Instituciones educativas

``Los individuos socializados son fragmentos hablantes y caminantes de una sociedad dada; y son fragmentos totales; es decir que encarnan el núcleo esencial de las instituciones y de las significaciones. No hay oposición entre el individuo y la sociedad, el individuo es una creación social, a la vez en tanto tal y en su forma social histórica dada cada vez´´.

Cornelius Castoriadis.

Para comenzar con este trabajo vamos a plantear una serie de preguntas que nos permitirán dar cuenta de la complejidad de nuestro objeto de estudio: Las Instituciones educativas. ¿ Por qué es tan difícil definir las instituciones? ¿definir o significar? ¿ Cuál es el rol del sujeto en ellas? y ¿cuál es el rol de ella en los sujetos?

Lidia Fernández nos propone tres modos de concebir las instituciones. En un sentido clásico, podemos decir que éstas son normas y leyes que se utilizan en una sociedad, que hacen a la convivencia, se aplican en forma individual o grupal; pueden ser escritas o no, pero fijan un límite. diríamos que son abstractas, no son palpable, pero de gran peso. Lo que destacamos es la ubicación del sujeto en relación a la institución, nunca es igual, porque los sujetos son distintos y así mismo la institución.

En otro sentido, la institución es concreta, se presenta en forma de establecimiento, con un espacio propio, con personas representantes de la misma que deben cumplir tareas reguladas; con una organización y función específica. Pero nunca un establecimiento será idéntico, aunque realicen la misma actividad. Cada establecimiento tiene su idiosincrasia, su modo de ser, su historia que la significa.

El tercer sentido que resalta Lidia Fernández es simbólico, la institución tiene una relación con los significados, ésta orienta al sujeto en la sociedad; ponen en orden las relaciones de estos con sus semejantes y con la naturaleza; marcan lo permitido y lo prohibido. Estas significaciones el sujeto las adquiere en su socialización temprana, las consolida más tarde en los procesos de socialización profesional y política.

Agregamos que la sociedad está sostenida por instituciones, que ayudan al individuo a su crecimiento como tal y en su relación con los demás. La institución significa, y parece ser sinónimo de dignifica.

Para continuar, vamos a hacer referencia a lo que dicen Frigerio, Poggi y Tiramonti en Las Instituciones Educativas Cara y Ceca. Como podemos deducir del título que las autoras nos presentan, quiere decir que hay situaciones que se contraponen, luchan, y se intercambian en las instituciones; conflictos, previsibles o imponderables, que son propios de una sociedad en movimiento. Por eso es necesario que las instituciones, tanto de carácter obligatorio como voluntario en la vida de los sujetos, cuenten con normas o leyes que organicen las relaciones: ¿cómo son estas relaciones?¿son simétricas o jerárquicas?¿qué papel juega el poder en las instituciones?. Estas leyes tienen un doble carácter, restrictivo y a la vez protector; establecen zonas de certidumbre, pretenden prever los comportamiento de los actores, algo realmente imposible; por ende siempre habrá lugar para la incertidumbre. Los agentes, representantes de la institución, intentan imponer a los usuarios estas normas. Nos preguntamos si ¿los que crean las leyes son los que más poder tienen?.

Según las autoras pueden existir al menos cuatro tipo de conflicto en las instituciones educativas: el primero hace referencia a la pluralidad de pertenencia, es cuando un docente forma parte de varios establecimientos, con distintos roles en diferentes niveles o modalidades. tarea que se facilita si se establecen contratos institucionales que permitan el reacomodamiento de cada actor.

Otro de los conflictos es en torno a los múltiples objetivos, que cada año pretenden cumplir las instituciones educativas; y en varias ocasiones son contradictorios entre sí.

El tercer conflicto surge cuando se deben poner en marcha los objetivos, tarea nada sencilla, ya que la realidad supera ampliamente lo que se plantea en papel.

Para finalizar, hacemos mención del último de los conflictos que surgen entre los actores que cumplen funciones especializadas que se denomina autoridad funcional y la autoridad formal que se encarga de la aplicación de la ley.

Sandra Nicastro nos invita a Revisitar la mirada sobre la escuela, pero de una forma distinta ,en modo explorador, en búsqueda de cosas que causan sorpresas, sin pretender enseñar a otros a mirar, sino acompañándolos en la mirada. Miradas a través de un encuadre, que le dan forma y estabilidad a nuestra profesión, alejándonos de la neutralidad, esa neutralidad que nos mantiene atrapados, alejados, indiferentes, indolentes. Mirar las situaciones de todos los días, dentro de las instituciones, que son contradictorias, que no se quedan quietas, por lo tanto escapan de nuestras manos. Por eso cada día se vuelve a mirar, para aprender y para enseñar. Hay algo más que es necesario hacer, escuchar. Escuchar sin prejuicios, con atención, con amor; escuchar al otro y comprender. ''Escucha osada'' y nada sencilla, porque es necesario hacer silencio; y saber qué hacer con eso que escuchamos.

Como futuros docentes, y en la actualidad estudiantes ¿cómo miramos la escuela?, pensamos que ¿lo pasado era mejor ? ¿la escuela actual es catastrófica? Y lo que viene ¿será peor?. Sería bueno pensar ¿que vamos a hacer con lo que hay?

Graciela Frigerio y Margarita Poggi en El análisis de la institución educativa. Hilos para tejer proyectos nos presentan una metáfora muy significativa de las instituciones educativas y sus actores. La imagen de un tejido, una red, que representa las normas, leyes y prescripciones que sostienen y contienen a los sujetos y al mismo tiempo

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