ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

La Mujer En La Prensa Deportiva

yolitams30 de Septiembre de 2013

5.561 Palabras (23 Páginas)515 Visitas

Página 1 de 23

1. PRESENTACIÓN DE LA PROBLEMÁTICA

El papel de la mujer en el sector de la prensa deportiva española es la problemática que queremos abordar con nuestro trabajo. La mujer en el deporte y en concreto en el tema periodístico tiene muy poca repercusión, los deportes de mujeres no son tan mediáticos ni seguidos como los deportes masculinos, aunque esto no debería ser así ya que aunque la mujer consigue los mismos logros que el hombre, éstas tienen menos repercusión mediática. Prueba de ello, los deportistas más conocidos en el mundo son hombres, las campañas en publicidad deportivas son encabezadas por estos y los periódicos deportivos están centrados en el deporte masculino, ya que, carece de poco interés en el sector femenino. Un análisis de la historia deportiva nos da a conocer que la incursión de la mujer en el deporte es reciente, por eso prácticamente en la prensa deportiva no aparecen referencias a los logros femeninos. Los índices de audiencia y de práctica del deporte en el ámbito femenino son insignificantes en comparación con los masculinos. El papel de la mujer en la prensa normalmente lleva una notación sexista. Las fotografías, los deportes y las noticias redactadas, la relegan a un segundo plano. La posible falta de interés de las mujeres por el deporte creemos que es debida a que éstas no se ven igualmente motivadas ya que ellas, por ejemplo, no tienen modelos de tantas mujeres deportistas a las que puedan imitar como tiene el sexo masculino; además, en las práctica de algunos deportes carecen del apoyo familiar y social. Como consecuencia de estos factores, la mujer tiene menos interés por las actividades deportivas y por tanto será menor la realización de determinados deportes.

2. MARCO TEÓRICO

Tradicionalmente, el protagonista de la información por excelencia es el hombre, líder en su campo y el discurso por tanto se ha orientado hacia el hombre. La figura de la mujer en los medios se ha venido caracterizando por su ausencia, en contraposición a los hombres. Al gozar de menos representación en las altas esferas del poder político, económico, cultural, social, etc. tienen menos posibilidades de ejercer los papeles protagonistas de la información, como actrices directas o como fuentes de información.

Actualmente, nos seguimos encontrando en una sociedad machista aunque con los años la mujer ha ido rompiendo esa dura barrera, pero los medios son los encargados de perpetuar la sociedad liderada por los hombres ya que juegan un papel primordial en la conformación de la Opinión Pública siendo protagonistas en los medios de comunicación los hombres. De aquí se desprende un discurso machista inconsciente que cala en la sociedad; lo que propicia la formación de estereotipos, que se complementa con la escasa aparición de la mujer en los medios de comunicación.

A pesar de que la mujer se ha introducido, poco a poco, en el mercado laboral, y va equiparándose al hombre, aún son muchas las metas que deben superar las féminas. Entre ellos, esos arcaicos arquetipos que han y están condicionando la progresión de la mujer en la sociedad para que las diferencias sociales solo se equiparen por condiciones físicas y no sociales.

La mujer sigue siendo identificada por su cuerpo, sus relaciones, su belleza y destacan aquellas que posean estas cualidades, aunque carezcan de poca formación y de poca inteligencia o agudeza para determinada labor. Por su parte, el hombre va adaptándose a los nuevos cambios sociales que la mujer va generando y a ser más consecuente con las tareas de la casa y con el nuevo rol de la mujer trabajadora y las consecuencias que genera. Pero para los medios el género masculino no ha evolucionado y sigue comportándose de la misma manera que hace dos siglos. No se representan los amos de casa, sino se suele decir, que se está de Rodríguez, es un ejemplo de los muchos que se puede recoger.

En el hombre sigue valorándose el que sea cabeza de familia, se mira su hombría, olvidándose de sus sentimientos, sus errores son normales, y sus deslices sexuales son productos de su masculinidad.

Aunque la incorporación del mundo gay a los medios va suavizando algunas de estas cualidades, aunque también esto puede suponer otro estereotipo. Debido a la masculinidad que todo hombre debe presentar, aquellos que posean un grado menor de fuerza viril, de pensamiento masculino, se tachan de homosexuales.

