La Vaca. Una metáfora sobre cómo vencer el conformismo y la mediocridad
elcalsauResumen14 de Noviembre de 2014
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LA VACA
Una metáfora
sobre cómo vencer
el conformismo
y la mediocridad
Por Camilo Cruz, Ph.D
Todos los derechos reservados.
Queda prohibida la reproducción total o parcial de esta obra en cualquier medio.Contenido
Prólogo ................................................................................................................................... 4
Capítulo uno - La historia de la vaca......................................................................................5
Capítulo dos - Definamos la vaca........................................................................................... 8
Capítulo Tres - Algunas de las vacas más comunes.............................................................12
Vacas “justificadoras de la mediocridad”:...................................................................... 12
Las vacas de “la culpa no es mía”:.................................................................................. 12
Las vacas de las falsas creencias:.................................................................................... 12
Las vacas que buscan excusar lo inexcusable:............................................................... 12
Las vacas de la impotencia: ............................................................................................. 13
Las vacas filosofales: ....................................................................................................... 13
Las vacas del autoengaño:............................................................................................... 13
Capítulo Cuatro - Los orígenes de las vacas.........................................................................14
Capítulo Cinco - Cuando nuestras vacas han sido regalos de otras personas.......................16
Capítulo Seis - Cómo matar nuestras vacas..........................................................................18
Identifica tu vaca.............................................................................................................. 18 Haz una lista de todas las cosas negativas que la presencia de estas vacas te están
representando. .................................................................................................................. 19
Define nuevos patrones de comportamiento. .................................................................. 20
Capítulo Siete – Una vida libre de vacas.............................................................................. 21 Prólogo
Debo confesar que esta historia de la vaca la escuché por primera vez en un vuelo de Nueva
York a Buenos Aires, de una encantadora dama que por fortuna le correspondió el asiento
del lado. Para quien nunca ha realizado este vuelo, quiero decirle que dura
aproximadamente nueve horas y sale cerca de las nueve de la noche; así que a eso de la
media noche hasta ahora estás terminando de cenar.
En estos vuelos tan largos, generalmente terminas hablando con la persona que tienes a tu
lado, para tratar de acortar el tiempo de alguna manera. Así que después de hablar sobre
nuestras profesiones, la familia y lo mucho que debíamos viajar, y después del
acostumbrado intercambio de tarjetas de negocios, comenzamos a hablar del trabajo que
nos llevaba a Argentina.
Por alguna razón, cuando escuchan que eres escritor, algunas personas se inspiran para
compartir anécdotas, hablarte de sus libros favoritos, o dejarte saber la historia o el libro
que más los conmovió, lo cual para mi siempre ha sido un fabuloso caudal de nuevas ideas.
Así que allí, en medio del confort de un moderno Boeing 777, mientras sobrevolábamos
algún lugar de la parte norte de nuestro continente, a eso de la una de la mañana, escuché
por primera vez la historia de la vaca. Debo agregar que desde aquella vez, y especialmente
desde que comencé a compartirla en mis charlas, he escuchado diferentes versiones de esta
historia.
Lo interesante es que cuando ella me la contó, la historia no duró mas de dos o tres
minutos. Sin embargo, después de haberla relatado un par de docenas de veces me he dado
cuenta que cada vez se pone mejor. Es como una serie televisiva, que en cada capítulo,
aparecen nuevos personajes, la historia se alarga unos minutos más, surgen nuevas
enseñanzas y se torna mucho más compleja.
Así que después de haberla compartido miles de personas en varios países, durante una de
mis presentaciones, alguien se me acercó y me pidió si podía mandarle por e-mail la
historia de la vaca.
Debo admitir que en aquella ocasión, me había tomado poco más de dos horas contar la
historia. Así que decidí hacer algo mejor que enviarle un e-mail. Decidí -de una vez por
todas- escribir la trágica historia de la vaca. Por supuesto, que lo que estoy presentando
aquí es mi versión de historia de la vaca. Debo advertir que todo parecido con hechos o
personajes reales es pura coincidencia (aunque totalmente intencionado).
