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La Miel

Elena77leonorEnsayo3 de Julio de 2014

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Producto: La Miel

La apicultura o cultivo de abejas es una actividad agropecuaria orientada a la crianza de abejas (del género Apis) y a prestarles los cuidados necesarios con el objeto de obtener los productos que las mismas son capaces de elaborar y recolectar. Entre los productos que pueden obtenerse se encuentran: la miel, el polen, la cera, la jalea real, el propóleo, y la apitoxina o veneno de abejas (con uso medicinal en enfermedades reumáticas y artrosis). De todos ellos, la miel es prácticamente el único producto explotado económicamente en la Argentina.

La miel es el producto alimenticio producido por las abejas melíferas a partir del néctar de las flores o de las secreciones procedentes de partes vivas de las plantas, que las abejas recogen, transforman, combinan con sustancias específicas propias, almacenan y dejan madurar en los panales de la colmena (Resolución GMC 15/94).

La miel tiene cuatro aplicaciones principales: consumo directo, ingrediente en productos, miel industrial e hidromiel (bebida alcohólica fermentada en base a miel y agua).

Cadena de Valor de la miel

La cadena de la miel se puede considerar poco compleja. La miel no sufre una profunda transformación física, y por ese motivo son pocos los agentes que intervienen en la comercialización entre los que se destacan: productores apícolas, productores y proveedores de insumos, acopiadores y exportadores e industriales.

Organismos estatales, como SAGPyA y SENASA, brindan el marco regulador de la actividad, dentro del cual se destaca un conjunto de normas que ordenan la producción y garantizan la trazabilidad de la miel Argentina.

En aspectos vinculados con la investigación y transferencia tecnológica, capacitación y fomento del comercio, actúan diversos organismos entre los que se destacan: INTA, INTI, SAGPyA, SENASA, Fundación Export-AR Y CFI.

Productores Apícolas

En la actualidad existen más de 2000 salas de extracción diseminadas en todo el país, que cumplen con la normativa vigente (resolución SAGPYA 870/06) y forman parte del sistema de trazabilidad de la producción argentina de miel.

Los apicultores Argentinos utilizan únicamente la colmena Langstroth o Standard. Solo en la provincia de Misiones, es posible encontrar algunos productores aislados que siguiendo las tradiciones de sus ascendientes europeos utilizan otros modelos para la producción de miel en pequeña escala con destino al consumo familiar.

Un número cada vez mayor de productores apícolas, se organiza en distintas formas asociativas, como respuesta a las nuevas demandas del mercado internacional, tanto en lo tecnológico como en lo comercial. Así surgen en todo el país, salas de extracción comunitarias y grupos de productores exportadores que paulatinamente van ganado un lugar en el mercado internacional.

Productores de insumos

La demanda de insumos apícolas ha dado origen a una gran cantidad de micro, pequeñas y medianas empresas dedicadas a la fabricación colmenas, cera estampada, medicamentos, maquinarias para extracción y fraccionamiento de miel, envases y material vivo. Prácticamente el 100% de los insumos requeridos por el sector son de origen nacional.

La importante y competitiva oferta de insumos ha trascendido el abastecimiento interno y hoy son varias las empresas argentinas que exportan insumos apícolas a distintos países del mundo.

Acopiadores

Estos agentes, distribuidos en todo el país cumplen un rol importante en la cadena de valor concentrando la producción en depósitos habilitados. Los acopiadores, generalmente, actúan como mandatarios de empresas exportadoras.

La mayoría de los acopiadores se distribuyen en las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Entre Ríos, La Pampa y Santa Fe. Cooperativas apícolas y de servicios –fundamentalmente de provisión de electricidad- distribuidas en todo el país han incursionado en la extracción y el acopio de miel entre los servicios a sus asociados.

Exportadores

Existen alrededor de 100 empresas exportadoras de diferente envergadura, éstas compran miel directamente a los productores o acopiadores relacionados distribuidos en distintos puntos del país. La exportación de miel a granel, en nuestro país, se encuentra bastante concentrada ya que más del 60% de las exportaciones se concentran en menos de 10 empresas. Esta concentración puede explicarse por los requerimientos logísticos del gran volumen de exportación de Argentina y la demanda de clientes internacionales que requieren grandes volúmenes.

En los últimos años, un segmento creciente de la demanda internacional, valora el mayor conocimiento del producto y su productor. Por ello, nuevos compradores e incluso un porcentaje de la demanda de los tradicionales, se orienta al contacto directo con grupos que puedan ofrecer en forma sostenida mieles especificas, sea por sus atributos naturales o sus condiciones de producción. Esto ha impulsado la aparición de grupos de productores, que mediante la conformación de diversas formas asociativas –grupos exportadores, cooperativas o consorcios de exportación- han ingresado al negocio exportador.

