LAS NIFF Y LOS ESTADOS FINANCIEROS

LAS NIIF Y LOS ESTADOS FINANCIEROS

Las Normas Internacionales de Información Financiera, NIIF (IFRS por su sigla en inglés), constituyen un conjunto integrado de normas internacionales de contabilidad emitidas por el International Accounting Standars Board (IASB), una entidad privada con sede en Londres. En general, se puede decir que establecen los diversos requisitos para el reconocimiento, la medición, la presentación y la información de las diversas transacciones y hechos de carácter económico que inciden en una empresa y por lo mismo tienen expresión en sus estados financieros. Actualmente son cada vez más los países que han adoptado las NIIF, procurando así unificar procesos y sistemas con el fin de lograr una información financiera de la mayor calidad para la administración. Además, la experiencia indica que mediante la NIIF se logran políticas, principios y procedimientos contables más consistentes, lo cual se refleja en la simplificación del trabajo, la reducción de costos en la preparación y presentación de informes, el disponer de información financiera más transparente y lograr una mayor comparabilidad gracias a la aplicación de un lenguaje contable uniforme. Por otra parte, es pertinente anotar que las NIIF pertenecen a la Fundación IFRS y el texto de las mismas es el que emite el IASB en inglés .

Las NIIF consisten en realidad en un modelo contable que parte del principio fundamental de “empresa en marcha”, de modo que todas sus prescripciones se orientan a recoger en términos contables los hechos diarios de los sujetos económicos, con vista a la elaboración y presentación de los estados financieros de la empresa. Ahora bien, es pertinente e importante anotar que las NIIF no consideran relevante la forma jurídica de la organización, es decir, el tipo de empresa, para efectos de la contabilización de las operaciones diarias, pues es el ejercicio económico en sí mismo por parte del sujeto contable el que tienen en cuenta los estándares por ella formulados. Ello significa, básicamente, que para la contabilidad financiera, teniendo a las NIIF en el trasfondo, lo importante son los hechos económicos, sin consideración a la naturaleza jurídica de la entidad que les sirve de escenario . No obstante, no debe dejar de tenerse en cuenta que toda empresa, independientemente de su organización interna y de su estructura administrativa, es en sí un hecho jurídico que en lo fundamental las NIIF no pueden ignorar. En otros términos, los hechos y fenómenos que tienen lugar en la empresa están regulados jurídicamente e incluso constitucionalmente, pues nuestra carta la considera como la unidad económica fundamental de la sociedad, o sea un ente jurídico-económico que las NIIF contemplan en su normatividad. Ello es ajeno a que algunas operaciones de la vida empresarial no formen parte de ese acontecer diario y tengan un carácter puntual, tales como el nacimiento de la misma, su disolución, fusión o transformación, emisión de bonos, ampliación del capital, modificación de la estructura de los fondos propios, que las normas internacionales proporcionan líneas maestras para su contabilización. En lo fundamental, se trata de hechos que en diversa medida y forma son objeto de la contabilidad y respecto de los cuales la naturaleza jurídica de la empresa tiene una incidencia determinante. O sea, el radio de acción de las NIIF abarca prácticamente la totalidad de las operaciones que pudieren ser de importancia significativa en el transcurrir general de la empresa, aunque no tengan incidencia directa o inmediata en la elaboración o en la presentación de los estados financieros, aunque a la larga deban reflejarse en los mismos.

Sin embargo, las NIIF básicamente conforman los estándares internacionales de la actividad contable, siendo de hecho un manual de la misma, pues establece normas de carácter general aplicables a todas las operaciones y transacciones susceptibles de registro y manejo contable, expuestas en forma de aceptación mundial. Previamente, durante el período 1973-2001, tales normas se denominaban Normas Internacionales de Contabilidad (NIC), dictadas por el International Accounting Standars Commitee (IASC), hasta cuando se constituyó el IASB en 2001, el cual las asumió y continuó desarrollándolas bajo el título de Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF). Esta última denominación es fundamental, pues su aplicación está orientada básicamente a la información de carácter financiero y a la vez incide en forma directa en la presentación, análisis e interpretación de los estados financieros. Por tal razón, se considera que las NIIF se basan ante todo en principios, es decir, un conjunto de normas que proponen procedimientos de carácter general, al tiempo que determinan tratamientos específicos . En Colombia, la traducción de las normas se publica, mediante permiso de la Fundación IFRS, por parte del Consejo Técnico de la Contaduría Pública, con la colaboración del Instituto Nacional de Contadores Públicos. Ahora bien, el impacto inicial de las NIIF sobre los estados financieros es de carácter conceptual. No es que las normas en referencia tengan que ver únicamente con tales informes acerca de la situación económica y financiera de una entidad, así como con los cambios que la misma acusa en un momento o período determinado. En realidad las NIIF implican, entre otras cosas, un cambio en la nomenclatura, pues la denominación tradicional de “contabilidad” es sustituida

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