La Educacion En La Regeneracion

LA EDUCACIÓN DURANTE LA REGENERACIÓN

1885-1895

Kimberly Rojas Peña

La época de la Regeneración se constituye como un nuevo periodo en el cual sobresalen las ideas conservadoras que darán paso a una serie de medidas diferentes a las de la época anterior dominada por los liberales. El gobierno es consciente de las posibilidades de equilibrio y cohesión social que le proporcionaría una alianza con la institución eclesiástica y no duda en establecer lo que podríamos llamar EL Estado Confesional. A partir de lo anterior, el papel de la Iglesia será determinante en el gobierno regenerador, tomara en sus manos actividades que le fueron depuestas en el periodo radical. Es así como de la educación de carácter laico que se intento fomentar durante los gobiernos liberales, se regresara a la educación dirigida por los lineamientos de la Iglesia Católica.

La Regeneración es el proyecto que da paso al dominio conservador hasta 1930, su particularidad esta dada por las nuevas relaciones que se tejen entre la Iglesia y el Estado, por tanto la educación esta enmarcada en la dinámica de esta relación debido a su condición de herramienta cívica en la consolidación de dicho proyecto.

La educación es el elemento de mayor importancia dentro de la pedagogía cívica (prensa, asociaciones cívicas). Primero, por ser un sistema de formación dirigido a niños y jóvenes que una vez formados reproducirán el orden imperante (en teoría). Y segundo, son las estrategias a mediano y largo plazo las que arrojan mejores resultados a causa de su planeada elaboración. Cabria preguntarse si estas estrategias permitieron que los conservadores se prolongaran tanto en el poder.

Este trabajo destacará esa relación entre la institución eclesiástica y el Estado, particularizando el desarrollo de este fenómeno en Colombia (1885-1895), enfatizando en el sistema educativo, el cual, por su peculiaridad (estructurado por los intereses del clero) diseñara un tipo de ciudadano acorde con las expectativas de los grupos detentadores del poder. Es decir, la formación de un ciudadano afín con la retórica de los valores, la moral y lo religioso (católico) como los pilares que sustentaran este régimen. Más que un ciudadano, un buen católico, ya que esta educación de tipo confesional llevara implícito unos objetivos dentro del ideal de hombre y sociedad que se pretendía crear en el proyecto regenerador: un hombre poco libre para expresarse, despolitizado, obediente, respetuoso de las jerarquías, del orden y la autoridad

EL PAPEL DE LA IGLESIA EN LA EDUCACIÓN Y LAS MEDIDAS EDUCATIVAS

A fin con el proyecto regenerador, en cuyo núcleo se encuentra el dogma católico, debía instaurarse el proceso de educación en Colombia, en concordancia con el Estado confesional, quedando expuesto en el discurso de posesión de Núñez: “Combatir por medio de un sistema de educación profundamente cristiana las nociones deletéreas que han sido causa decisiva de los males sufridos, será, por tanto el objetivo primordial de mis esfuerzos, ...” que, en busca de la socialización de los miembros de la comunidad, legitimara y a la vez integrara las normas y los valores imperantes del nuevo orden. De esta forma a la Iglesia se le concedió el control del sistema educativo y el direccionamiento de los nuevos parámetros de enseñanza en el país, tal como queda planteado en el Hebdomadario, el periódico oficial de la institución eclesiástica en Colombia:

Que por el artículo 12 del convenio celebrado entre el sumo pontífice León XIII y el presidente de la república, y aprobado por la Ley 35, se estatuye que en las universidades y en los colegios, en las escuelas y en los demás centros de enseñanza... se organice y se dirija en conformidad con los dogmas y la moral de la religión católica y que la enseñanza religiosa sea obligatoria en tales centros.

Para el fomento de una educación basada en principios cristianos concurrían todo el conjunto de la vida social (la familia, lo cívico y lo religioso) a partir de la obligación sagrada de los padres para con sus hijos en la responsabilidad de una educación moral que contribuyera al futuro y bienestar de la nación. Las instrucciones sobre las ventajas de este tipo de educación se encuentran plasmadas en el ya mencionado Hebdomadario, el cual le transmite al pueblo cartagenero un mensaje del Sumo Pontífice y su preocupación por rechazar cualquier atentado contra la educación de sus hijos, además de alejarlos de aquellas instituciones donde corran el riesgo de “absorber el veneno de la impiedad” ya que de ser así se corre el gran peligro de afectar el cuerpo social .

Así, desde la infancia se debía hacer énfasis en la instrucción y educación religiosa, de esto dependía el comportamiento y la utilidad a la república, esto facilitado por el gobierno que ha creado innumerables escuelas para el servicio público de la comunidad, contrario a otros países donde las escuelas tendían a ser abiertas y mantenidas por los propios padres de familia: “en nuestro país el gobierno comprendiendo sus deberes se ha encargado de ayudar a los padres en tan noble tarea, organizando la instrucción de manera que garantice la formación de sus hijos” .

De esta forma se contrarrestan los principios radicales que imperaron en el régimen educativo, en el cual se divulgaban ideales modernos y la universalización de la educación abierta con las ideas liberales; este tipo de educación será considerada como atea y desmoralizadora por parte de los regeneradores, quienes extienden el poder de la Iglesia sobre los manuales y textos escolares y la censura sobre los contenidos de los mismos. Todo esto con el fin de mantener los principios tutelares del orden y la tranquilidad de la nación, y el reconocimiento que todos los colombianos debían tener para con la Iglesia Católica: maestra y guía de la sociedad.

El gobierno regenerador estableció medidas tanto directas como indirectas al control del conocimiento a través de la ley. Con relación a las primeras, la Universidad de Colombia fue escenario de restricciones ya que los textos de instrucción debían ser autorizados por el Estado excluyendo los de filosofía y literatura por considerarlos un peligro para la juventud y un ataque a la moral, según Sergio Solano:

... la filosofía y la literatura fueron los frentes intelectuales que ocuparon la atención de los regeneradores, pues pensaban que sus expresiones modernas hacían daño entre la juventud. Aunque fueron argumentos en

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