Industriales

Existen en el país más de 30 empresas fraccionadoras, que ofrecen al mercado doméstico e internacional, mieles diferenciadas por su, proceso productivo, procedencia u origen botánico e incluso por rituales religiosos tales como las certificaciones Kosher o Halal.

En la actualidad 12 de esas empresas conforman la Comisión para la Promoción de Exportaciones de miel fraccionada, que trabaja no solo en temas comerciales, sino que pone un fuerte énfasis en la calidad, promoviendo la capacitación constante entre sus miembros.

(SE ANEXA CUADRO CADENA DE VALOR DE LA MIEL)

Zonas de Producción

Para que la producción apícola sea abundante, las colmenas deben estar instaladas en lugares donde haya gran cantidad de plantas con flores, o lo que es lo mismo, plantas fanerógamas.

Esta abundancia debe cubrir un área que, trazada una circunferencia que marque su centro en el apiario, tenga un radio superior a tres kilómetros. Esto es lo ideal, pues aunque las abejas vuelan a mayores distancias aún, en busca de productos para la colmena, resulta económico para sus vuelos por realizarlos con más frecuencia. También importa, para los fines de mayor producción, que las especies vegetales sean de floración prolongada, y que, además, sea diversa la flora, para que el área indicada se mantenga con flores desde comienzos de primavera hasta el otoño.

Además de la cantidad y variedad de especies vegetales, es necesario que entren en juego factores naturales que permitan la favorable evolución de las plantas para que produzcan los elementos que necesitan las abejas: néctar y polen.

Los factores naturales son conocidos como factores ecológicos; varían notablemente y estas variaciones influyen grandemente para la mayor o menor producción, y en la calidad del productos. Ellos son: composición química del suelo y grado de humedad, humedad ambiente, luz, temperatura, lluvias en cantidad y frecuencia, vientos, etc.

El conjunto de vegetales útiles para las abejas se denomina flora apícola que puede dividirse, según su producción, en flora nectarífera y en flora polinífera. El nombre de flora melífera, con que suele designársele, es impropio, pues no hay vegetal que produzca miel.

Además del néctar, las abejas aprovechan otras sustancias que manan de las plantas. Estas sustancias son jugos azucarados extra florales que pueden fluir de tallos u hojas; también de fruta cuya cutícula ha sido rota por excesiva madurez o por acción de otros factores mecánicos.

La República Argentina no tiene aún un estudio completo sobre regiones que divida al país en base a su flor apícola y a su producción de miel. Para ello deberíamos tener en consideración que en tan extensa superficie que abarca latitudes diversas, con diferentes climas y suelos, reúne condiciones ecológicas que determinan la existencia de una flora muy rica en especies.

Dividiremos al país en tres grandes regiones:

Región de la pampa húmeda y sus zonas (Sur, Norte y Del Litoral, Entre Ríos e islas): Está comprendida por las provincias de Buenos Aires, este de Córdoba, centro y sur de Santa Fe, y Entre Ríos.

Esta región a su vez se divide en tres zonas: la zona sur que abarca la provincia de Buenos Aires; la zona norte que abarca el este de Córdoba, centro y sur de Santa Fe y Entre Ríos y por último la zona Litoral de ríos (zona ribereña y de islas de los ríos de La Plata y Paraná).

El clima de esta región es templado, con precipitaciones anuales que oscilan entre 600 a 1.000 mm. Se caracteriza por sus praderas a base de alfalfares, tréboles, cultivos de girasol, etc.; por la abundante cantidad de cardos y otras malezas.

- Zona Sur: Las mieles producidas en la zona se caracterizan por un color ámbar claro de alta densidad (y en algunos casos suelen ser blanca por predominar en la zona apícola alfalfa, trébol rojo y trébol blanco). Estas mieles son de “gusto suave”, siendo la más buscada por los compradores europeos para efectuar cortes con sus mieles.

Los rendimientos en estas zonas fluctúan entre 40 y 80 kilos anuales por colmena que varían por las marcas térmicas anuales y por las lluvias primaverales. Dentro de esta zona contamos con montes y bosques que cuentan con pinos, cipreses, eucaliptus (estos tres con numerosas variedades), acacias, aguaribay, laurel, casuarina, álamos, tuyas, frutales, etc.

Además, debemos considerar los riesgos que se

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