La Convivencia Pacifica

La negociación como base fundamental para la convivencia pacífica

En cualquier aspecto de la vida cualquier desacuerdo, con una frontera o con los amigos de los hijos, necesita solución. Hay mucha gente que es lo que se llamaría un negociador natural, quien sabe salirse siempre con la suya de un modo particular que no sólo queda él feliz sino las otras partes también. Hay otras personas que al no saber negociar, sólo hacen enojar a los otros participantes y lo único que logran es echar a perder lo poco que había. Las personas que saben negociar su camino por la vida son generalmente exitosas y felices, lo contrario de quienes no saben y permiten siempre abusos de los demás. La mejor solución seguramente será la negociada, la acordada con respeto y empezando por los puntos en común, esto fortalece la convivencia

En una época donde proliferan las amenazas de querellas, denuncias, demandas judiciales y otros procedimientos jurídicos que antes se desconocían, la negociación es una herramienta Muy utilizada. Lo más importante es el surgimiento de la conciencia de los derechos de los ciudadanos.

Es importante mencionar que la negociación es un arte que se aprende con la práctica. Aún el individuo que no tiene mucha habilidad y lo aprende se vuelve tan bueno como las personas que nacen con ese don. En una negociación cada parte busca su propio beneficio a la hora del diálogo para cerrar el trato, esto puede ser una negociación de sueldo al recibir una oferta de trabajo, una negociación de un papá con su hija adolescente sobre la hora del regreso de la fiesta, o una negociación sobre los beneficios que recibirán las empresas.

No es que con esto de las negociaciones se esté fomentando el carácter quisquilloso de las personas gracias a una tardía conciencia de derechos. Lo cierto es que las emociones pasionales no inducen de un modo natural y espontáneo al consenso y la negociación No obstante, el hábito de negociar ahorraría conductas violentas y no civilizadas. En la forma amigable las partes deben buscar la respuesta que la otra parte la acepte, en la forma intransigente las partes buscan la respuesta que cada uno acepte. En la forma amigable las partes ceden para evitar la presión, en la forma intransigente las partes buscan presionar al otro.

Una negociación efectiva debe mejorar la relación entre las partes, esto es, que no debe haber resentimientos porque una persona sintió que la otra parte abusó de su posición. Para llegar a un acuerdo justo para todas las partes y una negociación exitosa se debe tener en cuenta que no sólo hay dos salidas: la mía y la del otro, se debe usar mucha creatividad porque generalmente para un problema hay muchísimas soluciones. Al escuchar a los otros participantes con atención lo que necesitan o les gusta, se puede de algún modo satisfacer esas necesidades, que tal vez para unos no impliquen un gran sacrificio, y así lograr también que la otra parte ceda en situaciones que correspondan a otros de mayor manera.

Por ello para que unas negociaciones funcionen, se debe sustituir la competición por la cooperación. Una negociación, debida a su naturaleza misma, implica movimiento: es un proceso durante el cual la gente,

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