Informe Negrita

DIAGNÓSTICO.

Toda forma de conducta que pretende causar daño físico o psicológico a alguien u objeto, ya sea éste animado o inanimado, se define como agresividad, según Parco Vladimir (2006).

La agresividad infantil constituye una de las principales quejas de padres y educadores respecto de los niños, dándose con frecuencia. El entorno actual y los medios de comunicación masiva fomentan la agresividad en los niños aunque no son las únicas causas de ella. Es normal que para reafirmar su personalidad el niño tenga tendencias agresivas, esto no es malo, ya que la agresividad bien encausada resulta una cualidad. El niño necesita cierto grado de agresividad que le puede ser vital para subsistir.

Sin embargo ¿Qué sucede cuando esta agresividad lleva al niño hacia un deseo de dominio, de imposición y a manejar en forma destructiva los derechos de los demás para obtener lo que él desea, usando un comportamiento caprichoso, violento y sin autocontrol.

Es preocupante el que, un niño sea capaz de afrontar situaciones difíciles como el que un niño, solo golpee y destruya.

Los miembros de la familia, los docentes y otros adultos que participan activamente en la vida del niño y el entorno en el cual se encuentran, juegan un papel fundamental en su desarrollo físico, emocional, social de lenguaje, cognitivo y moral. El afecto, los valores y el aprecio brindado por los adultos, así como la transmisión de sentimientos positivos de confianza, generarán en los niños y niñas la autoestima necesaria para el afianzamiento de su personalidad y constituirán un elemento esencial e imprescindible para una adecuada formación integral.

La educación preescolar hoy llamada Inicial, contribuye con las familias en la formación de valores, de respeto, solidaridad, justicia, identidad, cooperación, para que los niños y las niñas sean los ciudadanos que necesita la sociedad venezolana.

En este nivel se propone contribuir a la formación integral del niño y la niña enmarcada dentro de una labor conjunta interactiva, cooperativa y coordinada por parte de los distintos actores que concurren en el hecho educativo. En tal sentido, concibe el rol del educador como mediador de experiencias de aprendizajes, que asume su función desde dos ámbitos: 1.-El pedagógico, cuando interviene en los ambientes de aprendizaje; y 2.-El sociocultural cuando su acción se proyecta a la familia y la comunidad.

Forman parte de los Departamentos de Orientación los especialistas en pedagogía, psicología y aquellos otros profesores que atienden a los alumnos con necesidades educativas especiales o participan en el desarrollo de programas específicos como los de diversificación curricular o el de compensación de desigualdades en educación. (Martin Vares (2004).

Un antecedente inmediato de la orientación educativa en México son los estados del conocimiento en orientación educativa, estos aparecen por primera vez en el segundo congreso nacional de investigación educativa que se dio en la ciudad de Monterrey, N. L; coordinado por Riveroll (1995) que permitió abrir brecha para continuar por el mismo camino y empezar a elaborar el estado del arte de la orientación en los ochenta y la perspectiva de los noventa hacia el tercer milenio.

La orientación educativa según Mathewson (1989) se define como “Un proceso de ayuda a través de etapas para llegar a un conocimiento de carácter en forma oportuna en torno a valores y actitudes conforme a la vida escolar.”

Según Meneses 1990 «La orientación educativa es una práctica de cuyo objeto de estudio se enmarca en el contexto de la sociedad global y de la sociedad del conocimiento; por ello, se trata de una práctica histórica y cultural determinada por dicho contexto en donde se mueven los sujetos que la hacen posible: los orientadores.

El centro de educación inicial bolivariano La Peñita cuenta con una matrícula aproximada de alumnos de los cuales son varones y hembras. Los salones de clases están dotados de pupitres, ventanas, juguetes, mesas, estantes y otros.

Sin embargo aunque existen las condiciones necesarias para ser considerado como ambiente escolar adecuado, se aprecia en los niños agresividad al observarse como se empujan, cuando se pelean por los juguetes, muchas veces las loncheras son sus pequeñas armas. De igual forma, al regresar del receso llegan al aula más agresivos bien sea porque han estado jugando y desean continuar haciéndolo. Es por esta razón que el docente al no contar con un servicio de orientación se ve limitado para explicar a los niños el por qué no deben hacer y comportarse de esa manera, es de hacer notar que muchas de estas conductas son adquiridas en el hogar y se hace necesario observar los comportamientos de quienes integran el grupo familiar y su entorno, que constituyen en la mayoría de veces la base de las mismas. La familia como grupo humano deviene en importante esfera de interacción tanto a nivel individual como social y por tal motivo ante los nuevos cambios sociales han tenido que recurrir a nuevas estrategias para potenciar la influencia de este grupo, en un auténtico crecimiento y desarrollo personal de niños, adolescentes y jóvenes vinculados al sistema de educación actual.

Así mismo la sugerencia de visitas domiciliarias a dichos hogares por parte de un orientador o maestra comunitaria es muy favorable, ya que estas personas no solo observan y asesoran sino también conocen herramientas que permiten controlar mejor la situación (Agresividad en niños menores de 6 años); la sugerencia de un psicólogo, en vez de un orientador implicaría un costo que no es asequible ni para la institución ni para los padres. A parte de ello existe una carencia del recurso humano capacitado para tal fin, es decir hay muy pocos psicólogos en la zona.

Es por ende que el siguiente estudio propone analizar los principales elementos que influyen y determinan la agresividad en los niños de etapa inicial del centro de educación inicial bolivariano La Peñita, con el fin de propiciar la creación de un departamento de orientación en dicha institución.

JUSTIFICACIÓN

La agresividad en niños de corta edad (3-6años) es una de las tantas dificultades que afrontan tanto los padres como los educadores; a menudo éstos se enfrentan a niños agresivos, manipuladores o rebeldes pero se desconoce y no se sabe a ciencia cierta cómo se debe actuar con ellos o cómo se puede influir en su conducta para llegar a cambiarla.

Pero

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