Pero con la incorporación de la mujer al trabajo, en los medios se ha producido un fenómeno que podríamos denominar como desprestigio de las profesiones tradicionales, es decir, profesiones como ama de casa, limpiadora, cocinera, han comenzado a considerarse profesiones de segundo y tercer grado y ligándolo siempre a condiciones de pobreza y de poca formación profesional. Incluso se llega a decir que ser ama de casa no es una profesión porque no se está contribuyendo a la seguridad social con dicha labor. Es muy raro que aparezcan mujeres realizando profesiones consideradas tradicionalmente para hombres y los medios refuerzan esta labor, ya que en las series no se ha visto una mujer bombero, una mujer conductora de taxis o de autobuses, o los programas de cocina no están llevado por mujeres, considerado tradicionalmente como de féminas, sino que los grandes chef son hombres.

Nos encontramos en una sociedad machista aunque con los años la mujer ha ido rompiendo esa dura barrera, pero los medios son los encargados de perpetuar la sociedad liderada por los hombres.

En esta labor los medios de comunicación juegan un papel primordial. Los mass-media como portavoces de la Opinión Pública deben elaborar un discurso en que ambas partes se vean identificadas, pero la realidad es más gris de lo que aparenta, ya que la prensa, la radio y la televisión, en lugar de emitir un mensaje social de progreso, se dedican a retrasar a la sociedad, ya que para vender sus productos utilizan los mismos estereotipos que utilizaban los políticos del siglo XIX y principios del XX para no incluir a la mujer dentro de sus actuaciones.

Tal como aparece en el libro El sexo de la noticia, “los medios de comunicación son más propuestas de lectura de la realidad que reflejos de la realidad misma” (Bach, M.,Elvira, 2000.El sexo en la noticia. p.21).Los medios de comunicación -y debido a su estructura empresarial- no reflejan por entera la realidad sino aquellas parcelas que les parece más oportuno resaltar según intereses sociales, políticos y económicos. Es lo que Melin-Higguns y Djierf denominan “cultura periodística”; los medios difunden una cultura que los miembros de su sociedad han de aprehender para no caer en un vacío existencial que les separaría de un grupo. Esta situación se produce debido a la enorme influencia que los medios han ido adquiriendo en las últimas décadas, convirtiéndose incluso, en la principal fuente de conocimiento para muchas personas. Algunos sociólogos, como Anthony Giddens (Modernidad e Identidad 1991. Londres) los equipara considera instrumentos de socialización.

Cada medio tiene una ideología y como tal, tanto de forma consciente como inconsciente la divulga a su público, por lo tanto crea en la mente del lector una realidad moldeada que existe pero no en su totalidad, el medio enseña a su público lo que debe saber pero no lo que puede saber. El lenguaje es un factor esencial a la hora de transmitir ideas. Nuestra cultura es de tradición patriarcal y se ve reflejado en la lengua, por lo que habrá que forzarlo y encuadrarlo a la nueva realidad que se quiere transmitir. En esa empresa los medios de comunicación tienen una labor esencial, ya que el lenguaje es su instrumento por excelencia, y actúan como modelo de construcción social de la sociedad. Un hecho que justifica esto es la generalización que representa el masculino en la lengua castellana, utilizado como excusa abarcadora de los géneros femenino y masculino; sin embargo oculta la supremacía del género masculino sobre el femenino.

La diferencia de género

Se definirá el concepto de género a través de una comparativa del concepto de sexo, puesto que son confundidos de forma errónea con frecuencia. Se entiende como sexo, la condición biológica con la que se nace, es decir, nacemos hombre o mujer dependiendo de nuestra anatomía. Por el contrario, el género es un producto cultural, ya que se define por comportamientos atribuibles a hombres y mujeres que están socialmente construidos y que carecen de una base biológica. Biológicamente una persona es macho o hembra, sin embargo, para describir el género, se utiliza el concepto de hombre o mujer.

Carol Gilligan ha realizado un análisis de las diferencias de género a partir de las imágenes que los hombres y mujeres adultas tienen de sí mismos y de sus logros, la autora manifiesta que las mujeres se definen a sí mismas en término de relaciones personales y juzgan sus logros en referencia a su capacidad para cuidar a los otros. El tradicional rol que realiza la mujer es el de cuidadora y compañera. Pero dichas tareas son a menudo infravaloradas por los hombres, quienes consideran que su propio énfasis en el logro individual es la forma de conseguir el éxito. Esta socióloga realizó doscientas entrevistas a hombres y mujeres en las que les realizaba determinadas preguntas para responder lo que estaría bien o mal moralmente. Los hombres respondían con ideales abstractos de deber, justicia y libertad individual. Las mujeres mencionaban el ayudar a los

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (35 Kb)
Leer 22 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com