvo que enfrentarse al doble problema de reparar los daños causados por la guerra y establecer las bases sobre las que debía operar el nuevo gobierno.

En 1821 se suprimen por decreto los siguientes impuestos:

• 1% de diezmo y real señoraje.

• El derecho o tributo de 8 maravedíes (moneda española) por marco de plata, pago que se hacía por el proceso de afinación de las pastas de oro y plata.

• Se suprimen todos los derechos que gravaban las pastas (proceso de aleación) de oro y plata, así como a la moneda, y que les habían sido asignados durante la guerra de Independencia.

En 1822 se dan los inicios del pago de IEPS con el vino y el aguardiente, aumentándose la tasa para los extranjeros.

En 1824, cuando era presidente el General Guadalupe Victoria, se creó la Contaduría Mayor de Hacienda, integrada por Hacienda y por Crédito Público. La sección de Crédito Público debía comprobar el estado de la deuda nacional, las sumas autorizadas y los intereses cubiertos” (Secretaria de Hacienda y Crédito Público).

La reforma

Según el INEGI “Entre 1858 y 1861 el entonces Presidente de México, Don Benito Juárez aportó a las reformas hacendarias de la siguiente forma:

a) El restablecimiento de la Junta de Crédito Público, encargada de administrar las aduanas

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