La Diversidad En La Sala De Clases

La diversidad

B. Gabriela Antonio Gómez

Durante el siglo XX se ha hablado mucho acerca de la diversidad en la sala de clases. Podemos definir diversidad como variedad en un todo. La sala de clases es un todo pero sus componentes son heterogéneos. Distintos unos de otros sin embargo con un componente en común: el aprendizaje. Como maestros del siglo XXI debemos atemperarnos a los tiempos tan cambiantes que estamos viviendo aceptando y trabajando para el bien común de la comunidad de aprendizaje que tenemos a nuestro cargo. En este ensayo veremos varias posturas acerca del concepto diversidad en el salón de las clases y como los maestros y demás trabajadores escolares pueden integrar sus métodos de enseñanza y trato de igualdad a los estudiantes.

Dentro de la comunidad escolar se trabaja con diferentes tipos de alumnos. Todos ellos distintos y con experiencias de vida individuales. Los educadores deben estar apercibidos a los cambios culturales que se dan en el tiempo que les ha tocado vivir, para poder estar equipados hacia una diversidad educativa cambiante. Según nos indica José Cáceres en su libro Sociología y Educación “la cultura es dinámica: cambia para satisfacer las necesidades de los individuos del grupo”. De tal manera los maestros deben entender que los que se enseñaba ayer cambia con los años, y aun con los meses. La metodología implantada en el aula de clases debe ser una que se adapte al cambio que estamos continuamente viviendo. La diversidad es una de ellas. Este uno de esos cambios que debemos atender con prontitud, teniendo en cuenta que nuestro fin común es lograr que el estudiantado aprenda de la mejor manera posible y sea reconocido como parte del universo de estudiantes en el salón de clases.

Cada estudiante debe sentirse valorado e importante en el proceso de aprendizaje. El sentimiento de pertenencia y valoración personal debe ser uno de los objetivos de mayor relevancia en un salón de clases, que trabaje con la diversidad en sus estudiantes. Los maestros junto a los alumnos somos los protagonistas que defenderemos nuestro derecho de sentirnos apreciados en la comunidad de aprendizaje. Cada ente de esta comunidad es importante y tiene que comprender que su valor de la enseñanza se optimiza cuando se trabaja en equipo. De esta manera veremos el proceso de aprendizaje como uno de cooperación entre maestros y estudiantes.

Uno de los cambios que la sociedad educativa debe internalizar completamente es la responsabilidad de todos los componentes del proceso educativo en los métodos de aprendizaje. Sin estudiantes no hay aprendices, sin embargo, sin maestros no hay personas diestras en las materias que pretende enseñar. Ambos son importantes y de igual relevancia. El aprendizaje se dará en un marco de respeto por cada individuo, valorizando su manera de internalizar la información

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