La heroína

La heroína es una droga derivada de la morfina que a la vez es derivada del opio, en un principio se utilizó como analgésico y anestésico pero tiempo después se comprobó que causaba adicción. Es un polvo de color blanco y/o café, o una sustancia negra y pegajosa, la absorción del toxico es vía inhalatoria y vía parental. Tiene efectos a corto y largo plazo, tiene complicaciones médicas de uso crónico, afecta a mujeres embarazadas y tiene un alto riesgo de contagio de enfermedades por compartir agujas u otros elementos de inyección; cabe decir que hay diferentes tratamientos para la adicción de heroína. Además de ser una droga altamente adictiva, su uso prolongado tiene consecuencias mucho más graves tanto sociales como médicas.

La heroína es una droga muy utilizada por su alto grado de adicción, muchas veces la heroína no es pura ya que la mezclan con diferentes sustancias a veces venenosas, lo que muchas personas que consumen no saben, es que su abuso puede provocar una sobredosis, la adquisición de una enfermedad (por compartir los elementos para su administración, como lo son las agujas) o incluso la muerte.

Todas la formas de administración de la heroína causan adicción, una de sus formas de uso es por vía inhalatoria, fumada o inhalada que después de 10 a 15 minutos se alcanzan sus efectos máximos. Al parecer su uso es cada vez más frecuente por vía parenteral que por vía inhalatoria. La vía parenteral se divide en vía intravenosa y vía intramuscular, la vía intravenosa consiste en que la aguja atraviesa la piel y el tejido celular para encontrarse con la pared de la vena y atravesarla dejando así la droga en su interior, esta vía permite una proporción de euforia mayor y rápida que dura de 7 a 8 segundos. Por otro lado, la inyección intramuscular como su mismo nombre lo dice se administra en el músculo, su euforia es un poco más lenta y dura de 5 a 8 minutos.

Poco después de consumir la droga está cruza la barrera de la sangre al cerebro; allí la heroína se convierte en morfina y se consolida a los receptores de opioides. Los opiáceos actúan sobre muchos lugares del cerebro y del sistema nervioso, este puede cambiar la actividad neuroquímica que es el que controla las funciones autónomas del cuerpo (como la respiración), afecta el sistema límbico que controla las emociones aumentando la sensación de placer y finalmente acorrala la sensación de dolor transmitida por la medula espinal. Como esta es una droga que genera dependencia, las personas que abusan de esta misma dicen sentir cierto grado de tolerancia y dependencia física, la heroína se convierte en su necesidad básica. Los efectos a corto plazo de la heroína son: euforia, depresión respiratoria (provocada por los opiáceos), ofuscación del funcionamiento mental, fatigas y vómito, escalofríos, supresión del dolor y abortos espontáneos. Por otro lado los efectos a largo plazo son: adicción, venas obstruidas, infecciones bacterianas, abscesos, artritis y problemas reumatológicos, infecciones del endocardio y las válvulas del corazón y finalmente adquisición de enfermedades infecciosas como el VIH y la hepatitis B y C.

Cuando hay abuso de la heroína en el embarazo se puede observar que él bebe presenta bajo peso al nacer y esto conlleva a que en años futuros presente un retraso en su desarrollo. Cuando la mujer en estado de embarazo requiere de

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