A título personal, yo creo que la historia de la vaca es sobre cómo deshacernos de aquellos
hábitos y creencias que nos mantienen atados a la mediocridad. No obstante, deseo que sea
el lector quien decida qué enseñanza quiere derivar de esta metáfora. Y aunque, es posible
que a esta altura, aún le sea imposible entender el significado de la siguiente afirmación, si
encuentra que no aprendió nada... ¡Esa es su vaca! Capítulo uno - La historia de la vaca
La historia cuenta que un viejo maestro deseaba enseñar a uno de sus discípulos por qué
muchas personas viven atadas a una vida de mediocridad y no logran superar los obstáculos
que les impiden triunfar. No obstante, para el maestro, la lección más importante que el
joven discípulo podía aprender era observar lo que sucede cuando finalmente nos liberamos
de aquellas ataduras y comenzamos a utilizar nuestro verdadero potencial.
Para impartir su lección al joven aprendiz, aquella tarde el maestro había decidido visitar
con él algunos de los lugares más pobres y desolados de aquella provincia. Después de
caminar un largo rato encontraron la que consideraron la más humilde de todas las
viviendas.
Aquella casucha a medio derrumbarse, que se encontraba en la parte más distante de aquel
caserío, debía ser -sin duda- alguna la más pobre de todas. Sus paredes milagrosamente se
sostenían en pie, aunque amenazaban con derribarse en cualquier momento; el improvisado
techo dejaba filtrar el agua, y la basura y los desperdicios que se acumulaban a su alrededor
daban un aspecto decrépito a la vivienda. Sin embargo, lo más sorprendente de todo era que
en aquella casucha de 10 metros cuadrados pudiesen vivir ocho personas. El padre, la
madre, cuatro hijos y dos abuelos se las arreglaban para acomodarse en aquel lugar.
Sus viejas vestiduras y sus cuerpos sucios y malolientes eran prueba del estado de profunda
miseria reinante.
Curiosamente, en medio de este estado de escasez y pobreza total, esta familia contaba con
una posesión poco común en tales circunstancias: una vaca. Una flacuchenta vaca que con
la escasa leche que producía, proveía a aquella familia con el poco alimento de algún valor
nutricional. Pero más importante aún, esta vaca era la única posesión material de algún
valor con que contaba aquella familia. Era lo único que los separaba de la miseria total.
Y allí, en medio de la basura y el desorden, pasaron la noche el maestro y su novato
discípulo. Al día siguiente, muy temprano y sin despertar a nadie, los dos viajeros se
dispusieron a continuar su camino. Salieron de la morada y antes de emprender la marcha,
el anciano maestro le dijo a su discípulo: “Es hora de que aprendas la lección que has
venido a aprender”.
Sin que el joven pudiese hacer nada para evitarlo, el anciano sacó una daga que llevaba en
su bolsa y degolló la pobre vaca que se encontraba atada a la puerta de la vivienda, ante los
incrédulos ojos del joven.
Maestro, dijo el joven: “¿Qué has hecho? ¿Qué lección es ésta, que amerita dejar a esta
familia en la ruina total? ¿Cómo has podido matar esta pobre vaca, que representaba lo
único que poseía esta familia?”
Haciendo caso omiso a los interrogantes del joven, el anciano se dispuso a continuar la marcha, y maestro y discípulo partieron sin poder saber que suerte correría aquella familia
ante la pérdida de su única posesión.
Durante los siguientes días, una y otra vez, el joven era confrontado por la nefasta idea de
que, sin la vaca, aquella familia seguramente moriría de hambre.
Un año más tarde, los dos hombres decidieron regresar nuevamente por aquellos senderos a
ver que suerte había corrido aquella familia. Buscaron la humilde posada nuevamente, pero
en su lugar encontraron una casa grande. Era obvio que la muerte de la vaca había sido un
golpe demasiado fuerte para aquella familia, quienes seguramente habían tenido que
abandonar aquel lugar y ahora, una nueva familia, con mayores
...