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Introducción a la filosofía de la educación, T. W. Moore


Enviado por   •  16 de Febrero de 2017  •  Resúmenes  •  2.754 Palabras (12 Páginas)  •  1.914 Visitas

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  1. FILOSOFÍA Y FILOSOFÍA DE LA EDUCACIÓN

En este primer capítulo se analizan principalmente las relaciones entre lo que puede llamarse filosofía general, filosofía de la educación y teoría educativa. La filosofía de la educación es una rama especializada de la filosofía y se vincula con la filosofía general en su metodología, no tanto en su finalidad. La filosofía general pretende dar una explicación comprensiva y racional de la naturaleza de la realidad, entendiendo como realidad la esencia de las cosas (ontología), el ser humano y su lugar en el mundo, en el esquema de las cosas; la existencia de Dios, la naturaleza del alma y el propósito del universo (teleología). A esta manera de entender la filosofía, se le llama metafísica. Este tipo de filosofía, aunque ofrece una visión general de la realidad, apoyada en argumentos racionales; sin embargo, no proporciona una visión unificada ni satisfactoria de la misma. Cada filósofo da una explicación diferente de la realidad.

No obstante, en la actualidad, la filosofía se presenta como una actividad de “alto rango”, que trata conceptos lingüísticos y conceptuales; es decir, se enfoca más en el análisis y la clasificación de conceptos utilizados en otras áreas del conocimiento. En este sentido, la filosofía no tendría una materia de estudio por sí misma, sino que es un modo general de cuestionamiento sobre conceptos y teorías de otras disciplinas, preocupándose por argumentos y justificaciones de las mismas, clarificando los conceptos, justificando esas disciplinas y disolviendo aquellos problemas que responden a confusiones lingüísticas.

Ahora bien, en la educación, que es el tema que nos interesa, los problemas no surgen de una confusión conceptual, sino que se derivan de la práctica; por lo tanto, requieren una solución no disolución. En este sentido, la filosofía de la educación analiza el lenguaje de la teoría y de la práctica en la educación; es decir, los filósofos de la educación, analizan lo que han dicho quienes practican y teorizan sobre la educación.

Sin embargo, el fenómeno educativo es complejo; por lo tanto, existen puntos de vista o abordajes distintos. Por ejemplo, un filósofo podría elaborar un argumento general acerca de la educación en el cual se afirme que ésta es la manera más efectiva, o la única, de socializar a los niños, de capacitarlos para alcanzar sus potencialidades morales e intelectuales. Pero otro, por ejemplo, podría enfocarse en dar consejos acerca de lo que deberían hacer los sujetos que trabajan en la práctica educativa.

Las preguntas relacionadas con la educación, han interesado a los más destacados teóricos, porque toda práctica implica necesariamente una teoría. Una teoría inadecuada conducirá a la práctica inadecuada y ésta a su vez, a una población educada inadecuadamente. La filosofía de la educación consiste básicamente en formular un comentario crítico sobre la teoría educativa, y ésta, a su vez, consiste en varias teorías con diferentes alcances y niveles de complejidad. Por lo tanto, la filosofía de la educación tiene una función social importante, totalmente independiente del interés intrínseco que pueda tener.

  1. TEORÍA GENERAL DE LA EDUCACIÓN

En el segundo capítulo se analizan los supuestos sobre la educación, sus fines, metas y propósitos, y los supuestos acerca de la naturaleza del hombre. Se afirma que toda teoría general de la educación tiene una finalidad que pretende alcanzar, la meta de producir un cierto tipo de persona, un hombre educado. Luego, se da un contenido sustancial a esa meta, lo cual puede hacerse de dos formas. La primera consiste en desarrollar un análisis del concepto “educación”, para elaborar en detalle los criterios que gobiernan el uso del término; éstos serán los criterios que nos permitan distinguir al hombre educado del que no lo es. La tarea de elaborar dichos criterios recae en el filósofo analítico de la educación. La segunda manera de dar un contenido sustancial a una meta es colocándola en un contexto social, político o religioso. La meta formal demanda simplemente un hombre educado, pero el contenido de este término variará de acuerdo con el tiempo, el lugar y la cultura en las que ha de alcanzarse dicha meta.

Una meta es un requisito lógico para formular una teoría práctica. Y una teoría práctica consiste en un argumento que proporciona recomendaciones para alcanzar una finalidad considerada como deseable. Por otra parte, es importante distinguir entre las metas y los propósitos. La meta se relaciona con lo que estamos haciendo y el propósito con aquello que queremos lograr con lo que estamos haciendo. Por ello, es necesario preguntarnos cuáles son las metas de la educación y cuáles sus propósitos. La meta de la educación es producir un hombre educado, que alcance ciertos criterios de desarrollo intelectual, moral y estético. Y se puede afirmar que el propósito de la educación es incrementar el número de ciudadanos instruidos y conocedores, o producir el número suficiente

de médicos, abogados, servidores públicos o ingenieros, etc.

Preguntar por la meta de la educación es concebirla como un fin en sí misma, algo intrínsecamente bueno que involucra el desarrollo de la persona. Preguntar por el propósito de la educación es considerarla como un medio para obtener bienes externos a ella.

Una teoría general de la educación debe empezar por tener una finalidad, una noción de un hombre educado. Para alcanzar esta finalidad se recomiendan ciertos procedimientos pedagógicos. Pero entre la meta y los procedimientos deben existir algunos supuestos sobre la materia prima, es decir, sobre la persona a ser educada.

Es necesario tener claridad sobre el concepto de educación. A toda teoría importante de la educación, subyacen supuestos básicos acerca de la naturaleza humana y en ellos se distinguen los puntos de vista organicista y mecanicista. Una teoría educativa enmarcada en supuestos mecanicistas sostendría que el hombre es una cierta clase de máquina. Y una teoría organicista establece una concepción adecuada del hombre, con énfasis en su capacidad de crecimiento y desarrollo.

  1. EL CONOCIMIENTO Y EL CURRÍCULUM

Todo concepto de educación, implica ciertos conocimientos y destrezas, lo suficientemente valiosos, como para transmitirlos a otras personas. El futuro de la sociedad depende de la transmisión cultural. Ese cuerpo de conocimientos y destrezas constituye un currículum, y una teoría general de la educación debe contemplar algunos supuestos respecto de lo que debe enseñarse. Dichos supuestos tienen relación con la naturaleza del conocimiento. El currículum es un asunto de conocimiento y habilidades que habrán de transmitirse a los alumnos.

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